"Es hora de reflexionar sobre lo que queremos lograr para nuestra salud"

“¡Salud!”. Chocamos copas y brindamos, naturalmente deseándonos ese estado -o proceso o sensación- que sostenemos casi universalmente como lo más importante. ¿Qué nos estamos deseando en ese momento en realidad?

La definición de 'salud' se ha debatido y ha cambiado sustancialmente a lo largo del tiempo -y espacio-, y probablemente continuará moldeándose a las nuevas aspiraciones y percepciones de la sociedad y sus individuos. El concepto de 'promoción de la salud' intenta ampliar el enfoque de la salud a algo que excede la mera ausencia de la enfermedad, un proceso que permite actuar sobre los determinantes de la salud, los cuales van más allá de factores individuales, plasmándose en estructuras socioeconómico-histórico-culturales que inciden en los individuos. Así, buscar la salud se torna colectivo.

La participación comunitaria se considera uno de los pilares fundamentales que sostiene la promoción de la salud. Para lograrla, ¿cómo coincidimos en el significado y el valor del concepto 'salud'? ¿En qué momento nuestra subjetividad -nuestro deseo individual y luego comunitario de la salud- se contempla? ¿En qué momentos somos partícipes de vivir, crear y promover la salud?

La pandemia de covid-19 ha evidenciado la falta de respuestas a estas preguntas y ha dificultado su búsqueda dentro de espacios comunitarios. Sin embargo, no se puede negar que previo a la pandemia el encuentro para contemplar estas preguntas desde la comunidad tampoco existía en la mayoría de los espacios.

Es hora de encontrarnos y reflexionar sobre lo que queremos lograr para nuestra salud, con el apoyo de las administraciones políticas y las instituciones de salud como herramientas colectivas. Para lograr la promoción de una salud colectiva, se necesita el empoderamiento y la restitución del protagonismo de las personas de la comunidad en el decidir y actuar en salud, entendiendo el poder, como sugiere Foucault, no como un sustantivo sino como un verbo.