CCOO y UGT enarbolarán la bandera de la reducción de jornada este Primero de Mayo

El mercado de trabajo catalán y español se enfrenta en los próximos meses a uno de sus cambios más significativos en décadas. Por primera vez en 40 años el actual Gobierno se dispone a reducir la jornada laboral máxima, con el objetivo de alcanzar a final de la legislatura el equivalente a las 37,5 horas semanales. Y los sindicatos, conscientes del calado de la medida, enarbolarán dicha bandera en sus reivindicaciones de este Primero de Mayo.

"El proceso de digitalización y la inteligencia artificial deben hacer más productivas nuestras empresas para trabajar menos tiempo, pero en mejores condiciones", reza el manifiesto presentado este miércoles por los máximos dirigentes de CCOO y UGT en Catalunya, Javier Pacheco y Camil Ros. Las centrales han presentado este miércoles sus principales demandas de cara a las manifestaciones de la semana que viene, bajo el lema: "Por la plena ocupación, menos jornada, mejores salarios".

La mitad de los nuevos trabajadores indefinidos o son despedidos o renuncian al cabo de un año pese a la reforma laboral

El Gobierno lleva meses ya dialogando con los sindicatos y la patronal para aterrizar al día a día de los trabajadores esa meta de reducir el tiempo máximo de trabajo. No obstante, el ciclo electoral en curso, con votaciones recientes o venideras en Galicia, Euskadi, Catalunya y la Unión Europea, está lastrando los avances en esta y otras materia de la agenda legislativa. "Estamos preocupados", han reconocido los máximos dirigentes catalames de CCOO y UGT.

El impacto de esta medida, que de momento no cuenta con el beneplácito patronal, afectará ya este año al 55% de los trabajadores del sector privado, que verán reducida su jornada laboral máxima. No obstante, el impacto será mucho mayor el año que viene, cuando el Ejecutivo se ha propuesto llegar a las 37,5 horas y ello vinculará a nueve de cada 10 asalariados cubiertos por la negociación colectiva.

Participación y pactos postelectorales

CCOO y UGT han realizado un llamamiento a sus afiliados y simpatizantes para que vayan a votar tanto en las catalanas como en las europeas a fuerzas "progresistas", para facilitar así un escenario de potencial entendimiento, mayorías y gobernabilidad afín a sus intereses.

Ya el año pasado, en la previa de las elecciones generales anticipadas por Pedro Sánchez, CCOO y UGT plantearon el Primero de Mayo en clave electoral. Si entonces el mensaje era ir a votar para "frenar a la ultraderecha" en España, hoy dicho mensaje lo trasladan al Parlamento europeo, donde los primeros sondeos sitúan como probable una victoria de las fuerzas conservadoras.

En clave catalana, las centrales llaman a los suyos a votar por fuerzas progresistas, pero también les dan un toque a estas. "Es necesario racionalizar las discrepancias legítimas entre partidos", instan en su manifiesto, consicentes de la posibilidad de mayor parálisis -tanto estatal como autonómica- si las votaciones en Catalunya se repiten por falta de acuerdo entre los partidos. 

Si bien otros años los sindicatos aprovechaban el Primero de Mayo para visibilizar conflictos laborales en empresas o sectores concretos, en este ejercicio vuelcan sus reivindicaciones en clave institucional, tanto por la vía de las reformas, como del voto. No en vano el nivel de conflictividad en Catalunya está en mínimos históricos.

Según los datos del Departament de Treball, el 2023 cerró como el menor número de horas perdidas por huelgas desde 2017. En total en Catalunya hubo 140 huelgas, secundadas por 42.243 trabajadores (sobre un mercado laboral de unos 3,2 millones de asalariados) y que se saldaron con 952.719 horas de trabajo perdidas.