Margarita Salas: "Hasta siempre, pionera"

Fue sin duda una gran pionera y referente de la ciencia y la investigación española, cuando esta si todavía cabe, era una gran y perfecta desconocida en lo que se refiere al ámbito mundial (todavía mucho peor visto para las mujeres). Hablo de Margarita Salas, la bioquímica asturiana que nos ha dejado hace nada, después de una infatigable y ardua carrera en pos de la investigación y la ciencia, siempre enarbolando orgullosa el papel de las mujeres en la lucha por la ciencia.

No fue fácil ni sencilla su andadura, cuando allá por los inicios de la década de los 60 inicio su tesis doctoral, ninguneada por su propio director que no creía demasiado en su propio futuro. Después emigró a los EEUU para continuar sus estudios, con otro gran bioquímico, Severo Ochoa, también emigrado (quizás les suene de algo).

A ella le debe la ciencia grandes estudios y descubrimientos; sus trabajos sobre el ADN, su labor en el CSIC (una vez retornada) por las patentes de sus investigaciones y el consiguiente beneficio, que redundo en las siempre menguadas arcas para la financiación de distintos proyectos. No merecerá, mucho me temo, que su adiós suscite grandes titulares que sin duda los habrá, de aquellas entidades o de quien supo y reconoció su inmensa trayectoria, siempre como digo poniendo en valor el papel de las mujeres.

Dijo que soñaba con que estas tuvieran algún día el papel que se merecían por su capacidad y merecimientos, y siempre reivindicó los derechos laborales de científicas y científicos, siempre o casi siempre en precario. Allá donde este, seguro que sigue velando por la que fue su gran pasión, la ciencia y su futuro.