Mercados

Grifols cae ligeramente en Bolsa tras las aclaraciones remitidas a la CNMV

La farmacéutica reconoció este jueves al cierre de mercado un ratio de endeudamiento de 8,4 veces en vez de 6. Los títulos de la compañía empezaron la sesión al alza, pero cerraron la sesión con una caída leve del 0,27%

Archivo - Fachada de la sede de Grifols, en Coslada (Madrid).

Archivo - Fachada de la sede de Grifols, en Coslada (Madrid). / EP

Paula Blanco

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El mercado ha reaccionado con signo mismo a la última rectificación de Grifols. La farmacéutica abrió con caídas por encima del 2% en Bolsa y ha llegado a subir un 1,7% después de haber reformulado ayer sus cuentas al cierre de la sesión bursátil admitir una deuda de 10.527 millones de euros, unos 1.100 millones superior a la cifra que había declarado en un primer momento (9.400 millones). Sin embargo, al filo de las 16.30 los títulos cedían un 0,13% y, a cierre, la caída ha llegado al 0,27%.

En la comunicación entregada este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el ratio de endeudamiento, que en las cuentas anteriores era de 6 veces, ahora asciende hasta las 8,4 veces. Este es precisamente uno de los puntos denunciados y reiterados en múltiples ocasiones por el fondo bajista Gotham City Research, autor de un demoledor informe publicado el pasado 9 de enero donde acusaba a Grifols de maquillar sus cuentas y que le hizo perder un 40% en Bolsa. Dicho informe afirmaba que el endeudamiento podía ser de 10 o 12 veces. Otro cambio incluido en la comunicación remitida al regulador es un menor ebitda consolidado de 1.251 millones en 2023 frente a los 1.484 millones anunciados en la presentación de las cuentas. Es decir, unos 233 millones menos.

Con esta nueva información proporcionada a la CNMV, Grifols admite las acusaciones vertidas. En el informe explica todas las prácticas que generaban confusión a los inversores sobre los resultados financieros publicados, como los "ajustes" y "medidas" utilizadas por la compañía que proyectaan "escenarios futuros en lugar de representar los resultados financieros presentes". En realidad, la CNMV no había obligado a Grifols a reformular sus cuentas, sino que había señalado en su informe una serie de "deficiencias relevantes" y aseguraba que "no se han identificado errores significativos". Donde sí encontraba errores era en la consolidación de la firma, sobre todo en la presentación del ebitda, y también en el ratio deuda/ebitda. La CNMV explicó que consideraba significativas las deficiencias "en la medida que han dificultado en algunos ejercicios la capacidad de los inversores de entender adecuadamente la sitación financiera, resultados y flujos de efectivo" de la empresa".

A partir de ahora, el balón está en el tejado de la CNMV. Será el regulador quien vigile que la compañía cumpla sus compromisos y decida si abre expediente tanto a Grifols como a Gotham por manipular el mercado. En el 'caso Grifols' también hay una cuestión pendiente, que es todo lo relacionado con las posibles demandas jurídicas de accionistas minoritarios en España y en Estados Unidos.

Tres meses del informe de Gotham

Se cumplen cerca de tres meses del informe publicado por Gotham City Research donde, además de las incoherencias con su ebitda y su endeudamiento, señalaba la existencia de "operaciones túnel" entre Grifols y Scranton Enterprises, la supuesta sociedad patrimonial en manos de la familia fundadora de la farmacéutica. La clave, según el fondo bajista, se encuentra en la venta de las empresas Biotest y Haema de Grifols a Scrantos, ya que ambas firmas consolidaban en sus cuentas esta operación argumentando que la primera tenía una opción de compra. Ese mismo día los títulos de Grifols cayeron por encima del 50%.

Grifols negó "categóricamente" las acusaciones y anunció el 26 de enero una demanda en Estados Unidos contra Gotham City en la que exigía compensaciones económicas por el daño causado. En España, accionistas minoritarios de la firma valoraron reclamar daños y perjuicios a los administradores de la empresa ante la sospecha de que familiares y directivos vinculados a la compañía supuestamente les "perjudicaron". Uno de los problemas que se le achaca a la compañía es la falta de gobierno corporativo y de transparencia, algo confirmado incluso por Thomas Glanzmann, presidente de la compañía, en la conferencia con inversores para despejar dudas sobre el caso Gotham.

Días más tarde, el 5 de febrero la cúpula directiva cambiaba de forma radical para evitar conflictos de interés. Grifols nombró a Nacho Abia nuevo consejero delegado de la farmacéutica y los tres miembros de la familia fundadora (Raimon Grifols, Víctor Grifols Deu y Albert Grifols) abandonaron sus funciones ejecutivas, si bien continúan en el consejo de administración como consejeros dominicales. Si bien los inversores decidieron otorgar un voto de confianza en los siguientes días, no ocurrió lo mismo en el mundo de las agencias de calificación. A mediados de marzo, S&P, Fitch rebajaron u calificación crediticia alegando dudas sobre cómo podrá la compañía hacer frente a dos emisiones de 1.800 millones que vencen en 2025. Moody's, por su parte, también mantiene en revisión el 'rating' de Grifols debido a la mejor generación de caja y el retraso en publicar las cuentas auditadas por KPMG.