Monarquía británica

Los osos Paddington depositados en homenaje a Isabel II ya tienen nuevo hogar

Oso Paddington en los aledaños del palacio de Buckingham como ofrenda a la reina Isabel II de Inglaterra

Oso Paddington en los aledaños del palacio de Buckingham como ofrenda a la reina Isabel II de Inglaterra / Reuters / Maja Smiejkowska

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Más de mil osos Paddington y otros ositos de peluche que se habían colocado entre los mensajes de homenaje británicos a la reina Isabel II serán donados a una organización benéfica que trabaja para los niños, ha anunciado este sábado el Palacio de Buckingham.

Los peluches "depositados para rendir homenaje a la reina Isabel frente a las residencias reales de Londres y Windsor serán donados a obras dedicadas a los hijos de (la asociación) Barnardo", ha indicado la casa real británica en un comunicado de prensa.

La reina fue la patrona de esta asociación hasta 2016, cuando Camilla Parker, entonces duquesa de Cornualles y ahora reina consorte, la sucedió.

Camilla Parker posa con varios osos Paddington en Clarence House

Camilla Parker posa con varios osos Paddington en Clarence House / Chris Jackson

“Prometemos cuidar de estos osos que serán muy queridos y traerán alegría a los niños que ayudamos”, ha indicado la líder de la asociación, Lynn Perry.

Con su sombrero rojo y abrigo azul, el osito Paddington ha sido un personaje de culto en la literatura infantil británica desde la década de 1950.

Justamente, la actual reina consorte ha querido homenajear a este icono cultural británico con motivo del 64 aniversario del primer libro del oso Paddington, posando con la basta colección de este peluche que pervive en la casa real de Clarence House.

La reina Isabel II, fallecida el pasado 8 de septiembre, se divirtió por su jubileo de platino en junio pasado celebrando sus 70 años de reinado, grabando un video en el que compartió protagonismo con el famoso osezno.

El video, que se volvió viral de inmediato, se ha mantenido como uno de los raros momentos alegres de un jubileo con tono de despedida.

Mientras que las flores colocadas frente a las residencias reales o en los espacios habilitados en varios parques de la capital fueron recogidas a finales de septiembre para ser compostadas, los peluches y otros objetos habían sido recogidos a la espera de que se decidiera sobre su futuro.