Camino hacia el 23J

El PP aspira a una victoria holgada para no tener que incluir a Vox en el Gobierno

Encuesta prohibida de las elecciones generales: cuarto sondeo

El PSOE cruza los dedos y se encomienda a la "remontada"

MADRID 20/07/2023. Mitin de cierre de campañaelectoral del 23J del Partido Popular. Con Alberto Nuñuez Feijóo, Ayuso y Martínez Almeida. FOTO: JOSE LUIS ROCA

MADRID 20/07/2023. Mitin de cierre de campañaelectoral del 23J del Partido Popular. Con Alberto Nuñuez Feijóo, Ayuso y Martínez Almeida. FOTO: JOSE LUIS ROCA / JOSE LUIS ROCA

Pilar Santos

Pilar Santos

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"No ha pasado nada importante desde las elecciones del 28 de mayo. No hay nada relevante que haya podido variar la voluntad general de los españoles, así que vamos a ganar, igual que en mayo en las municipales y autonómicas". La reflexión la hace uno de los asesores a los que más ha escuchado Alberto Núñez Feijóo estos últimos meses. Este fontanero veterano, bregado en mil batallas internas y externas, cree que el PP ganará las generales del domingo aunque tendrá que pactar con Vox para llegar a la mayoría absoluta. Eso, reconoce, es otro cantar y no lo ve fácil. "No sé cuántos dolores de cabeza le vendrán de su derecha", añade en relación a un posible Gobierno de coalición de Feijóo y Santiago Abascal.

Este asesor y también fuentes oficiales del PP no creen que los problemas que ha encontrado su candidato estos últimos días puedan mover de manera significativa la voluntad de los votantes. Si Feijóo arrancó la campaña electoral con mucha fuerza gracias a su buena actuación en el cara a cara con Pedro Sánchez (el lunes, 10), la ha acabado pidiendo la hora para que finalice y los españoles vayan a votar.

Al político gallego le ha sobrado esta segunda semana, que empezó mal, con sus "inexactitudes" sobre lo que ha hecho su partido con las pensiones históricamente, y la ha acabado peor, con Sumar y el PSOE recordando su amistad de los años 90 con Marcial Dorado, condenado por narcotráfico y blanqueo de dinero en el 2003. Este viernes, en una entrevista en la Cope, se enredó con el asunto y dijo: "En aquel momento era contrabandista, me refiero [a que] cuando yo le conocí había sido contrabandista, nunca narcotraficante". En todo caso, en su equipo creen que el asunto, que se conoció en 2013 por unas fotografías publicadas en 'El País', es un asunto zanjado que no afecta a su imagen y no tendrá impacto en los votantes.

Esa diferencia entre la primera semana y la segunda quedó patente, porque Feijóo llegó a decir en el fin de semana de bisagra a los periodistas que creía que podía llegar a los 168 escaños y culminar la mayoría abasoluta con los diputados del PNV, Coalición Canaria y algún otro partido pequeño. Esa euforia ha ido disminuyendo, entre las pensiones y Dorado, y los conservadores han llegado a la meta soñando con acercarse al máximo a los 160 escaños, la cifra que el líder del PP sitúa como la propicia para gobernar en solitario y no tener que incluir así a miembros de Vox en un hipotético Gobierno. Los populares ya comparten ejecutivos con la ultraderecha en tres autonomías: Castilla y León, Extremadura y Comunidad Valenciana.

Feijóo cierra una campaña que se le ha hecho larga por sus "inexactitudes" con las pensiones y su amistad con Marcial Dorado

Las diferencias dentro de Vox

La relación del político gallego con Abascal, que militó en el PP durante casi 20 años y tuvo cargos en Euskadi, es muy buena. En las últimas semanas, Feijóo y otros altos cargos del partido han intentado marcar diferencias entre el máximo dirigente de Vox y sus colaboradores más estrechos, Jorge Buxadé y Kiko Méndez Monasterio. Los populares están subrayando el perfil duro de esos dos políticos en una estrategia que puede facilitarles la futura inclusión de Abascal, supuestamente blando a sus ojos, en un Ejecutivo de Feijóo. "[Abascal] Tiene una cultura orgánica que probablemente otros miembros de su partido no tengan. Tiene una vocación de interés general y probablemente algunos de su partido no la tienen porque no han pertenecido a partidos que han sido determinantes en la construcción de la transición y la democracia española [en referencia al PP]", dijo Feijóo hace tres semanas en un acto de 'La Razón'.

Sedición y 'sí es sí'

Fuentes de la dirección consideran que han llegado en una situación cómoda a la campaña electoral por el resultado de las autonómicas y municipales, en las que arrebataron al PSOE poder territorial, y también por "el hartazgo social acumulado contra Sánchez". Consideran que los indultos de los dirigentes del 'procés' pueden estar "perdonados" por los ciudadanos, pero no así la eliminación del delito de sedición, la reforma de la malversación y los graves errores de la ley del 'sí es sí', que permitió rebajar condenas a delincuentes sexuales.

"No pido el voto para que siga todo igual, sino para cambiar las coaliciones vergonzantes por pactos de Estado. No lo pido para liderar un bloque ni para enfrentarme a otro bloque, sino para ser presidente de la mayoria de los españoles sin excepciones de ningún tipo, hayan o no votado a nuestra formación", dijo este viernes en el mitin de cierre, en A Coruña. "El cambio será para bien, no podrá traer nada malo porque lo malo lo tenemos ahora", concluyó entre aplausos de sus paisanos dando por hecho que será el futuro presidente. Feijóo solo pasó por encima sobre la opción del empate de bloques que pondría en 'pausa' la política española. Otra vez, como en 2015 y 2019.