ENTENDER + UNA INDUSTRIA CLAVE

El sector turístico más allá del ocio

Tras la obligada suspensión del año pasado por el covid-19, el próximo lunes arranca en Barcelona una nueva edición del Mobile World Congress, aunque con formato reducido. Barcelona, una de las primeras ciudades de Europa y del mundo en acoger un mayor número de congresos internacionales, espera empezar a recuperar este año el pulso del turismo de negocios. Una industria que, merced a la pandemia y el teletrabajo, ha incorporado una nueva oferta: el ‘workation’. Dos expertos, Amanda Sánchez Lahosa, del CETT-UB, y Pablo Díaz Luque, de la UOC, abordan los retos del futuro.

Ambiente en la feria Fitur del año pasado

Ambiente en la feria Fitur del año pasado / David Castro

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Amanda Sánchez Lahosa y Pablo Díaz Luque

El número de reuniones (convenciones, congresos, jornadas, etc.) celebradas en España en 2019 ascendió a 29.603, un 14,7% superior a 2018, a las que asistieron 4.791.982 participantes, lo que supuso un incremento de un 11,4% respecto al año anterior, llegando a registrar las cifras más altas dentro de la serie histórica de los informes estadísticos del Spain Convention Bureau. El impacto económico directo superó los 7.000 millones de euros. España se sitúa en puesto el 15 en el mundo y el quinto en el ranking europeo en el ámbito de los viajes de negocios. Barcelona y Madrid se encuentran entre las cuatro ciudades más importantes de Europa en la organización de eventos, ferias y congresos. Pero la pandemia frenó en seco al sector, que ahora intenta poco a poco recuperar el pulso.

El futuro del turismo de negocios se tiñe de verde

Amanda Sánchez Lahosa. Coordinadora de la especialización Dirección de Eventos del máster en Dirección de Empresas Turísticas del CETT-UB

La pandemia del covid-19 dejó sin aliento al sector turístico a nivel mundial, con una caída del 77% de los visitantes extranjeros en España durante el año 2020, siendo el turismo de negocios uno de los principales afectados. Si bien el avance de la vacuna está permitiendo que el turismo vacacional empiece a coger fuerza con la llegada del verano, parece que aun hay ciertas dudas y reticencias sobre el futuro del denominado turismo de negocios. 

Si ponemos la vista en el año 2019, la gallina de los huevos de oro no hacía más que crecer, batiendo records de impacto económico año tras año. Ciudades como Madrid y Barcelona resultaban ser muy atractivas para la realización de eventos, gracias a sus equipamientos, su clima, sus conexiones y su calidad de vida. Sin embargo, cara al futuro, parece que estos factores ya no serían suficientes, y los especialistas afirman que, para recuperar la industria de los viajes de negocios, será imprescindible que las políticas de empresa se comprometan con la sostenibilidad según los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la Agenda 2030.

Se augura que el perfil del futuro visitante tenga un mayor interés en la innovación, la cultura y la ciencia. Tanto empresas como viajeros, estarán cada vez más concienciados de la urgente necesidad de protección del medio ambiente, y algunas de las medidas adoptadas serán: aumento de tasas para medios de transporte, refuerzo de estrategias de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), o implementación de economías verdes por parte de los gobiernos.

Se necesita un lavado de cara que vaya más allá del 'greenwashing'

Por otra parte, la colaboración alineada entre la administración pública y el sector empresarial privado será fundamental para impulsar y fomentar de nuevo nuestro destino, con un imprescindible lavado de cara, mucho más allá del 'greenwashing'. Este foco se dirigirá hacia las denominadas tres P: 'people, profit & planet', recalcando la importancia de potenciar el bienestar del trabajador y el cuidado del planeta.

Otro aspecto positivo es que, el parón provocado por la pandemia, ha incentivado la elaboración de nuevos planes estratégicos para trabajar las fortalezas de los diferentes mercados. La intención principal es atraer a un turismo de más calidad, de estancia más larga y gasto mayor, como por ejemplo el mercado asiático u otro potencial mercado del que no se habla tanto, el de las personas con discapacidad. La recuperación proviene de un turismo más inclusivo, diversificado y accesible.

