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Jordi Pota: "La magia debe convertirse en un arte escénico con mayúsculas"

Formado como mago y actor, reivindica el teatro-magia como concepto para que lo mágico vuelva a encandilar como antaño

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zentauroepp48931061 jordi pota190708124038 / XAVIER GONZÁLEZ

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Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

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"Yo me siento muy mago y me siento también muy actor", suelta Jordi Pota. La frase resume su manera de estar en el escenario. Y su formación. Es un binomio, lo suyo, y se llama teatro-magia. Oriundo de Tona, director artístico del festival Una tona de màgia y de varios espectáculos en los que plasma su manera de entender lo mágico, mago televisivo y mago escritor, Pota está echando mano de un recurso de nuestro tiempo para sacar adelante su próximo espectáculo: una recaudación de fondos por internet. Un 'verkami'. He aquí el porqué. He aquí el para qué.

-Actor y mago. Lo digo, ya sabe: para que se explaye.

-Mire, yo siempre parto antes del mundo del actor que del mundo del mago. Creo que la magia es una herramienta para explicar algo. No hago juegos de magia porque sí, sino para explicar algo y hacer pensar un poco al espectador.

-Entiendo. Pero sospecho que se puede explayar más.

-Lo que quiero decirle es que primero busco de qué quiero hablar. De ahí saco unos conceptos, y de los conceptos intento sacar un juego de magia potente. Pero antes del juego siempre busco un qué, una lógica.

-¿Por qué no ser un mago convencional?

-Le explico: yo creo que la virtud y el problema de la magia es el secreto. En su momento el secreto fue importante porque el público no sabía que detrás había un truco, podía pensar que era real… Pero ahora ya no. La magia antes transmitía por sí sola, con el solo efecto la gente flipaba, podía llorar, gritar, podía espantarse o salir corriendo. Ahora es evidente que hay un truco.

-Luego el efecto por sí mismo no aguanta. Luego hay que hacer algo más. ¿Entiendo bien?

-Sí. La magia debe convertirse en un arte escénico con mayúsculas. Nos hemos de formar en todo: el teatro, la danza, el mimo, el clown, todas esas cartas que te pueden ayudar a subir al escenario y volver a emocionar al público al 100%, como antes. En mi caso particular, aplico una historia, una lógica, un hilo conductor. Eso sí, sin dejar nunca la magia en segundo plano.

-¿Aplica estos criterios en el festival?

-Inevitablemente. Cuando pensamos en la programación en lo primero que pensamos es en el concepto: de qué queremos hablar. Por ejemplo: el año pasado hablamos de la energía. Y el anterior, del ritual.

-¿El ritual?

-De dónde viene la magia, cuándo nació. Y justamente: nació de la mano del teatro. Los rituales ancestrales prehistóricos eran una expresión teatral compuesta por una seguidilla de coreografías que provocaban algo mágico, como por ejemplo la lluvia. Iban de la mano, nacieron al mismo tiempo, ¿en qué momento se divorciaron?

-Hábleme de esa colecta. ¿Son comunes los 'verkamis' en el mundo de los magos?

-Yo creo que no hay muchos. Lo que pasa es que un espectáculo de estas medidas cuesta mucho y has de buscar maneras de financiarlo.

-¿Medidas?

-Es el espectáculo más grande que he hecho nunca, pero grande en el sentido de ambicioso. Así que dijimos, ¿por qué no hacemos un 'verkami'? Vivo siempre intentando crear cosas nuevas, y eso significa gastar dinero creando cosas nuevas.

-¿Me puede hablar del espectáculo?

-No mucho: será todo en un formato que no vamos a revelar hasta que la gente no entre en el teatro.

-Adelánteme algo.

-Se llama ‘Bliss, cinco claves mágicas para la felicidad’, y es un concepto de espectáculo donde todo cambia: el espectador no es espectador, el mago no es mago, el espacio no es el teatro. Y por cierto: cada clave mágica es producto de una investigación real. En psicología, en psicoanálisis, en' mindfullness'… He investigado.

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-He visto la página. No va mal.

-No va mal, hemos conseguido casi el 70%. Nos falta un pequeño empujón, y a ver si llegamos.