DE ESTIGMA A MODA

Tatuajes por la cara

La moda dibujarse la piel del torso, o de las piernas y brazos, llega ahora a zonas más visibles de cuerpo con las nuevas generaciones de raperos

Armando Guevara

Armando Guevara / periodico

EL PERIÓDICO

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Tatuarse la cara, anteriormente una rareza, es ahora una modaCada vez son más los que se lanzan a dibujarse el rostro, una práctica que solía limitarse a pequeños grupos, pero que ahora está siendo popularizada por una nueva generación de raperos. Son jóvenes, muy jóvenes (solo tienen 16 o 17 años), y han empezado a hacerse muy visibles en el East Village de Nueva York. Algunos nunca se habían tatuado el cuerpo, pero sí quieren empezar aún más alto: hacerse una inscripción en sus rostros.

"Se ha convertido en una gran tendencia últimamente, tan solo porque lo ven en televisión", explica Armando Guevara en la recepción de la sala de tatuajes neoyorquina 'Andromeda Studio 33'. Según Guevara, lo que ven estos jóvenes son los héroes del rap 'Mumble' (también conocido como rap 'SoundCloud' o rap Emo), un subgénero muy popular con letras que a menudo se centran en los trastornos psicológicos y sus consecuencias (drogas, medicación, suicidio...). 

Casi todos estos seguidores de los nuevos sonidos del rap, 21 Savage, Post Malone, Lil Uzi Vert, Tekashi 69..., tienen sus rostros tatuados, rompiendo con las generaciones anteriores que tenían poca afición por esta opción estética.

 Shaggy Johnsen, de 22 años y que se tatuó una cabeza de Bugs Bunny en la sien, admite haber sido influenciado por esta corriente musical. "Yo mismo soy un artista", explica, llamándose a sí mismo rapero de estilo libre. "Lo importante es cómo te vendes a ti mismo", apunta, y asegura que, desde que se hizo su nuevo tatuaje tan solo le ha provocado reacciones positivas. "Todos lo aman -asegura-. ¿El siguiente? Tal vez Titi o el Diablo de Tasmania", otros dos héroes del mundo animado. 

Discriminaciones

Adam Alonso tiene un enfoque menos positivo de esta nueva y potente tendencia. "Me hirieron en el pasado y no quiero que eso vuelva a ocurrir, así que me puse una pared en la cara para que la gente de la calle ni me hablara", dice el enigmático joven, modelo y rapero, que lleva la palabra 'AGONY' tatuada bajo su ojo derecho. "La gente piensa que, cuando te haces un tatuaje en la cara, ya no puedes ganarte la vida, pero yo puedo hacerlo", asegura.

El tatuador Armando Guevara no está en contra de dibujarse la cara. Él mismo tiene varios tatuajes, entre los ue destaca  uno inspirado en culturas tradicionales precolombinas, que cubre una cuarta parte de su rostro. Aún así hace un llamamiento a la prudencia. "Si quieres hacerte algo permanente en la cara, piénsatelo", aconseja el nicaragüense de 40 años, que, antes de marcarse la cara, estuvo diseñando el modelo que quería durante meses. Para este profesional, muchos de los jóvenes candidatos que quieren tatuarse la cara no se dan cuenta "de que esto tendrá un profundo impacto en sus vidas (...) Mucha gente los discriminará, les negarán vivienda o empleo", afirma.

Además, Guevara recuerda que, al contrario de lo que muchos piensan, "no es fácil ni rápido quitarse un tatuaje con láser. Cuesta dinero y muchas sesiones. Y, al final, tendrá una cicatriz"

"No estoy listo"

"Cuando la gente ve un tatuaje facial, piensa que la persona es un inconsciente, que está enojada, que es antisocial o anarquista", dice Guevara. "Yo soy una buena persona, y trabajo duro, pero no es lo que la gente ve".

El salón Andrómeda no acepta a clientes menores de 18 años, que es también la edad mínima en Francia. Precisamente en su capital, París, se celebra del 15 al 17 de este mes de febrero el 'Mondial du tatouage'. Pero los que sean mayores de edad  y quieran hacerse un 'face tatoo' deberán antes responder a unas preguntas acerca de sus antecedentes y motivaciones. "Si consideras que no están preparados, pues te niegas a hacérselo", dice Guevara. También hay centros que no preguntan: directamente rechazan las peticiones de los más jóvenes. Es el caso de 'Fineline tatoo', centro que afirma ser la marca más antigua de Nueva York, ciudad en la que por cierto el tatuaje fue prohibido oficialmente entre 1961 y 1997. 

Mehai Bakaty, propietario de un local y artista de tatuajes, recuerda que el tatuaje estuvo reservado mucho tiempo a las pandillas y, sobre todo, a los presos, que habían "abandonado la vida en la sociedad". "Cuando veo ahora esta nueva tendencia me pregunto si los jóvenes no sienten motivos similares de desarraigo social. Ya no tienen la esperanza de convertirse en nada más que en parados. Y así se rendirán al nihilismo". Y finaliza: "Creo que esto es lo que estos jóvenes raperos intentan transmitir, pero me parece completamente irresponsable".