"Hagamos de Barcelona, de nuevo, una ciudad humana"

Esta carta será breve. La escribo en respuesta a las declaraciones del señor Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, a este diario, en las que afirmaba: "No ens podem permetre aquesta frivolitat" (en referencia a la no ampliación del aeropuerto de Barcelona).

Señor Clos, el capitalismo es crecimiento, y el crecimiento es dinero (mucho para pocos, como usted, y poco para muchos). ¿Por qué emular a Madrid? Allá ellos con su páramo polvoriento. Prefiero el vuelo de los patos (la Ricarda y el Remolar) al de los aviones. Y el frescor de los bosques (Vallvidrera) a la sombra de las feas torres acristaladas.

Hagamos de Barcelona, de nuevo, una ciudad humana, amable con sus habitantes. Acabemos con el turismo depredador. Bienvenida sea la gente de negocios. Y si vienen de otros continentes, que hagan escala en Madrid, o en Londres. Me da igual. Pero respetemos el espacio natural. El futuro está en decrecer, o en crecer de otra manera, no en depredar.

Una frase célebre dice: "Solo cuando hayamos talado el último árbol, nos daremos cuenta de que no podemos comer el dinero".