ENTREVISTA

Salvador Martí: "En América Latina el covid se vive como un peligro más"

El catedrático de Ciencias Políticas de la Universitat de Girona ha coeditado un libro de ensayos que retrata cuán diferente se vive la crisis del coronavirus en el subcontinente

Girona 30 11 2020   Retrato de Salvador Marti  escritor del libro Politica y crisis en america latina   el el interior de la biblioteca Salvador Allende  Autor  David Aparicio

Girona 30 11 2020 Retrato de Salvador Marti escritor del libro Politica y crisis en america latina el el interior de la biblioteca Salvador Allende Autor David Aparicio / David Aparicio

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Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

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Los catedráticos de Ciencias Políticas Salvador Martí (Universitat de Girona) y Manuel Alcántara (Universidad de Salamanca) han editado un necesario libro de ensayos sobre el impacto del covid en América Latina: ‘Política y crisis en América Latina’ (Marcial Pons). Necesario para quienes quieran saber, más allá de los titulares de prensa, qué está ocurriendo en ese lado del mundo en estos tiempos de coronavirus. Como es habitual, en ese lado del mundo todo es muy, muy distinto.

-Tengo la impresión de que el covid no es la preocupación prioritaria de los latinoamericanos en estos momentos. ¿Quizá es porque hay problemas igual de graves, o más graves?

-Ciertamente. Hablamos de una población que en gran medida vive de la informalidad. Hay países como Perú, Bolivia y Paraguay donde hay casi un 70% de informalidad, y pensemos que la media de América Latina está sobre el 55%. En esas condiciones es casi absurdo hablar de confinamiento, o de hacer políticas que sean proactivas y agresivas, porque la población vive al día. Por lo tanto, al final, el covid es algo con lo que conviven.

-El contraste con Europa es notable. Lo que aquí es noticia de primera página desde hace 10 meses, allí es la sexta o séptima información del día.

-Usted lo ha dicho. En México ya han muerto 100.000 personas por el covid, pero en México el covid no es tema. Hoy en día Playa del Carmen o Cancún están en pleno apogeo y las únicas prevenciones son las de salud. Allí no han cerrado nada. Para decirlo de otra forma: ni el Estado tiene capacidad ni la gente se lo puede permitir, así que la gente convive con el covid como una vulnerabilidad y un peligro más sumado a todos los peligros que hay allí.

-Si la gestión del covid fuera una ecuación, esa incapacidad del Estado sería un factor clave, ¿no?

-Así es. El covid ha puesto en el centro de atención la capacidad de gestión del Estado, y lo que ha ocurrido en América Latina en los últimos 15, 20 o 30 años es que ha habido un proceso de desmantelamiento y desinstitucionalización: a través de privatizaciones, rebajas fiscales, tercerizaciones… En el ámbito sanitario no hay Estados robustos que puedan proteger.

-De todas maneras, el latinoamericano medio nunca ha esperado grandes cosas del Estado.

-Efectivamente. Y es más, si uno mira quién se protege del covid, en el fondo tiene que ver con la estratificación social. Las clases medias y altas se encierran y son muy cautelosas, porque pueden hacerlo, porque tienen mecanismos para hacer conductas semejantes a las europeas, pero la gente humilde, que es como mínimo la mitad, para ellos la vida sigue, no esperan demasiado del Estado y en su abanico de amenazas perciben que esta es relativamente menor.

-Estamos hablando de un subcontinente muy variado, compuesto por muchos países. ¿Qué caso destacaría como de éxito en la lucha contra la pandemia?

-Digamos que Uruguay. En un inicio eran Uruguay y Costa Rica, pero a Costa Rica se le están complicando las cosas. Uruguay es un país con poca población, está relativamente aislado…

-¿Aislado?

-Quiero decir que en Montevideo nadie está de paso, que tú vas a Uruguay solo si quieres ir a Uruguay. Pero aparte de eso, es un país que lleva a cuestas 15 años de un Gobierno del Frente Amplio que invertía en la salud pública, y que ahora tiene un nuevo Gobierno que ha hecho un liderazgo sensato. Hay una cultura política de una relativa credibilidad, hay confianza en las instituciones...

-Entiendo. ¿Y en el otro extremo estaría Brasil? ¿Brasil es un caso aparte?

-Brasil es un caso de país que no tiene un sistema de salud pública universal y gratuita que proteger. Nadie va a colapsar el servicio público de salud porque no existe. Para Bolsonaro es más importante que la economía no cierre, que siga adelante, y en eso conecta con los más pobres, que necesitan salir cada día, y con un sector neoliberal muy reaccionario. Su estrategia, que en el extranjero parece una locura, creo que en Brasil tiene bastantes adeptos.

-Teniendo en cuenta la vulnerabilidad de las economías latinoamericanas, ¿qué se puede esperar tras la pandemia?

-Yo tengo la sensación de que el impacto de esta crisis en América Latina va a ser semejante al del ‘crack’ del 29 o incluso al de la crisis de la deuda, que fue brutal. La región depende tanto de las ‘commodities’ y del comercio internacional que este tipo de crisis la hacen aún más vulnerable. América Latina va a depender mucho de la activación del resto.

-¿Se ha hablado más que se ha hecho, en América Latina?

-Sí, es una tendencia. Cuando la política no es capaz, se suple con grito, es decir, se suple con discurso, y por eso ha habido una hiperventilación, una sobreexposición de los presidentes. Pero en España ocurre algo muy similar. Mi teoría es que en España estamos a mitad de camino entre la Europa europea y América Latina. Nos parecemos más a países como Uruguay o Chile que a Noruega o Suiza.

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- Habida cuenta de que el covid no tiene la relevancia que en Europa, no es esperable que haya grandes cambios políticos en las elecciones por venir, ¿no?

-Bueno, hay una cuestión que va a ser clave: la gestión de las vacunas. Habrá mucho dinero de por medio porque seguramente habrá créditos, y eso implica capacidad de gestión, y esa gestión es la que va a marcar lo que se perciba como buena o mala política. Porque puede ocurrir que sean buenos gestionando eso o que sea un fracaso. Que haya especulación, corrupción… Así que yo creo que la bronca en América Latina está por venir.