Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.
Voluntarios: Orgullo colectivo y solidaridad sin límites
Antonio Rebollo y Yeray Hernández después del encendido del pebetero / PERE BATLLE / Barcelona
José V. Madolell
Tuve el inmenso honor de ser voluntario en los Juegos de Barcelona 92. Fui responsable de la sala de prensa del Estadi Olimpic, una enorme responsabilidad. La compartí con otros voluntarios y voluntrias, aportando una absoluta dedicación y mayor ilusión. Había una directriz clara del entonces alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, que no faltaran folios a los periodistas, ya que fue una carencia muy criticada en los Juegos de Seúl. Los empapelamos a todos.
Entretodos
La sala de prensa no tenía puertas de acceso, estaba abierta, pero me recalcaron que el acceso estaba exclusivamente permitido para la prensa escrita.Dentro de la sala era el único lugar donde había dispensadores gratuitos de cerveza, que debido al gran calor era un punto de visita deseado. Me dijeron muy tajantemente: "Mado, no dejes entrar; solo a la prensa escrita. Si viene, ni a Samaranch le dejes coger cerveza". A sus órdenes, dije, pero costó cumplirlo. Fue toda una experiencia atender a periodistas de todo el mundo, algunos con unos medios y recursos impresionantes y otros, sin nada, como un periodista cubano que se quedaba a dormir en la sala, y al que le regalé unas botas de fútbol para que pudiera jugar un partido entre periodistas.
Queríanos transmitirles que queríamos que su estancia fuera inolvidable por lo feliz, y que realizaran su trabajo con todas las facilidades. Eran los responsables de difundir al mundo la imagen de Barcelona. Debido a mi cargo entonces -era jefe de Relaciones Corporativas de Telefónica- hice de enlace entre el COOB y Telefónica para resolver incidencias técnicas. El comportamiento de la gente de Telefónica fue espectacular: gran profesionalidad y voluntad de servicio.
El momento del lanzamiento de la flecha al pebetero lo viví con intensa emoción: si salía bien, todo saldría bien. Y así fue. Me recuperaba entonces de una operación por rotura del tendón de Aquiles, pero al llegar al Estadi, el dolor pasaba a la reserva. De la ceremonia de inauguración maravillosa, contaría tantas y tantas vivencias y anécdotas inolvidables... La medalla de Fermín Cacho, la preparación de los atletas...
Quiero destacar el enorme cariño y respeto de José Miquel Abad hacia todos los/as voluntarios/as.La verdad es que todos los responsables nos facilitaron las cosas. Jamás vi tanto sentimiento de orgullo colectivo, de solidaridad sin cortapisas. Era la gran oportunidad y todos/as aportamos lo mejor que pudimos. Gananos la mejor de las medallas, la de la autoestima. Gracias, Barcelona'92.
Participaciones de loslectores
Jocs i avenços informàtics
Ramon Baranera Barcelona
Los voluntarios fuimos el alma de Barcelona 92
Pedro J. Romero Gonzalez Cornellà de Llobregat
Aquel maravilloso verano de 1992
José Antonio Carrasco Magro L'Hospitalet de Llobregat
Másdebates
23 de abril
- De Brasil al mundo Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- 'Trekking' VIP Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- En Rambla Prim Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Imágenes desoladoras Una chimpancé acarrea con el cadáver de su cría desde hace meses en el Bioparc de Valencia
- Atletismo Entrevista al legendario atleta Edwin Moses: "No necesité entrenadores, yo era más inteligente que ellos"
- Icono del arte contemporáneo El pintor minimalista estadounidense Frank Stella fallece a los 87 años
- Andà p'alla, bobo El Barça de Laporta y Xavi, segundo de Catalunya y tercero de España
- Electrodomésticos Nunca dejes la puerta del horno abierta: este es el motivo
- Asesinato en Baja California Los tres cadáveres hallados en un pozo en México reúnen características de los turistas desaparecidos
- PREMIER El Manchester City responde al Arsenal con cuatro goles de Haaland a los Wolves