El síndrome posvacacional afecta más a las mujeres y a los jóvenes

Los especialistas recomiendan una adaptación progresiva al trabajo, aprovechar el tiempo libre cada día y una actitud positiva

agències / madrid

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El síndrome posvacacional, un malestar pasajero que se manifiesta durante los primeros días de vuelta a la rutina y al trabajo tras las vacaciones, afecta en mayor medida a las mujeres y, en general, a adultos de entre 25 y 40 años, según los expertos.

Este desajuste provocado por un cambio de hábitos, al pasar de un periodo largo de descanso a otro sujeto a responsabilidades, también lo sufren los niños, por lo que los especialistas recomiendan ajustar los horarios días antes de empezar el colegio para que el cambio sea gradual.

Además de una adaptación progresiva, los expertos recomiendan aprovechar el tiempo libre de cada día, tener una actitud mental positiva ante la vuelta al trabajo y no asociar el periodo de vacaciones a la magnificación del bienestar para superar esta situación que depende del contexto social y personal de cada individuo.

Aunque los especialistas aclaran que no se trata de una enfermedad, el síndrome posvacacional se manifiesta provocando en la persona afectada una serie de molestias de ámbito físico como sensación de cansancio, disminución del apetito o dolores de cabeza y de ámbito psicológico como irritabilidad, desasosiego y falta de concentración.

Un mal pasajero

Ante este síndrome, el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de familia y comunitaria (SemFYC), Asensio López, ha manifestado que lo más importante es "tener claro que se trata de algo pasajero, que suele remitir en algunos días y que es una respuesta fisiológica natural" ante un proceso de cambio, por lo que ha recomendado "adoptar una actitud positiva y no centrarse en las molestias".

En el caso de los niños, López ha afirmado que se trata "más de un desajuste que de vuelta de vacaciones", por lo que ha recordado que desde la SemFYC se aconseja a los padres que empiecen el horario escolar cuatro o cinco días antes del comienzo del curso, lograr que los niños duerman un mínimo de ocho horas diarias y empiecen algún hábito de concentración, como la lectura.

El síndrome posvacacional es "más propio de la gente joven, por debajo de los 40 años", ha precisado López, algo que ha atribuido a que "la gente mayor rara vez se queja", mientras que en el caso de los jóvenes está relacionado con "un patrón cultural y con su forma de vivir".

El vicepresidente del SemFYC ha añadido que en las consultas se comprueba cómo las mujeres se ven más afectadas por este síndrome, algo que ha atribuido a la "duplicidad del trabajo de la mujer en España" porque, además del trabajo fuera de casa, en la mayoría de las familias son las encargadas de las tareas del hogar.

El 'pluriempleo' femenino

"Las mujeres no consiguen un período de vacaciones absolutas al tener que seguir llevando la casa, por lo que cuando se incorporan a trabajar han descansado menos y tienen la sensación de sobrecarga al tener que activar la doble tarea, fuera y dentro del hogar, que se les encarga socialmente en comparación con los hombres", ha explicado.

El doctor en psicología y profesor de la Universidad Complutense de Madrid Valentín Martínez-Otero ha afirmado que este síndrome afecta a los individuos dependiendo de los rasgos de personalidad, ya que aunque "se reparte entre todos los trabajadores afecta más a las personas muy inseguras, con baja autoestima o que son excesivamente ambiciosas en su trabajo".

A pesar de que el síndrome posvacacional se reparte entre "todas las profesiones", Martínez-Otero ha destacado a los "profesionales que asumen mucha responsabilidad, como directivos o personal sanitario, trabajadores de industrias de alto riesgo, periodistas por la prisa o profesores en entornos escolares difíciles" como los trabajadores con más posibilidad de padecerlo.

El profesor ha recordado que, al no tratarse de una patología propiamente dicha, generalmente los trastornos se desvanecen en dos o tres semanas, periodo tras el que si los síntomas no desaparecen hay que acudir a un especialista para solicitar la atención correspondiente ya que no se trataría de síndrome posvacacional sino de un "trastorno depresivo o de otra índole".