Restricciones

La pesca logra reprobar el plan contra el arrastre antes de los comicios europeos

El Parlamento valorará en enero el proyecto de informe que ayer aprobó el PECH, que denuncia que esta normativa de la Comisión “carece de un planteamiento coherente”

Vista del muelle de Beiramar con grandes barcos pesqueros, en una imagen de archivo.

Vista del muelle de Beiramar con grandes barcos pesqueros, en una imagen de archivo. / MARTA G. BREA

Jorge Garnelo

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Si hay una legislatura europea que el sector pesquero recordará, y no precisamente para bien, esa es la que concluirá en junio del próximo 2024, con la llegada de las nuevas elecciones en el seno de los Veintisiete. Se avecinan cambios –al menos es su voluntad–, y este sentimiento está muy ligado a las políticas restrictivas que Bruselas ha izado sobre sus aguas, dejando colgada una actividad de la que viven miles de personas en el bloque.

Con el mortal impacto del veto a la pesca de fondo en las 87 áreas del Atlántico Norte más presente que nunca, poco más de un año después de su entrada en vigor, la última amenaza que más preocupa, molestó y ha hecho explotar a los armadores y pescadores ha sido el polémico Plan de Acción que la Comisión Europea (CE) dio a conocer el pasado 21 de febrero; en el que básicamente oficializó el veto al arrastre en todas las áreas marinas protegidas, planteando prohibirlo en el 30% de toda la superficie marítima comunitaria en 2030.

Tras el rechazo “rotundo y unánime” de España, Francia, Alemania y otros países de la Unión Europea (UE) a dicha normativa, poco tiempo tardó el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, en recular. Desde su gabinete aseguraban a comienzos de abril que no se trataba de una medida con “objetivos vinculantes”, sino “una invitación al diálogo”.

El debate está servido. La cercanía de los comicios perfila cada vez más el tinte político de los grupos parlamentarios y el Comité de Pesca del Parlamento Europeo (PECH) ha hecho sus deberes estos últimos meses; deberes cuyos frutos llegaron ayer. El organismo aprobó, con 20 votos a favor y solamente cuatro en contra, el proyecto de informe sobre la susodicha iniciativa, que pretende seguir cercando al sector pesquero. Un documento que recoge sus críticas y que considera que el Plan de Acción “carece de un planteamiento coherente con otras prioridades y estrategias de la Comisión”, “como garantizar la seguridad alimentaria, la autonomía estratégica de la Unión y unas condiciones de competencia equitativas con respecto a terceros países”.

Voces del sector pesquero consultadas por Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, celebraban este jueves el veredicto del PECH, interpretando que la postura de los eurodiputados deja claro a la CE que “esta no es la forma correcta de legislar”. “Otra institución nos vuelve a dar la razón”, expresaron, para agregar que las políticas de Sinkevicius se han centrado en la protección medioambiental de la UE “sin atender a las condiciones socioeconómicas de la pesca”.

La aprobación del proyecto de informe lo elevará hasta Estrasburgo. Las fuentes consultadas apuntan que en enero se votará en el Parlamento Europeo, que previsiblemente también marcará distancias frente a la medida promulgada por la Comisión Europea. Una vez lo haga, reprobando así su Plan de Acción, esta última contará con tres meses para trasladar su posición.

Lo que está claro, sí o sí, es que la resolución que salga de Estrasburgo la tendrá que tener en cuenta el futuro el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca –si es que no se junta Pesca con Agricultura, como reclama el sector pesquero–. Mande quien mande en Bruselas.

Una medida “irreal”

Por lo pronto, el PECH remitió ayer un comunicado en el que pone de manifiesto que los europarlamentarios critican el Plan de Acción “irreal” de la CE. Entre ellos se encuentra el gallego Francisco Millán Mon, que este jueves reiteró la necesidad de desarrollar el reglamento de control mediante un “estrecho diálogo” con el sector pesquero.

Al respecto, el Comité de Pesca del Parlamento Europeo hace hincapié en que la iniciativa “carece de equilibrio entre la protección de la biodiversidad y la industria pesquera”, cuestiona “el enfoque demasiado simplista de la Comisión” y considera fundamental “que el Fondo Europeo de Pesca Marítima y Acuicultura (Fempa) debería utilizarse para apoyar la transición hacia técnicas de pesca más selectivas”.

La Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA) también se pronunció ayer a raíz de la aprobación del proyecto de informe que carga contra el Plan de Acción, que definió como “otra llamada de atención de los legisladores de la UE a la Comisión Europea, un llamamiento que subraya el hecho de que no podemos seguir tolerando políticas que comprometan la supervivencia de la flota de la UE y la seguridad alimentaria”. “Ya es hora de que la CE reconsidere su enfoque político y su funcionamiento. La Comisión necesita reconsiderar de dónde quiere que provengan los productos del mar, estamos importando el 70% de los productos del mar que comemos en la UE”, expresó la entidad.

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