Entrevista

Héctor Ruiz: “El aprendizaje es como el salto de altura: hay una forma óptima de hacerlo”

En el libro 'Aprendiendo a aprender', el biólogo y editor barcelonés explora las evidencias científicas sobre las estrategias de aprendizaje más eficaces y despeja mitos sobre la educación

Hector Ruiz Martín, en Barcelona.

Hector Ruiz Martín, en Barcelona. / de Aprendiendo

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Michele Catanzaro
Michele Catanzaro

Periodista

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A lo largo de 2020, el manual pedagógico '¿Cómo aprendemos?', del biólogo y editor barcelonés Héctor Ruiz Martín, obtuvo un éxito importante entre maestros y profesores. Hace poco, el director de la International Science Teaching Foundation y opinador de El Periódico ha publicado una versión divulgativa de ese libro técnico, de la cual pueden disfrutar padres, madres y otras personas interesadas en mejorar la educación.

-En la escuela como en el fútbol todo el mundo opina. ¿Cómo distinguir las afirmaciones objetivas?

Tenemos ciencia que trata de entender cómo funciona el aprendizaje. Podemos basar lo que hacemos en décadas de trabajo de miles de investigadores, más que en nuestra experiencia individual. Hay ciencia, pero no se ha transferido a la comunidad educativa.

-¿Cuánto sabemos realmente sobre el aprendizaje?

Es una ciencia muy joven. Sabemos poco, pero es mejor que nada. Es lo suficiente como para aprovecharnos de ello y provocar cambios. En la educación sucede lo que ocurrió en la medicina hace un siglo: pasó de basarse en la tradición y la experiencia personal a incorporar evidencia.

"La educación está pasando de la tradición y la experiencia personal a incorporar evidencia"

Héctor Ruiz Martín, biólogo y autor de "Aprendiendo a aprender"

-¿Qué es para usted un aprendizaje exitoso?

Desde un punto de vista neurológico, es un cambio en la memoria de largo plazo, en las conexiones entre nuestras neuronas, que nos permite reaccionar de manera distinta. El aprendizaje profundo es duradero. Se puede transferir a contextos distintos a aquellos en los que has aprendido. Es funcional, o sea útil para crear y resolver problemas. Es productivo, o sea se puede emplear para adquirir nuevos conocimientos.

-Si me esfuerzo para aprender y no lo consigo, ¿quiere decir que soy poco listo?

Como en toda habilidad, uno puede tener más o menos facilidad para aprender. Pero la mayoría de las personas pueden llegar a aprender cualquier cosa. Depende de lo que haces cuando aprendes, de la manera en que te esfuerzas. Además, cuanto más sabes sobre algo, más fácilmente aprendes cosas nuevas. Las oportunidades de adquirir ese conocimiento no son innatas. Ya a los tres años de edad puede haber enormes diferencias en el vocabulario que se domina en función de aspectos socioeconómicos. Eso va a influir en la capacidad de aprender más. 

"Puedes aprender cualquier cosa: depende de cómo lo haces"

Héctor Ruiz Martín, biólogo y autor de "Aprendiendo a aprender"

-¿Cada uno tiene su estilo de aprendizaje?

Esto es un mito que la ciencia ha desmentido. Sin embargo, más del 90% de los docentes cree en los estilos de aprendizaje. Están confundiendo lo que le gusta más hacer [al que aprende] con lo que realmente le es más útil. En realidad, hay estrategias comunes para todo el mundo. Es como en los saltos de altura: hay una forma óptima de hacerlo, que es la mejor para todo el mundo. Hay gente que llega espontáneamente a las estrategias más eficaces sin saberlo.

Un alumno de primaria hace los deberes, durante las semanas de confinamiento

/ EDUARDO PARRA

-¿En qué se basa para decir que hay estrategias de aprendizaje más exitosas que otras?

Nuestro cerebro no lo guarda todo. Aprende conectando una parte de la nueva información que recibe con conocimientos relacionados que ya tiene. Por ejemplo, cuando tienes una experiencia, esta te genera un recuerdo. Cuando lo recuperas, no estás recuperando exactamente lo que ocurrió, sino una mezcla con experiencias posteriores y anteriores relacionadas. Recordar no es reproducir, sino reconstruir a partir de múltiples experiencias. Así lo reveló la psicología cognitiva hace un siglo y luego la neurociencia aportó evidencias que lo respaldan. Aprender genera y refuerza conexiones entre neuronas.

-¿Qué tiene que ver eso con las estrategias para aprender?

En la práctica eso significa que es importante dar significado a lo que estás aprendiendo a la luz de tus conocimientos: explicarlo con tus propias palabras, obligarte a que tenga sentido para ti, compararlo con otras cosas que conoces, generar ejemplos de tu propia cosecha, generar analogías, buscar patrones que te resulten familiares en esa información. Por ejemplo, para aprender una palabra la puedes relacionar con palabras que ya conoces. Las conexiones atan la información a tu memoria y son los caminos que te llevan a ella.

"Hacer conexiones, cambiar de contexto y evocar son algunas estrategias de aprendizaje exitosas"

Héctor Ruiz Martín, biólogo y autor de "Aprendiendo a aprender"

-¿Hay otras estrategias exitosas?

Una es diversificar: cambiar el contexto en el cual estás pensando ese concepto. Pensarlo desde otra perspectiva. Así generas más caminos para volver allí cuando quieras recuperarlo. Otra estrategia es la evocación: en lugar de volver a escuchar o leer un concepto o un hecho, es mucho más útil volver a explicarlo a alguien, o a ti mismo, o resolver un problema usando ese conocimiento. Muchos alumnos leen, releen, subrayan y leen lo subrayado, y no se dan cuenta de lo importante de repetir en voz alta o hacer ejercicios.

-¿Es cierto que lo que más cuenta es la motivación?

La motivación por sí sola no hace que tu cerebro aprenda mejor. Te ayuda a intentarlo y te lleva a dedicar más tiempo y esfuerzo. Pero si acabas sin aprender, la motivación va a caer empicado. Necesitas esos éxitos que retribuyen la motivación. Hay que motivar, pero también ayudar a que el esfuerzo sea productivo.

"La motivación por sí sola no hace que tu cerebro aprenda mejor"

Héctor Ruiz Martín, biólogo y autor de "Aprendiendo a aprender"

-¿Cuáles son las falacias sobre el aprendizaje más comunes?

Los estilos de aprendizaje es una de ellas. Otra es creer que la memoria es como un músculo, o sea que si la ejercitas memorizando, mejorará. Memorizar cosas que no conectas con conocimiento previo sirve. Otra es el papel de las emociones. Estas hacen más memorables los eventos, pero ese efecto no se transfiere a la memoria semántica, que nos interesa en clase. Si haces un experimento con explosiones, los alumnos se acordarán de lo que pasó pero no del concepto que está por debajo.

-¿Se deberían enseñar más estas estrategias en las escuelas?

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Vale la pena enseñar a los estudiantes a aprender. Si pones en una piscina a una persona que no sabe nadar, hará el perrito. Si le enseñamos crol va a sacar su máximo potencial. Le pedimos a los alumnos que aprendan, pero no les enseñamos la manera más eficaz. También hay que formar al profesorado sobre estrategias de aprendizaje y proporcionarles herramientas, oportunidades y tiempo para aplicarlas.

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