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"El wéstern dejó huella en nuestra sociedad: violencia, odio, codicia..."

Western Leone.

Western Leone. / REMAX

Los wésterns narran la emigración americana: pistoleros contratados, modestos agricultores que se defienden con bandidos, 'sheriffs' con escasa paga, jueces del lado de terratenientes. Ciudades sin ley, asaltos, colonos, indios. El ferrocarril, búfalos, vaqueros sin rumbo, guías, la fiebre del oro. Duelos, tiroteos, el 'saloon': bailarinas y póquer. Linchamientos, fuertes militares, el Pony Express, el telégrafo, los tramperos… Una época de caos, alcohol y muy poco respeto por la vida.

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Nuestro avance ha creado nuevas criminalidades, pero sigue un hilo común. El 'wéstern' dejó huella: la violencia, comenta el filósofo Andrés de Francisco, allá donde lo señorial se impone por la fuerza. El odio y la codicia cabalgan entre el bien y el mal con su doble criterio: dominadores y dominados. Entre la tradición y el progreso sigue el señor feudal, de cuya mano llegará el abogado.

Sigue estando a prueba la gestión del bien común. A la necesidad de derechos siempre se ha opuesto la ferocidad del privilegio. Levitsky y Ziblatt ponen en duda que las minorías acepten a la mayoría: las democracias están encadenadas a la tiranía de instituciones contramayoritarias con 'lobbys' económicos, nacionalismos blancos y semidioses legislativos que impiden la justicia y acaban rehenes de empresas transnacionales que se aprovechan de sus carencias.

El sector privado, el financiero, la banca, son denunciados por abuso y acoso; los fraudes en sanidad, telecomunicaciones, en el transporte, turismo y ocio, sabotean a la gente común por muchas Oficinas Municipales, Direcciones Generales, Juntas Arbitrales o Asociaciones de Consumidores.

La cosa pública no está hecha solo de palabras. La soledad (mito del 'far west') es el precio de una supuesta autonomía ante modernas pistolas cargadas de burocracia, puertas giratorias, tráfico de influencias, blanqueo de capitales; violencia que tensa la relación entre Estado e individuos. Suena de fondo la canción ayuda, de Sílvia Pérez Cruz.

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