"El Barça y el fantasma del club-estado"

Bartomeu aparece en pantalla durante la asamblea. / Jordi Cotrina

El FC Barcelona atraviesa una situación crítica. Se ha reducido sustancialmente la masa salarial, que pesaba como una losa. El club ha prescindido de su icónico Messi. Sin embargo, se agita el fantasma de la sociedad anónima deportiva (SAD). El nefasto legado económico de la anterior Junta, según la 'due diligence' (con Bartomeu sacando el comodín del covid-19), sitúa los compromisos en la friolera de 1.500 millones de euros.

Reverter ha declarado que si el Barça fuese una SAD estaría incurso en causa de disolución. ¿Es revertible esta delicada situación? ¿Apostarán los patrocinadores por la marca Barça, carente de un 'crack' mundial mediático? Los fondos de inversión revolotean, codiciando la presa. El club es, de momento, de los socios. Pero cada vez hay más clubs-estado que inyectan millones a los equipos de élite, en Francia, en Inglaterra. ¿Cuál será el primer club de fútbol de la Liga Española que sea financiado y dirigido por quienes tienen el dinero por castigo y burlan los controles financieros, adulterando la competición?