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Carta de un lector: "Si queremos ser sostenibles vamos en el sentido opuesto"

Navidad postpandémica alrededor del mundo. Encendido en oleadas de once millones de luces led con la pulsación de un interruptor al final de una cuenta atrás en inglés, español y gallego coreada por una multitud festiva y entregada en Vigo, que marca el inicio de la Navidad.

Navidad postpandémica alrededor del mundo. Encendido en oleadas de once millones de luces led con la pulsación de un interruptor al final de una cuenta atrás en inglés, español y gallego coreada por una multitud festiva y entregada en Vigo, que marca el inicio de la Navidad. / EFE/Salvador Sas

La humanidad camina hacia su extinción, y la de buena parte de los seres vivos del planeta, por su egoísmo. Además de fratricidas por causas diversas como las fronteras antinaturales que nos hemos montado, somos unos derrochadores natos. Tanto en alimentos, materiales o luz gastamos inútilmente cantidad de recursos sin ningún sentido. La industria actual fabrica montones de utensilios que incorporan luces inútiles. Televisores con leds que no se apagan nunca si están conectados a la luz, habitaciones con luces permanentes de noche que no hacen más que molestar, interfonos con luces que se encienden continuamente de día...

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Pero el derroche es más manifiesto durante las fiestas navideñas. Pistas de hielo en lugares donde nunca nieva, atracciones con luces de noche, como la del Hospital de Sant Pau o 'Natura Encesa' de Barcelona, que solo sirve para molestar a animales y plantas perjudicándolos, calles enteras iluminadas por motivos comerciales...

Ahorramos algo de energía poniendo placas solares y generadores de energía eólica y malgastamos mucha más con actividades que no aportan nada. Vamos en el sentido opuesto para ser sostenibles y no aumentar el cambio climático. Hace unos meses, en el pico de los precios de la luz, no vi a nadie bajando las escaleras de su casa en vez de coger el ascensor para ahorrar energía. Nos abrasaremos.

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