Tampoco podemos dejar de lado al Big Data que, con su análisis e interpretación de grandes volúmenes de datos, será un elemento clave para entender cómo ha cambiado el mundo y conocer a nuestro turismo receptor antes de su llegada. De esta manera, podremos adaptarnos para ofrecer un nuevo modelo más experiencial y personalizado, que inspire la llegada del perfil de visitante que más nos convenga.

Acto de inauguración del salón ISE 2021 de Barcelona, con estrictas medidas de seguridad sanitaria, a primeros de mes.

/ ACN / AINA MARTÍ

Y si bien la pandemia nos ha enseñado que muchos de los viajes de negocios pueden ser sustituidos por reuniones y eventos digitales, el 'Barómetro' de Braintrust sigue señalando un aumento en el sector, que nos situará a niveles precovid en 2025. Esta consultora también asegura que en los próximos 10 años se desplomarán los desplazamientos en avión inferiores a dos horas y media pero que, por el contrario, el crecimiento de los viajes de larga distancia se sostendrá en el tiempo. 

BCN tiene ya confirmados 41 congresos en 2021 y 44 el próximo año

De momento, según anuncia la web de Barcelona Convention Bureau, la capital catalana tiene confirmados, a día de hoy, 41 congresos en 2021 y 44 congresos en 2022. Esta cifra irá creciendo a medida que avance el año y, con él, la confirmación de las candidaturas abiertas, gracias al progreso de la vacunación a nivel mundial.

Actualmente, ferias híbridas como Fitur, realizada en Madrid el pasado mayo, o el congreso ISE (Integrated Systems Europe) celebrado del 1 al 4 de junio en Barcelona, sirven como pruebas piloto para los futuros eventos que están por llegar, como el Mobile World Congress, previsto a finales de mes. La intención es poner de manifiesto que la seguridad está más que garantizada y que hay que recuperar la confianza para volver al ruedo. Las acciones más habituales que se están ofreciendo para ofrecer tranquilidad son los pasaportes covid, las pruebas de antígenos, el uso de mascarillas y la toma de temperatura en accesos.

Durante la celebración del congreso ISE, su director general, Mike Blackman, manifestó la importancia del 'networking' presencial, permitiendo a los visitantes la oportunidad de volver a reencontrarse con clientes y compañeros del sector. Y es que, pese a que el teletrabajo y las videoconferencias ofrecen múltiples ventajas, la falta de contacto humano sigue siendo algo que los profesionales de los negocios sostienen echar de menos, ya que mejora las relaciones con los clientes y su consiguiente confianza. Además, este tipo de turismo ayuda a desestacionalizar y es un gran recurso para descentralizar y beneficiar el reparto por barrios de los visitantes.

Definitivamente, la implantación y preservación de un nuevo modelo de turismo de negocios está en manos de todos para favorecer, no solo a la economía y al visitante, sino también al ciudadano local y al medio ambiente. Nuestro deber principal es concienciarnos y empezar a actuar desde ya, porque el futuro del sector únicamente prevalecerá en el tiempo si conseguimos teñirlo de verde. 

‘Workation’, la nueva reinvención

Pablo Díaz Luque. Profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC

La difícil vivencia de una pandemia ha cambiado hábitos y modificado ciertos comportamientos. El mayor contacto humano, propio de la cultura mediterránea, ha podido quedar mediatizado y quizás ya no volvamos a ser tan cercanos en nuestras presentaciones y encuentros. El tiempo dirá si nos terminamos pareciendo más a otras culturas de mayor distancia social en las interacciones. Lo dudo.

Simultáneamente al cambio en estos comportamientos sociales, nuestras costumbres laborales y vacacionales también se modifican. Así, la necesidad forzosa de aumentar el teletrabajo por las semanas de cuarentena vividas han terminado teniendo impacto y acelerando procesos de trabajo a distancia; tanto en la actividad empresarial privada como en las administraciones públicas. 

