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Todavía no se ha demostrado que las vacunas del covid alteren el ciclo menstrual

Una mujer recibe la vacuna contra el coronavirus. / EUROPA PRESS

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Seguro que has escuchado a alguna amiga o compañera cercana decir que, tras la vacunación, ha notado que su ciclo menstrual ha variado de alguna forma —sobre todo en intensidad o en duración—. A día de hoy, los científicos no han podido demostrar que tales trastornos fueran producidos por la vacuna ya que solo se han publicado dos estudios revisados sobre el tema y ambos se basan en encuestas. Aunque las mujeres vacunadas reportan alteraciones en su ciclo menstrual de forma más frecuente que las no vacunadas, la relación de causalidad todavía no se ha podido demostrar.

“A las participantes de los ensayos [clínicos] no se les preguntó específicamente sobre sus ciclos menstruales”, indica a Verificat Victoria Male, investigadora del Departamento de Metabolismo, Digestión y Reproducción del Imperial College de Londres (Reino Unido), algo que probablemente ocurrió “porque en los ensayos se solicitan informes sobre eventos esperados (como la fiebre) o graves”, y los cambios menstruales “no encajaban en ninguna de estas categorías”. 

Coincide con ella Francesc Carmona, jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital Clínic de Barcelona. “Cuando empezaron a diseñarse [los ensayos clínicos], en lo último que se pensó fue en la regla [...] En ningún estudio de seguridad de las vacunas se miró si causaban trastornos menstruales. Todo lo que tenemos es el estudio observacional posterior”, apunta. Explicación similar comparte Manuel Albi, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital La Luz (Madrid), quien señala que “a día de hoy, disponemos de insuficiente información científica que nos permita afirmar que la vacuna de la covid-19 afecta el ciclo menstrual”. 

Ese conocimiento insuficiente es algo que también indica el Comité Asesor de Vacunas (CAV), quien recuerda además que, aunque “los servicios de farmacovigilancia [...] han constatado un aumento de informes sobre trastornos menstruales, [pero] no han detectado ningún patrón determinado y estiman que su frecuencia no supera la de los cambios menstruales esperados en población no vacunada”. Algunos ejemplos de esta constatación están en los informes de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en inglés) respecto a las vacunas de Pfizer y Moderna, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) o de británica o la francesa

Dos grandes encuestas

Hasta la fecha, los trabajos más destacables son estudios de cohortes cuyos resultados fueron obtenidos a través encuestas a la muestra seleccionada. Estas investigaciones, una norteamericana y otra noruega, fueron publicadas a principios de enero de 2022, y efectivamente han encontrado que las vacunadas notificaron más eventos adversos relacionados con la menstruación que las no vacunadas. También existe un estudio llevado a cabo por la Universidad de Granada conocido como Proyecto EVA de características muy similares (basado en encuestas a 14.000 participantes) y que ha tenido cierta repercusión en España, pero los resultados son preliminares y aún no han sido publicados. Verificat ha intentado ponerse en contacto con el equipo para conocer más detalles de la investigación, sin éxito. 

Sin embargo, que estos estudios apunten en una dirección no significa que la vacuna haya modificado los ciclos menstruales de esas mujeres: “Es una impresión aún subjetiva pendiente de resultados definitivos”, señala Carmona.Y añade: “Tenemos que ser prudentes”.Los estudios y sus limitaciones

En el estudio norteamericano, publicado en Obstetrics & Gynecology, los científicos determinaron que las participantes notificaron de media un retraso de 0,64 días con la primera dosis, y de 0,79 con la segunda dosis. Entre las que recibieron ambas dosis en un solo ciclo, su período se retrasó un poco más de 2 días. En todas las participantes, la duración de los períodos volvió a la normalidad después de dos ciclos. Para llegar a estas conclusiones, los científicos recopilaron información de casi 4.000 mujeres —de 2.403 vacunadas, y de 1.556 no vacunadas o del grupo de control— sobre su periodo. 

