"Antes de comprar un piso hay que conocer el vecindario"

Es un sabueso inmobiliario. Su misión es dar con el piso que el cliente quiere con las mejores garantías y precio.

Jordi Clotet, en el balcón de su oficina, en el Eixample. / FERRAN NADEU

Elegir el espacio que será el propio hogar puede ser uno de procesos más agotadores y estresantes que uno afronta en la vida, sobre todo para un urbanita con vida acelerada. El asunto puede acabar en chasco, decepción o incluso en algún grave error que uno arrastre tantos años como sentencie su hipoteca. Para que la misión sea más llevadera y fructífera, en los últimos años han aflorado perfiles profesionales adiestrados solo para buscar a la carta y con final feliz. Los 'personal shopper inmobiliarios' son sabuesos al servicio exclusivo del comprador.

-¿Cómo se convierte uno en asesor personal de compra de viviendas?

-Llevaba muchos años como agente inmobiliario y cada vez más ayudando a personas a encontrar lo que buscaban, hasta que vimos que sería mejor trabajar solo para el comprador, porque sus intereses no son los mismos que los del vendedor.

-¿Algo que en Estados Unidos se lleva muchos años normalizado, verdad?

-Exacto, y en muchos países de Europa. Aquí quien paga comisión a una agencia tradicional es el vendedor, así que lógicamente nadie mira realmente por los intereses del que compra. Con Helena Gallardo hace cuatro años que fundamos Nexitum en Barcelona, para cubrir esta necesidad de mercado y creamos un método propio, que explicamos en un libro con el mismo nombre.

-¿Qué tipo de clientes llega a ustedes?

-De todo tipo y presupuesto. Desde el perfil joven que busca primera vivienda al de más de 40 años que necesita encontrar algo más grande para la familia. Los compradores vienen normalmente recomendados por el boca a oreja. Les entrevistamos para conocer con exactitud sus gustos, necesidades y lo que sacrificarían o no. Y les asesoramos sobre las opciones. A un 30% le decimos que sus opciones no son realistas.

-¿Cómo empieza la caza? Algunos portales anuncian más de 17.000 pisos en venta solo en Barcelona...

-Precisamente, los profesionales como nosotros podemos ofrecer cualquier cosa que esté en venta. Trabajamos con agencias, con particulares, con administradores de fincas... Seleccionamos las mejores opciones para que no pierdan tiempo. Y para que el cliente no se encuentre solo en medio de muchas dudas o presiones para que compre.

-¿Y trampas?

-No solo hay que encontrar un piso o casa bonito. Tengo detrás un equipo de colaboradores, arquitectos, abogados... Hay que asegurar que la vivienda no esconda sorpresas, la finca esté en buen estado o no arrastre problemas ni afectaciones; es necesario negociar el precio y mejores condiciones. Lo averiguamos todo antes de dar el paso final.

-¿Todo?

-Sí, es muy importante la actividad que haya en el edificio o si hay vecinos conflictivos. Hay que conocer el vecindario. Hemos llegado a parar operaciones de compra al descubrir que un piso contiguo era un prostíbulo encubierto o que en la finca había un piso turístico problemático.

-¿Cuánto cuesta de media en Barcelona hacer realidad los deseos del que busca?

-Unas nueve semanas. Lo importante es contratar a un 'personal shopper inmobiliario' de verdad. Ahora hay muchas inmobiliarias que dicen integrarlo en sus servicios. Pero no existen los llamados intermediarios porque no se puede trabajar para los dos bandos, ni ofrecer por conveniencia pisos que ya gestionan en venta. Y un asesor no es un servicio elitista, el coste se compensa en la negociación del precio y la hipoteca.

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-¿No se desmotiva viendo otra vez una locura de precios?

-Las viviendas a precio de mercado se venden rápido y tienen comprador. Las que están infladas pasan meses hasta quemarse.

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