En esta coyuntura, el sector turístico, tan adaptativo y dinámico como siempre, vuelve a reinventarse y términos como 'workation' aparecen con fruición. 'Workation' sería el nuevo término proveniente del inglés que viene a aunar el trabajo y las vacaciones. Se trata de una vanguardista tendencia en el sector hotelero que ofrece toda clase de facilidades para trabajar al mismo tiempo que se disfruta de una estancia vacacional, digamos que a media jornada.

Dos mujeres teletrabajando desde un hotel de Barcelona.

/ EL PERIÓDICO

Pocas son las grandes cadenas hoteleras que no están anunciado mejoras en este sentido. Lejos empiezan a quedar ya las tristes esquinas de 'halls' de recepción donde un ordenador con conexión a internet y una impresora animaban a salir corriendo a la playa o la plaza antes que a hacer un intento por resolver algún asunto laboral. Ahora los hoteles ofrecen toda clase de facilidades, conexiones y espacios para dedicar horas a los quehaceres de trabajo.

Si lo pensamos bien, nos daremos cuenta de que es una tendencia lógica a otras ya en marcha como los nómadas digitales, los espacios de 'coworking,' el 'coliving' e incluso los apartamentos turísticos de la mal llamada economía colaborativa. Efectivamente, los nómadas digitales son una tendencia creciente entre los trabajadores tecnológicos que se lo pueden permitir, y que están ávidos de experimentar-y en muchos casos mostrar- su tipo de vida itínere

Sin embargo, estos viajeros-trabajadores necesitan también espacios de convivencia y trabajo adecuados donde no sentir la soledad del hiperconectado (espacios de 'coworking' o bares y cafeterías preparadas para tal uso y de creciente oferta en las urbes); e incluso vivir una temporada en el destino si te gustó más de lo esperado ('coliving'). Por último, los apartamentos turísticos bien preparados para el teletrabajo empiezan a ser escenarios frecuentes en los destinos orientados a estos viajeros o turistas conectados al trabajo.

Turisme de Barcelona lanza una campaña para captar a los ‘workationers’

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Los destinos turísticos captan estas dinámicas y presentan sus espacios como idílicos para el trabajo a distancia de turistas digitales de interesante consumo. Así, recientemente, Turisme de Barcelona lanzaba su campaña 'Barcelona Workation' como una especie de programa ampliado de vacaciones y trabajo en un destino, ofreciendo alojamiento, descuentos e incluso programas de salud y movilidad especiales para los visitantes 'workationers'. Hay mucho trabajo por hacer en este sentido ya que Barcelona, pese a los buenos ingredientes que parece poseer para atraer a estos turistas, no aparece en los principales ránkings de ciudades para trabajar en remoto. Ciudades como Budapest, Lisboa e incluso Madrid, en Europa, parecen superar a Barcelona dependiendo del ránking que se visualice. Cierto es que la mayoría de estos ránkings se focalizan en aspectos del coste de la vida como principales factores, pero algo quieren decir los mismos. 

La práctica puede suponer otra vuelta de tuerca a la explotación turística de BCN

En todo caso, se trata de programas de reactivación de un sector tan dañado en la pandemia y con tanta necesidad de recuperación que, digamos, la necesidad ha podido hacer virtud. Atraer y fidelizar a este creciente número de turistas-trabajadores que pueden operar a distancia y por lo tanto alargar sus estancias vacacionales y su consumo es, sin duda, muy interesante y hasta estratégico. Sin embargo, esta práctica puede suponer otra vuelta de tuerca, si es que no existía ya, a la explotación turística de la ciudad (en este caso de Barcelona). No olvidemos, que los turistas que ahora parecemos echar de menos, antes parecía que los echábamos de más. La incidencia de estos cambios de tendencia y convivencia pueden tener efectos a medir y considerar.  

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