Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

L'Hospitalet, aseadiada ante las bicicletas compartidas de Mobike

Las bicicletas compartidas de Mobike en las aceras de L’Hospitalet.

Las bicicletas compartidas de Mobike en las aceras de L’Hospitalet. / DANNY CAMINAL

Una de las polémicas del verano está siendo el estacionamiento indebido de patinetes compartidos en Barcelona. Como es habitual, la capital eclipsa los verdaderos problemas que estamos teniendo desde hace un año en L’Hospitalet de Llobregat

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Hace 12 meses que la ciudad está tomada por la multinacional Mobike. Las bicicletas compartidas se pueden dejar literalmente en cualquier lugar: en medio de la acera, sea ancha o estrecha, encima de los encarriladores para personas ciegas o en medio de un paso de peatones. 

En septiembre hará un año y esta crisis de movilidad ha pasado por dos plenos del Ayuntamiento con acuerdos unánimes que el gobierno no ejecuta. También ha intervenido la síndica de la ciudad, quien declaró que en la ciudad se estaba incumpliendo el derecho básico a la accesibilidad. Emitió una resolución solicitando una serie de acciones que el Ayuntamiento no ha llevado a cabo mientras la multinacional sigue son su negocio basado en poder aparcar sus bicis en cualquier lugar, destruyendo la accesibilidad y el espacio público de la ciudad.

La multinacional de bicicletas y el Ayuntamiento se han alineado con el mismo relato y siempre han atendido a los medios prometiendo soluciones futuras que nunca han llegado, teniendo en cuenta las miles de fotografías que las vecinas han compartido por las redes sociales mediante el perfil de Twitter @LhMobike. Estos hechos han sido denunciados por multitud de entidades de personas con discapacidad y por organizaciones vecinales que se unieron en un comunicado común presentado ante el Ayuntamiento hace nueve meses y que tampoco supuso ninguna solución. 

Como es habitual, los más débiles, especialmente las personas ciegas o con baja visión, así como el resto de vecinas se ven perjudicados ante una situación muchas veces eclipsada por qué sucede en L’Hospitalet. En setiembre se cumple el final del contrato con la empresa y, dadas las circunstancias contrastadas en numerosas ocasiones, deberá finalizar después de un año sin soluciones.

Participaciones de loslectores

Másdebates