Riqueza en Asia

China pierde millonarios e India los gana

China busca recetas contra la economía declinante y para aumentar la confianza del pueblo

El empresario Zhong Shanshan, fundador de la marca de agua embotellada Nongfu Spring.

El empresario Zhong Shanshan, fundador de la marca de agua embotellada Nongfu Spring. / China Daily

Adrián Foncillas

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China pierde millonarios mientras India los gana y Bombay ya cuenta con más que Pekín. No es el gremio de los magnates el baremo más fiel para medir la salud económica nacional pero tampoco es el peor y un estudio de Hurun, la prestigiosa publicación china, subraya las turbulencias de una y el esplendor de otra.

La caída de China está lejos de la tragedia. Lidera aún la clasificación de milmillonarios en dólares con 814 frente a los 800 de Estados Unidos y ambos concentran el 49% del mundo. Pero la crisis, según unos, o desaceleración, según otros, ha hecho desaparecer 155 nombres del recuento anterior.

China no ha disfrutado del efecto rebote postpandémico previsto. El desplome de Evergrande en 2021 ha arrastrado al sector inmobiliario y su Gobierno admite que será difícil alcanzar el 5% de crecimiento anual pronosticado en la reciente Asamblea Nacional Popular. “Ha tenido un mal año. La creación de riqueza ha experimentado grandes cambios en los últimos tiempos, con caídas en la vivienda y las renovables”, sentencia el informe.

La clasificación de potentados chinos revela el viraje del patrón económico. La sigue encabezando un verso libre, Zhong Shanshan, fundador del imperio de agua embotellada Nongfu, pero le siguen representantes del sector tecnológico como Colin Huang, presidente de Pinduoduo, líder del comercio digital, o Ma Huateng, director ejecutivo de Tencent. La inteligencia artificial, una industria que Pekín prioriza, aporta varios nombres mientras el ladrillo, que monopolizaba el listado años atrás, profundiza su retirada. Las inversiones de los acaudalados chinos también reflejan la incertidumbre de un sector que solía empujar la economía china y ahora lo lastra. Antes concentraba el 70% de su capital mientras ahora buscan la estabilidad en las reservas de oro y los depósitos bancarios.

La fiesta ahora está en India. En el último trimestre del pasado año se apuntó el crecimiento más veloz del mundo, un 8,4%, y su mercado bursátil desbancó al hongkonés en el séptimo puesto global. Cuenta con 271 milmillonarios, muy alejada de las dos grandes potencias, pero su línea es ascendiente. Y, en un giro cargado de simbolismo, Bombay ha desbancado a Pekín como centro asiático de las riquezas. La capital china cae del primer puesto al cuarto (91) y la macrourbe india (92) pisa el podio tras las representantes del viejo orden geoeconómico: Nueva York (119) y Londres (97).

Un examen detallado nos habla del patrón socio-económico de la que ya es la primera potencia demográfica del mundo. El sector farmacéutico, el químico y el de las partes de automóviles aportan el grueso de las fortunas mientras la escasa veintena de mujeres en la lista desnuda a una sociedad patriarcal con muchos deberes pendientes.

India repite los pecados chinos. 40 años atrás emprendió Pekín la apertura económica y Deng Xiaoping, su arquitecto, ya aclaró que sería inevitable que algunos se enriquecieran antes que otros. Sobre aquella advertencia cabalgó Jiang Zemin, su sucesor y lo más ultraliberal que ha despachado China, y durante las siguientes décadas se estiró el PIB tanto como las desigualdades sociales. Pekín suda ahora para rebajarlas y repite la “prosperidad común” como un mantra.

A eso aludía la prensa oficial china en los días posteriores a la publicación del informe. “La proliferación de milmillonarios en India, en lugar de un signo de éxito, sirve de doloroso recordatorio de las desigualdades y disparidades que castigan a su sociedad”, sentaba un editorial del diario 'Global Times'. Los argumentos del medio, bajo el paraguas del Diario del Pueblo, son irrebatibles. ¿Debe alardear de ricachones un país superado en renta por cápita por Bangladesh y con ese terco fracaso en la erradicación de la pobreza?

Sus argumentos también llegan, probablemente, tras una digestión pesada. En 2021, cuando China desposeyó a Estados Unidos del primer lugar en la lista Hurun, no se escucharon en su prensa oficial muchas voces alertando de las desigualdades y sí un desbordante orgullo por otro mojón superado en la pugna geopolítica.