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Toni Segura:«Con la jardinería acabas vendiendo salud mental»

El maestro jardinero Toni Segura ilumina los rostros transmitiendo lo mucho que pueden hacer las flores y plantas en nuestras vidas

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icoy36912355 toni segura170118182302 / FERRAN NADEU

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Carme Escales
Carme Escales

Periodista

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Ponga un jardín en su vida, y su vida florecerá. Este podría ser uno de tantos eslóganes que resumen el mensaje de Toni Segura (Sant Just Desvern, 1978), su discurso y su actividad. Es profesor de jardinería, y casi todo lo que enseña lo aprendió en los bosques y montañas que se sentó a observar. Menor de seis hermanos, fue el niño que quiso ser niño. En clase se aburría, quería jugar, correr y aventurarse, libre al aire libre. Durante el curso, todo suspendía, y en verano, entre ovejas y gallinas, en el campo, estudiaba, y con ganas, todo lo antes no estudiado. Y en septiembre, aprobaba. Así, año tras año.

–¿Era la naturaleza lo que le faltaba? A mí, y a todos los niños.  La educación es algo impuesto sobre lo humano y natural. En realidad, nos dificulta el aprendizaje, porque todo está basado en la práctica capitalista. A mi hija, de 8 años, le enseñaban matemáticas con ejemplos de dinero y compras. Y yo le dije a su maestra: ¿No habría otra manera?, ¿Por qué no contar productos de un huerto? Y me invitó a participar en una clase y les hice un hotel de insectos. Siempre hay otra manera más sostenible de hacer.

–¿Los regalos de los niños, también? En sus cumpleaños, mi hija regala un clavel de aire a cada uno de sus amigos.

–Eso es sembrar, o trabajo de hormiga, o lluvia fina, pequeños cambios poderosos. Si le preguntas a un niño cuántas marcas comerciales conoce, seguro que te dirá unas cuantas. ¿Y nombres de plantas? Ninguna, y eso es para mí un grave problema.

–¿Por qué? Sin las plantas no podríamos vivir. Desde que despertamos, hasta que nos acostamos, todo nos llega de la naturaleza, pero vivimos al margen, sin cuidar nuestra relación con ella. El café que tomamos en el desayuno es una planta; la ropa que vestimos, proviene de plantas, nuestra vida está hecha de plantas y plantas, pero las ignoramos. Hemos hecho la geografía humana hegemónica, sin una utilidad social.

–El próximo domingo (18.00 h), ofrecerá una ponencia en Expohogar (Fira de Barcelona, 21-24 enero). La ha titulado: Beneficios de la planta viva en los espacios comerciales. Háblenos de esos beneficios. Incorporar plantas en nuestros espacios aporta 20 cosas buenas. Generan una humedad relativa, beneficiosa para quien tiene irritaciones pulmonares o dolores de cabeza; la planta en un espacio nos guía, es reguladora del frío y del calor... Yo motivo a remangarse e introducir plantas en nuestros espacios, para darles vida. Con la jardinería, acabas vendiendo salud mental.

–¿Y en un espacio comercial qué hacen? Por ejemplo, en el lugar destinado a la cocina, montas un herbolario, con tomillo, que es el antibiótico natural, romero, hierbaluisa, rúcula, cilantro, menta, ajedrea... Cuando pruebas los huevos fritos con ajedrea, ya no los puedes comer de otro modo. ¿Sabes cuántas sopas puedes preparar con diferentes plantas?

–¿Su casa es autosuficiente? Aún no. Pero me la hice yo. Ahora sé que empecé Arquitectura para eso. Antes del año, dejé la carrera y me puse a construir mi casa, en el Montseny, junto al bosque. Pensé, ¿por qué el hombre tiene que ser el único animal que no construye su casa? 

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–¿Cuánto tardó? Diez años. Pedí una hipoteca para pagarme a mí mismo la construcción. Luego nació mi hija y la cuidé tres años. Y luego empecé Empresariales. Al año lo dejé para montar mi empresa, www.jardiners.cat. Y ahora estudio Antropología porque me interesa mucho la etnobotánica, las relaciones de la especie humana con las plantas. 

–¿De dónde acaba sacando todo lo que sabe, sin terminar ninguna carrera? Escucho a los más sabios, los abuelos.