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Inclusión: así hacen sentir mejor a una mujer autista sus compañeros de gimnasio

Imagen de archivo de un gimnasio

Imagen de archivo de un gimnasio / Pixabay

María Aragón

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La expulsión de una niña con necesidades especiales de un campamento ha generado todo un debate sobre el trato que reciben socialmente los colectivos más necesitados. A través de las redes sociales, numerosas personas se han manifestado pidiendo más empatía y mejor trato social. 

Una de ellas ha sido la tuitera Eme_MM, que en un hilo viral en Twitter, puso en valor lo que se avanza en el entorno cuando éste facilita el día a día. Contó así cómo al ser una persona autista debió alertar en el gimnasio, al que va desde hace un año, de las necesidades que tiene. Básicamente, necesita auriculares de cancelación del ruido porque la música alta le molesta. "Sin interrupciones ni injerencias", dice. Todo claro para el centro. Y un año después, sigue sin relacionarse con la gente que acude a esas mismas máquinas.

Hace un mes estuvo enferma y faltó dos semanas. Como no es frecuente, su monitora Alicia llamó a casa y le explicó que el siguiente martes volvería a su horario habitual. Cuando volvió, se llevó una sorpresa. 

Alicia le explicó que durante unos días habían acordado no poner música para que retomase su rutina con comodidad. Hicieron todo para ayudarle. 

Y ese es el mensaje que quiso trasladar y que tan aplaudido se ha visto en redes sociales. Un pequeño gesto puede facilitar la vida de otra persona, por lo que agradece ver gente dispuesta a colaborar y que entiende lo que es la inclusión