Guerra de precios en el tren
Óscar Puente amenaza con denunciar a Ouigo ante la CNMC por sus bajos precios "desleales"
El ministro de Transportes augura una necesaria subida de los billetes en la alta velocidad porque la situación actual de precios de derribos es “insostenible” para todas las compañías
El ministro que no quiere competencia para Renfe
David Page
Periodista
El Gobierno estudia dar un paso más en su choque con el grupo francés Ouigo por su agresiva estrategia de rebaja de precios en los corredores de trenes de alta velocidad en los que opera frente a la compañía pública española Renfe y frente a Iryo (controlada por el Estado italiano, pero participada también por empresas privadas españolas).
El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha venido denunciando con insistencia la amenaza para la sostenibilidad del sector y ha reconocido que valora denunciar a la compañía gala ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por su política de bajos precios de derribo, a la que considera “prácticas profundamente desleales”. “Protegiendo a Renfe estoy protegiendo todo el transporte ferroviario”, ha sentenciado.
Desde el Gobierno se defiende las “cosas buenas” que ha traído la liberalización de gran pare de las rutas de tren de alta velocidad y la entrada de competidores frente al antiguo monopolio de Renfe, generando más oferta de trenes, disparando el número de pasajeros y también una rebaja del precio de los billetes. Pero advierte de las consecuencias de la estrategia “desleal” que se le achaca a Ouigo, incluso acusándole de dumping, una práctica irregular de venta por debajo de los costes operativos.
“Lo que inicialmente iba a ser una competencia sana se convirtió en guerra desde el primer día, fundamentalmente por la compañía francesa, que ha arrastrado a los otros dos competidores”, ha explicado Puente en una entrevista con Onda Cero. “Lo que se trata es de competir. Pero [Ouigo] ha reducido los precios a un nivel insostenible para las tres compañías”, ha indicado. “Entraron en corredores que eran altamente rentables y ahora empiezan a no serlo y están en dificultades”.
El ministro ha dado por segura una subida de precios de los trenes de alta velocidad en el futuro porque el actual nivel de caída de las tarifas es insostenible. “Subir precios se va a producir indefectiblemente. A no ser que la compañía francesa tenga la idea de perder dinero los diez años que tiene comprometidos de presencia en España", ha indicado. "Tendrá que subir los precios. Es que no hay otra solución".
En las últimas semanas, Puente ha llegado a señalar que Ouigo se aprovecha del respaldo financiero del Estado francés -la compañía es propiedad del grupo público galo SNCF- para tirar los precios, reventando el mercado mientras asume pérdidas millonarias. Y también ha afeado al grupo francés sus quejas por el coste los cánones que paga a Adif por el uso de las vías de alta velocidad y que lo vincule con su falta de rentabilidad, mientras continúa con su política de rebajas.
La ‘low cost’ de Renfe, la más barata
La progresiva apertura de los grandes corredores de alta velocidad de Madrid-Barcelona, Madrid-Levante y Madrid-Sur ha permitido la irrupción de nuevos competidores y está tirando a la baja el precio de los billetes. La irrupción en el mercado español de Ouigo, de Iryo -controlada por la pública Trenitalia (45%), Air Nostrum (31%) y Globalvía (24%)-, y más reciente de la marca de bajo coste de Renfe, la enseña Avlo, ha provocado un progresivo hundimiento del precio medio que pagan los pasajeros por sus billetes y que contrastan con los que había antes de la liberalización.
En el último año, el negocio de la alta velocidad ferroviaria ha vivido otra sacudida con un incremento del 29% del número de viajeros, las plazas para viajar en tren en estos corredores se ha disparado un 34% y el precio medio de los billetes ha caído un 21%, según el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con datos correspondientes al último trimestre de 2023 y comparados con el mismo periodo de 2022.
Tras la primera ronda de liberalización del sector, Renfe Viajeros -que compite en este negocio con las marcas AVE y la de bajo coste Avlo- sigue siendo el principal operador en todos los corredores, con cuotas de mercado de entre el 50% y el 76% según la ruta. Pero el peso de sus rivales va creciendo. Iryo concentra entre un 25% y el 30% en las líneas en que opera, salvo en Madrid-Alicante en que sólo tiene un 3% porque concentra su operación sólo de jueves a domingo. Y Ouigo ha alcanzado ya en torno a un 21% del negocio en los corredores con Barcelona, Valencia y Alicante.
El ministro Óscar Puente ha puesto en el punto de mira a la francesa Ouigo por su política de precios de derribo. Pero los registros de la CNMC muestran que es la marca ‘low cost’ de Renfe la que ofrece los billetes más baratos en casi todos de los corredores de alta velocidad liberalizados (AVE, por el contrario, es la que ofrece la tarifa media más alta).
Avlo es la enseña que ofrece las tarifas más bajas en todas las rutas, con la única excepción del corredor Madrid-Barcelona -la ruta principal y tradicionalmente la más rentable-, en la que sí que es Ouigo el operador con billetes más baratos (con 37,4 euros de media) y en la que Iryo ofrece el segundo precio medio más bajo (43,1 euros). La marca de bajo coste de Renfe ofreció durante el último trimestre del año pasado y para viajes hasta mediados de febrero billetes con un precio medio de menos de 38 euros en la ruta Madrid-Sevilla, de 42,2 en la Madrid-Málaga, de 22,5 en Madrid-Valencia, y de menos de 22,5 en Madrid-Alicante.
Los problemas de Renfe en Francia
Además de las acusaciones de dumping contra Ouigo, el ministro Óscar Puente ha insistido este lunes en el otro encontronazo con Francia a cuenta del negocio ferroviario, denunciando el las trabas y la “falta de reciprocidad” que está encontrando Renfe para entrar en el negocio de la alta velocidad en el mercado francés. Unos impedimentos que niegan fuentes diplomáticas francesas, que tachan de injustas las acusaciones del ministro.
El acceso de Renfe a las líneas de alta velocidad francesas va más despacio de lo que desea tanto la compañía ferroviaria como el Gobierno de España, y eso ha llegado a provocar una escalada de críticas entre ambos países. El objetivo era que la empresa pública española pudiera competir operando en la línea Barcelona-París antes de que comenzaran los Juegos Olímpicos en la capital gala el próximo verano, pero no lo cumplirá por la lentitud en conseguir la homologación de las autoridades galas a los trenes de Talgo que utilizará en la ruta y ya anticipa que no logrará empezar operar, como pronto, hasta el último trimestre de este año.
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