Pesca

Isabel Artime: “La pesca debe ser sostenible ecológica, social y económicamente”

La secretaria general de Pesca del Gobierno participa en una jornada sobre la transformación del sector pesquero y los desafíos de la economía azul, organizada por Thinking Heads

Participantes en un campeonato de pesca, en el río Guadiana a su paso por Mérida.

Participantes en un campeonato de pesca, en el río Guadiana a su paso por Mérida. / El Periódico de Extremadura

Redacción

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Thinking Heads, consultora especializada en el posicionamiento y la influencia de organizaciones y líderes, ha organizado una jornada sobre  El futuro en azul: realidades y oportunidades de la economía azul con el objetivo de debatir sobre cómo la economía azul promueve el crecimiento económico y para ello, ha reunido a diversos expertos de distintos ámbitos del sector: Isabel Artime, secretaria general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; Fran González, delegado especial en Zona Franca de Cádiz; Ignasi Ferrer, de Blue Entrepeneur; María Gálvez, oceanógrafa y ambientóloga, fundadora y CEO de Smart Blue; Javier Goyeneche, CEO de Ecoalf; Javier Garat, secretario general de Cepesca, y David Gómez-Ullate, Head of Faculty en School of Science and Technology en IE University y CEO de Canonical Green.

En el marco de la jornada, el equipo de Data Intelligence de Thinking Heads ha realizado una encuesta a 455 personas durante el mes de mayo en un panel online, representativo de la población general española en género, edad y región, con un nivel de confianza del 95,5%. La principal conclusión que se puede extraer del Blue Insights desarrollado por la consultora, es que ocho de cada diez españoles desconocen aún qué es la economía azul. No obstante, al preguntar por el nivel de importancia que consideran que tiene la protección de mares y océanos en la lucha contra el cambio climático, casi la mitad de los encuestados (46%) ha afirmado considerarlo muy importante. Asimismo, tratando explícitamente la adopción de medidas concretas para promover la economía azul, siete de cada diez encuestados se muestran muy a favor de que la Administración facilite proyectos sostenibles. Por otro lado, el papel de las empresas también resulta de relevancia para la opinión pública, ya que para más del 60% de los españoles consultados, la pesca responsable y el uso de energías limpias marinas deben ser medidas que las empresas adopten para salvaguardar los océanos.

La economía azul en los recintos fiscales: una nueva narrativa y la transformación del sector pesquero

Para Fran González, delegado especial Zona Franca de Cádiz, la zona franca es un ejemplo de economía azul con un enfoque en la innovación. “La colaboración público-privada es fundamental, al igual que en muchos otros sectores. Nos ayuda a trabajar y responder a numerosas necesidades. No siempre ha sido así, pero ahora permite a las empresas ser competitivas y ofrecer alternativas. Es algo que el sector público no siempre puede lograr por sí solo”.

A su exposición, le ha seguido un diálogo entre Isabel Artime, secretaria general de Pesca del Ministerio y Javier Garat, secretario general de Cepesca, sobre la transformación del sector pesquero hacia la economía azul. Isabel Artime ha señalado que el sector pesquero y acuícola español ha sido pionero en la transformación hacia la economía azul. Ha destacado la importancia de ir de la mano de la ciencia y de la innovación, evolucionando constantemente hacia artes más sostenibles, apostando por la renovación de la flota para conseguir una mayor eficiencia energética, seguridad y confort. Ha insistido en el papel crucial que juegan la pesca y la acuicultura comunitarias, como sectores establecidos de la economía azul y ha señalado la importancia de apostar por un buen ordenamiento de los espacios marinos, compatibilizando la aparición de actividades emergentes con el mantenimiento de la actividad pesquera y acuícolas sostenibles llevada a cabo en los caladeros y lugares tradicionales. A juicio de Artime, la pesca debe conseguir ser sostenible en tres aspectos: “Ecológicamente sostenible, socialmente sostenible y económicamente sostenible”,

