"El sector turístico debe contribuir activamente en la búsqueda de soluciones para ahorrar agua"

Nos encontramos ante un dilema medioambiental y a su vez un problema de responsabilidad. La escasez de agua está afectando los niveles en los ríos, embalses y acuíferos, impactando no solo en el consumo humano y la agricultura sino también en nuestros ecosistemas y biodiversidad. La población ha tomado conciencia sobre la situación y a nivel particular han iniciado cambios reeducando sus hábitos.

No obstante, ¿nos hemos planteado el impacto económico de esta situación en sectores como el ocio y el turismo? En España, el turismo está considerado como el pilar predominante de la economía. Entonces, ¿cómo planteamos el desafío de la sequía en un sector tan importante? La respuesta no es sencilla y plantea un debate sobre la responsabilidad y la búsqueda de soluciones.

En primer lugar, está la responsabilidad del Gobierno en la gestión de la crisis hídrica, implementando políticas para fomentar la conservación del agua además de ofrecer incentivos y programas de apoyo al sector turístico para que puedan readaptarse con nuevas tecnologías mas eficientes en el uso del agua. Por otro lado, es importante el compromiso de las empresas del sector turístico en ofrecer soluciones al problema de la sequía, implicando la realización de inversiones en tecnologías eficientes en el uso responsable del agua.

Es por eso que la solución se basa en encontrar un equilibrio. Si bien el Gobierno debe aportar recursos financieros que permitan cambios significativos en la infraestructura y enfoque operativo de este sector, las empresas turísticas deben contribuir de manera activa en la búsqueda de soluciones y adaptarse a las condiciones impuestas por el Estado. En conclusión, es importante que mediante una colaboración por ambas partes se pueda afrontar esta nueva normalidad, permitiendo y garantizando la sostenibilidad económica a largo plazo, asegurando la vitalidad de destinos turísticos y, en general, la viabilidad del sector.