"Nuestra democracia está tocada, y estamos obligados a actuar"

Cuando el Tribunal Constitucional (TC) dio a conocer su decisión sobre la reforma de la LOTC y la LOPJ, en mi interior se produjo una sensación de tristeza y desconcierto que me hizo pasar por todos los estadios de la angustia, la desilusión y la indignación, además de preguntarme: ¿estamos volviendo a tiempos pasados? ¿Vamos a permitir que se tire por tierra todo lo que una gran mayoría decidió, acató y respetó? ¿Estamos ante una crisis de la democracia?

A mi modo de entender, lo que sí 'parece' es que, con su actual estructura, el TC está a disposición de unos pocos iluminados que pretenden poner en evidencia al Gobierno tratándolo de “bravucón, irresponsable y sectario” por querer desbloquear una “situación” contraria a la Constitución.

No podemos permitir que “unos pocos políticos iluminados” jueguen con nosotros para pretender hacernos creer que lo que ellos acuerdan es porque hay una sucia campaña contra la democracia y el TC.

“La democracia, como sistema político moderno, es una forma de vivir en sociedad, que solo es viable si se fundamenta en un conjunto de valores como la libertad, la igualdad, la justicia, el respeto, la tolerancia, el pluralismo y la participación”. Los demócratas, como decía Umberto Eco, debemos asumir que "la democracia también es tolerante en aceptar una dosis de injusticia para evitar nuevas injusticias”, y así ha sido al ser acatada la sentencia del TC por el Congreso y el Senado.

No pretendo dar una lección sobre lo que cada uno de nosotros debe hacer, pero sí tengo la convicción de que debemos cambiar la realidad actual y, para cambiarla, estamos obligados a actuar con todos los resortes democráticos de los que disponemos. Nada es fácil, pero si comenzamos reconociendo que nuestra democracia está 'tocada' y por tanto precisa de un esfuerzo conjunto para su regeneración, algo habremos avanzado. Tenemos que hacernos ver y oír.