Para Javier Garat, la pesca es una parte esencial de la economía azul. El registro arqueológico contiene numerosas pruebas de la importancia de la pesca, ya desde hace 40.000 años, como fuente esencial de alimento en numerosas civilizaciones. “Hablamos de un sector esencial y estratégico en España, que produce la proteína animal más saludable y con menor impacto de huella de carbono, siendo un claro aliado en la lucha contra el cambio climático. Afortunadamente, gracias a las medidas de gestión pesquera aplicadas en el mundo, según la FAO, el 82,5% de las capturas desembarcadas en el mundo proceden de poblaciones de peces gestionadas de forma sostenible”. En relación a los objetivos de descarbonización de la flota, el secretario general de Cepesca ha recordado que, según UNCTAD, la flota pesquera mundial (4,1 millones de buques) solo representa entre el 0,1 y el 0,5% de las emisiones de CO2 globales. En el caso de la flota europea, solo representa el 0,01%, es decir, una cantidad mínima. Además, ha recordado que la flota europea ha reducido ya sus emisiones en un 52% desde los años 90, siendo mucho más eficientes desde el punto de vista energético. También ha manifestado que el sector pesquero está comprometido con la transición energética, pero ha pedido a los políticos que sean conscientes de que todavía no existe una fuente de energía alternativa que pueda sustituir al gasoil de forma viable, por lo que ha hecho un llamamiento a invertir en nuevas tecnologías y en alinear el desarrollo tecnológico, logístico y normativo.

Las oportunidades de la economía azul

Ignasi Ferrer, Blue Entrepeneur; María Gálvez, oceanógrafa y ambientóloga, fundadora y CEO de Smart Blue Lab y Javier Goyeneche, CEO de Ecoalf han centrado su conversación a tres en la idea de regenerar y recuperar los océanos. Para Ignasi Ferrer, “España tiene en la economía azul una gran oportunidad de generación de valor económico, social y ambiental, pudiendo liderar esta nueva industria a nivel global. En este ámbito merece la pena destacar singularmente la oportunidad en el ámbito de la tecnología regenerativa, que presenta singulares oportunidades para el turismo, permitiendo restaurar el valor de los servicios ecoturísticos de muchos destinos; o en el sector de infraestructuras, transformándolas en eco proactivas y reforzando la competitividad de nuestras grandes empresas en este sector. La tecnología y la ciencia hacen posible un desarrollo sostenible de la economía marina, en la que España es un líder mundial”.

Para María Gálvez, oceanógrafa y ambientóloga, fundadora y CEO de Smart Blue: los océanos generan el 50% del oxígeno y albergan el 80% de la vida. “Necesitamos optimismo y acción colaborativa en el sector pesquero. Los océanos generan el 50% del oxígeno y albergan el 80% de la vida, poniendo en valor soluciones transformadoras para infraestructuras y proyectos de sostenibilidad, así como el apoyo a la transición ecológica o el acompañamiento a empresas en proyectos de digitalización y financiación pública”. Por su parte,  Javier Goyeneche, CEO de Ecoalf, ha explicado: que su relación con el sector pesquero es muy colaborativa. “Trabajamos con 6.000 pescadores, de los cuales 4.000 son españoles. Ellos colaboran de manera voluntaria, a pesar de no ser los responsables de la contaminación”. 

La participación final ha estado a cargo de David Gómez-Ullate, Head of Faculty en School of Science and Technology, IE University y CEO de Canonical Green. Ha compartido algunos proyectos que ha dirigido donde se aplica inteligencia artificial y ciencia de datos en el sector marítimo y pesquero. En su opinión, ambos sectores presentan grandes oportunidades para mejorar en su eficiencia y sostenibilidad gracias a un uso de tecnología más avanzada. En particular, su proyecto Green Navigation puede conseguir ahorros del 5-10% en combustible para el transporte marítimo gracias a una mejor elección de rutas que tengan en cuenta corrientes marinas, viento y oleaje. Esto ayudará a la descarbonización del sector, sometido a una fuerte presión regulatoria para reducir emisiones, así como a mejorar la seguridad del trayecto.