Carta de una lectora: "No podemos derrochar tanta energía en Navidad"

Se acerca Navidad, y con ello vuelven los regalos, las sonrisas y la iluminación de calles en todas las ciudades. Aunque reconozco que hace especial ilusión, sobre todo entre los más pequeños, pasear por una ciudad iluminada no puedo dejar de reflexionar sobre las consecuencias medioambientales que esto conlleva.

En un contexto donde la emergencia climática exige medidas concretas y conscientes, el derroche energético asociado a la iluminación festiva se vuelve muy preocupante. La energía necesaria para mantener estas luces no solo contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, sino que también agudiza la presión sobre nuestros recursos naturales.

Mientras celebramos la temporada festiva, es crucial considerar alternativas más sostenibles, como el uso de luces led de bajo consumo o la limitación del tiempo de iluminación. Este pequeño gesto colectivo podría tener un impacto positivo muy significativo, por eso insto a los ayuntamientos de pequeñas y grandes ciudades a reflexionar sobre este problema y a aplicar medidas de inmediato.