Las reacciones

Luis García: "En cuatro días es imposible cambiar las cosas, falta más mala leche"

La crónica del Espanyol - Athletic: los Williams destrozan el efecto Luis García

Luis García, en el partido ante el Athletic.

Luis García, en el partido ante el Athletic. / LALIGA

Raúl Paniagua

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Convencido de voltear la situación y orgulloso de su propuesta. Así se mostró Luis García después del encuentro ante el Ahtletic. El técnico, siempre ambicioso y combativo, defendió su idea de juego, totalmente opuesta a la de Diego Martínez. El tiempo dirá si logra el objetivo. Le quedan 10 jornadas para salvar al Espanyol.

"He visto un equipo comprometido, que tenía intención en el juego. Hemos intentado jugar a otra cosa, no quiere decir que sea mejor ni peor. Tengo esperanza, veo un equipo que tiene ilusión. Estoy fuerte como siempre. Sabía muy bien a donde venía, estoy encantado. En cuatro días es imposible cambiar las cosas", reflexionó Luis García.

"Nos vamos a levantar"

El técnico se mostró contundente en su análisis. "Satisfecho te vas cuando ejecutas el plan a la perfección. Nos falta tener más mala leche, ser agresivos, encarar la portería de verdad. Eso es trabajo, no es otra cosa", agregó el preparador blanquiazul, que ha protagonizado un salto en los banquillos desde la Tercera RFEF a Primera.

"Vamos a luchar hasta el final, ni ganando hubiera sido la leche ni perdiendo es todo un desastre"

— Luis García / Entrenador del Espanyol

La semana pasada dirigía al segundo filial del Madrid en Valdebebas y este sábado estaba en el RCDE Stadium al frente de su querido Espanyol. "Cuando se busca una victoria y no se da te toca en lo anímico. La situación no es sencilla, pero no tengo dudas de que nos vamos a levantar. Lo vamos a luchar hasta el final, ni ganando hubiera sido la leche ni perdiendo es todo un desastre", expresó.

El gol anulado

Respecto a la polémica arbitral, lamentó el tanto anulado a Braithwaite. "Nos decían que Joselu había asistido con la mano, es difícil reflexionar así y decir que le quiera dar de forma intencionada. Me parece una acción del juego, un forcejeo en el que le pega en la mano. Me voy más enfadado por una segunda tarjeta a Dani García en la que se da ley de ventaja y para mí la ventaja es que le enseñaran la segunda, pero no podemos perder energía en cosas que no podemos controlar".

El entrenador afronta con convicción el desafío del cambio de filosofía, una mutación que debe perfeccionar en las próximas citas. "Yo defiendo lo que yo siento. Quiero un equipo con personalidad que intente tener el balón, con jugadores bien posicionados, pero nos falta muchísimo trabajo", concluyó.