Sin embargo, en este estudio no se observaron cambios en la duración e intensidad del sangrado menstrual, algo que contradice las conclusiones del otro estudio noruego, aún pendiente de revisión, y que ha corrido a cargo del Instituto Noruego de Salud Pública. El organismo ha hecho una encuesta a una cohorte preexistente —un grupo de población a la que ya se le estaba haciendo un seguimiento para trabajos de investigación— de unas 5.700 personas. Los científicos preguntaron a las participantes si habían experimentado cambios en el ciclo menstrual antes y después de cada dosis de vacuna, y vieron que había habido un aumento en el número de personas que notaron que su período era más abundante de lo normal después de la vacunación, tanto después de la primera como de la segunda dosis de la vacuna. Este ensayo tampoco cuenta con un grupo de control.

Se necesitan más estudios

Ambos estudios presentan limitaciones importantes que impiden determinar que las vacunas alteran el ciclo menstrual. De hecho, los propios investigadores insisten en que es necesaria una investigación más completa. Ejemplo de estas limitaciones es que, en ambos casos, los científicos, destacan que han elegido solo ciclos que ellos consideran normales (24–38 días) mientras que el noruego también señala que al haber hecho el cuestionario a posteriori, esto es, después de que haya tenido lugar la vacunación, “existe la posibilidad de una clasificación errónea de los resultados debido al sesgo de recuerdo”.

El Comité Asesor de Vacunas (CAV) español también destaca que la muestra estudiada en la publicación estadounidense “no es representativa del conjunto de la población estadounidense, por el perfil de las mujeres que usaban la aplicación informática que permitió obtener los datos mencionados (elevada representación en la muestra estudiada de mujeres blancas, con estudios universitarios, delgadas y que no usan anticonceptivos hormonales)”, mientras que en el caso del estudio noruego “aún en fase de prepublicación”. 

¿Cómo saber si existe realmente tal relación?

Para poder confirmar una relación causal entre la vacuna de la covid-19 y las alteraciones del ciclo menstrual, son necesarios “estudios prospectivos como los que se hicieron de seguridad de las vacunas”, señala Carmona, que incluyeran como “uno de los outcomes (resultados) analizar la diferencia, o no, en la presentación de alteraciones menstruales en el grupo que recibió vacunas frente al grupo que recibió placebo”.

Es algo que también considera necesario Ángel Hernández Merino, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP), quien en conversación con Verificat señala que cuando en el artículo del CAV hablan de que son necesarios “estudios de calidad para resolver la incertidumbre” y hablan de diseñar una investigación específicamente diseñada para descubrir si la vacunación es la causa directa del trastorno, qué mecanismos ha producido el pinchazo o qué magnitud puede tener este efecto en la población expuesta a la campaña de inmunización. No se trata de buscar solo “el relato formal (estudios observacionales) o informal de casos sospechosos”, apunta.

Hay que recordar que “existe una amplia variabilidad en los ciclos menstruales entre una mujer y otra, e incluso en cada mujer a lo largo de la vida. La edad, los antecedentes, la paridad, el índice de masa corporal o la práctica deportiva son factores relacionados con las características de los ciclos menstruales”, señala Albi. 

El experto también indica que existen factores "como la enfermedad o el estrés que pueden alterar el sangrado” y recuerda que la pandemia causada por el SARS-CoV-2 y las medidas de respuesta “han sido una fuente de ansiedad y estrés muy importante en el conjunto de la población, que no podemos olvidar a la hora de estudiar una posible relación entre la vacuna de la covid-19 y las alteraciones menstruales”.  

¿Cómo podría alterar la vacuna el ciclo menstrual?

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Los científicos consultados no creen que haya “una respuesta clara” a esta pregunta, tal y como señala Albi: “Es cierto que se han comunicado alteraciones del ciclo menstrual en pacientes vacunadas con cualquiera de las vacunas, por lo que la alteración menstrual estaría relacionada más con la respuesta inmune que con el propio fármaco”, indica el experto.

Por su parte, un artículo en la web de la alianza GAVI, organismo internacional encargado de mejorar el acceso a las vacunas en los países en desarrollo, señala que “la ocurrencia de los ciclos menstruales de las personas está regulado por una diafonía química entre el cerebro y los ovarios, que puede verse interrumpida por el estrés físico o emocional”, y que “la vacunación podría contar como un factor estresante físico, porque está diseñada para desencadenar una fuerte respuesta inmunológica”.