Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Nuestra lucha contra el espolio y vandalización de una sepultura familiar en Montjuïc dura ya 14 años"

Albert Sáenz señala el tramo de valla saqueado en el panteón Coromina, en el cementerio de Montjuïc, en Barcelona.

Albert Sáenz señala el tramo de valla saqueado en el panteón Coromina, en el cementerio de Montjuïc, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Un día como cualquier otro te encuentras con un inesperado y amargo aviso de que, nuevamente, tu sepultura familiar ha sido espoliada (además de vandalizada en otras cuantas ocasiones más). Esta forma de pillaje, y que suceda donde sucede, aún te deja con mayor pesadumbre y aversión, si cabe.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Desafortunadamente, con el transcurso del tiempo, el poseer un patrimonio cultural de tal envergadura se convierte en un mar de penurias, dado que siempre recibes malas noticias. En el cementerio de Montjuïc hay 40 sepulturas para ser visitadas en el marco de la 'Ruta Cultural Artística del cementiri de Montjuïc' que organiza la empresa municipal CBSA, por lo que cabría suponer que estas deberían tener un trato especial en su mantenimiento y protección, dado el inestimable e incalculable valor que poseen.

Estas 'insignes' obras de lo que se ha dado en llamar "arte funerario" son parte de nuestra cultura (y pensamiento). Cultura que esquiva la palabra "muerte", y es que en nuestro entorno se hace muy difícil llamar la atención sobre una cosa que nació para honrar a nuestros difuntos de forma ostentosa, pero que fue gracias a ese mecenazgo que se consagraron verdaderas obras de arte como la que ahora se espolia y vandaliza sin ninguna contemplación, dado que se encuentra donde se encuentra y apenas nadie sabe reconocer que es un gran baluarte de nuestro patrimonio histórico.

Una obra modernista como la de este panteón, toda ella realizada en mármol blanco de Carrara, diseñada por el insigne Leandre Albareda, que culmina con su pieza principal esculpida por Rafael Atché, hacen que sea catalogada como parte del patrimonio artístico de nuestra ciudad. Barcelona se ha convertido en una de las grandes ciudades más visitadas de Europa y se debe, en gran parte, a su patrimonio cultural, que si no se cuida y mantiene como es debido, cualquier obra patrimonial debería ser trasladada donde no esté expuesta a tantos peligros.

Que desde 2010 nuestra lucha familiar no haya obtenido ningún tipo de atención, sino más bien todo lo contrario, ya apunta las maneras del lamentable panorama con el que debemos conformarnos y confrontarnos. ¡O quizás no! Esperemos que se cumpla aquello de que "no hay mal que por bien no venga".

Participaciones de loslectores

Másdebates