La hacienda catalana aflora 12 millones de 27 contribuyentes por cambios ficticios de residencia

La Agència Tributària de Catalunya (ATC) afloró el año pasado 286 millones de euros, casi la misma suma que en 2022 (294 millones), según los datos del plan de prevención contra el fraude 2023-2026. En el primer ejercicio de este plan se realizaron 54.544 actuaciones, el 7% más que en 2022, según ha explicado la secretaria de Hacienda de la Generalitat, Marta Espasa.

La detección de cambios ficticios de domicilio fiscal alcanzó los 12 millones, muy por debajo de los de los 50 millones de 2022, tras realizar un total de 200 requerimientos. De la cifra total, 2,1 millones corresponden a la simulación de residencia en otras comunidades autónomas, esencialmente Madrid; y 9,9 millones a otros países, sobretodo Andorra; que han afectado a un total de 27 contribuyentes. De estos, 15 corresponden a deslocalizaciones a otras autonomías y 12 al extranjero. En esta línea también se afloraron bienes no declarados en el extranjero por 1,6 millones en un total de 18 liquidaciones.

La 'consellera' de Economia, Natàlia Mas, ha recordado que algunos estudios sitúa entre el 15% y el 20% el nivel de fraude, aunque lo que es seguro, ha añadido, que "afecta al estado del bienestar" y a la función redistributiva que ha de desarrollar la administración. Mas ha aprovechado para reiterar que la presión fiscal en Catalunya está por debajo de la media europea, en respuesta implícita a las afirmaciones recientes del presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, sobre que la comunidad es "un infierno fiscal".

En el ejercicio anterior, la hacienda catalana practicó 24 liquidaciones por deslocalizaciones ficticias de contribuyentes, la mitad que en 2021, pero por el doble de importe, casi 50 millones. En total hubo 10 liquidaciones que generaron 4,5 millones de euros por simular cambio de residencia a otras autonomías, sobre todo a Madrid; y 14 al extranjero, que generaron 45 millones. En 2021 fueron 45 liquidaciones por 28,7 millones, de las que 20 fueron por cambios ficticios a otras comunidades por 1,289 millones; y 25 al extranjero, por 27,5 millones.

Sucesiones y donaciones

El 42% del fraude se concentró en el impuesto de sucesiones y donaciones, con 121 millones, seguido por el de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP y AJD), que gravan entre otras la compraventa de viviendas de segunda mano, con 84 millones,. El siguiente fue el impuesto de patrimonio, con 76 millones.

El área de inspección fue la que más fraude afloró, con el 48% del total, seguido por gestión, con el 39% y recaudación, con el 13%. El mapa de ruta de la ATC cuenta con 68 medidas, entre las relacionadas con la concienciación fiscal, la transparencia o detección y corrección del fraude fiscal, entre otras.

En 2022, el fisco catalán afloró 294 millones de euros que eludieron el pago de impuestos. La cantidad supuso un descenso del 13% con respecto a los 338,5 millones de ejercicio precedente. Esta evolución se produjo porque 2021 fue un año "excepcional" porque hubo actas singulares en sucesiones y donaciones y en 2020 durante los meses de pandemia se suspendieron procedimientos tributarios que se desplazaron al ejercicio siguiente.