Interconexión de tuberías

El PSC defiende conectar la red de agua Tarragona con la de Barcelona para casos de emergencia

El partido ha optado por no incluir esta infraestructura en su programa pero sus dirigentes admiten que se trata de una propuesta interesante

Las obras para trasladar agua del Ebro a Barcelona durarían solo ocho meses según los ingenieros

El líder y candidato del PSC, Salvador Illa, en un acto del partido

El líder y candidato del PSC, Salvador Illa, en un acto del partido / MANU MITRU

Guillem Costa

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Lo reclaman los colegios profesionales de ingenieros y economistas. Al poco tiempo, la patronal Foment del Treball se sumó a esta petición, que luego apoyó también la Cambra de Comerç de Barcelona. Y ahora, en plena campaña electoral, es el PSC, el partido que venció en los últimos comicios y el que todas las encuestas dan como ganador esta vez, quien decide defender la propuesta abiertamente.

"Apostamos porque cada cuenca tenga su agua, pero esta es una infraestructura de seguridad hídrica muy útil para casos de emergencia"

— Sílvia Paneque, número 1 del PSC en Girona

La apuesta de los ingenieros es construir una tubería bidireccional que, solo en casos de emergencia, y es importante subrayar este “solo”, pueda trasladar agua del Ebro a Barcelona o agua del Ter y el Llobregat hacia Tarragona. El agua que podría suministrarse a la región metropolitana sería la que ya está incluida en la concesión del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT) y que no se llega a consumir en Tarragona (es agua que procede del 'minitrasvase' del Ebro).

Una de las conducciones del 'minitrasvase' del Ebro a Barcelona

Una de las conducciones del 'minitrasvase' del Ebro a Barcelona / Consorci d'Aigües de Tarragona

Cuando los colegios profesionales lanzaron su propuesta, que aseguran que puede estar lista en solo ocho meses, el líder socialista en Catalunya, Salvador Illa, les agradeció el trabajo pero no se pronunció explícitamente a favor de ella. “Es importante que haya gente preparada buscando soluciones a la situación de la sequía, pero en estos momentos hay soluciones planificadas para garantizar el suministro en el área metropolitana”, aseguró entonces.

La línea del PSC, aquel momento, consistió en dejar que fuese el Govern de Pere Aragonès quien tomase la iniciativa. Sílvia Paneque, la número uno de la lista en Girona y portavoz del partido en la comisión de acción climática, ya dio a entender que era necesario estudiar la interconexión en una entrevista en 'El País'.

“Cada agua, su cuenca”

Hoy, a dos semanas de las elecciones, en el PSC no solo se abren a escuchar la propuesta y a tener el debate sino que defiende esta infraestructura con argumentos. El discurso de Paneque sobre el asunto, pese a estar lleno de matices importantes, es claro: “Nosotros pensamos que, en escenarios de normalidad, cada cuenca debe tener su agua y no apostamos por los trasvases. Sin embargo, esta conexión bidireccional se trata de una infraestructura de seguridad hídrica que sería muy útil solo en casos de emergencia, tanto en un lado de la tubería como en el otro”.

Interconectar el sistema Ter-Llobregat con la red de aguas de Tarragona es una medida tabú puesto que genera reticencias a ciertos sectores ambientalistas y a entidades de las comarcas del Ebro. Pero al mismo tiempo, es una solución cada vez más reclamada en conversaciones a micrófono cerrado por parte políticos, empresarios o ciudadanos preocupados por crisis hídricas como la actual.

De hecho, el director de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), Samuel Reyes, le recomendó al Govern que estimara esta posibilidad en más de una ocasión durante las reuniones de la comisión interdepartamental de la sequía. El Govern de Aragonès, no obstante, en todo momento, al menos en público, siempre se ha mostrado tajantemente contrario a esta posibilidad pese a la demanda de agentes económicos.

Los socialistas han decidido no incluir la interconexión en su programa electoral. Pero Paneque, en conversación con EL PERIÓDICO, afirma que es una respuesta con fundamento y que tiene sentido para usarla solo en situaciones límite, cuando la calidad del agua y el abastecimiento estén en peligro. Además insiste en la idea de usar solo el agua ya contemplada en la actual concesión del CAT.

Los dirigentes socialistas al mando de las políticas ambientales e hídricas ya han repetido en más de una ocasión que para escenarios de emergencia están abiertos a analizar esta posibilidad. Meses atrás, María Dolores Pascual, en aquel momento presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y hoy directora de Agua en el Ministerio para la Transición Ecológica y lo reconoció también, con palabras similares, el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán. Ambos, en entrevistas concedidas a este medio, insistían en el objetivo de que cada cuenca sea autosuficiente. Pero en casos de emergencia, no cerraban la puerta a interconectar la red de aguas de Tarragona con la de Barcelona y alrededores.

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