Traslado polémico

Ferrovial: "Que nadie dude de nuestra continuidad en España"

El consejero delegado del grupo, Ignacio Madridejos, insiste en que se mantendrá el empleo, la actividad y las inversiones y en que se "seguirá contribuyendo fiscalmente"

Los analistas advierten de que el traslado de Ferrovial a Países Bajos puede crear un precedente para otras empresas

Los analistas advierten de que el traslado de Ferrovial a Países Bajos puede crear un precedente para otras empresas

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En pleno terremoto político por el traslado de su sede a Países Bajos, Ferrovial ha salido este viernes de nuevo al paso para tratar de apaciguar el revuelo que se ha generado con su decisión y, en boca de su consejero delegado, Ignacio Madridejos, ha insistido: "Que nadie dude de nuestra continuidad en España".

"El plan es mantener el empleo, la actividad, las inversiones, y seguiremos contribuyendo fiscalmente, como siempre hemos hecho", ha defendido en un vídeo difundido por la empresa.

En el mismo, Madridejos explica que la compañía quiere "seguir creciendo" y que esta decisión forma parte de ese objetivo: "Estamos muy ilusionados por esta nueva etapa que esperemos entusiasme también a muchos inversores".

"Proponemos una reorganización societaria acorde con el perfil de la empresa -añade-. Hoy en día la actividad internacional representa más del 80% y la valoración de la compañía está situada a un 80 % en nuestros activos en Norteamérica".

"Allí está nuestro mercado principal, pero nuestro presente y nuestro futuro sigue también en España y en Europa", apostilla el directivo, que insiste en que la empresa seguirá cotizando en Madrid, con independencia de que aspire a hacerlo también en Ámsterdam y de que tenga previsto presentar la solicitud para poder hacerlo en EE.UU.

Desde que el martes por la tarde, tras el cierre de los mercados bursátiles, la compañía anunciara su intención de trasladar su sede a Países Bajos, un país con una calificación crediticia de triple A que le allana el camino hacia su objetivo de tener acceso a Wall Street, se ha desatado un gran revuelo político.

Mientras desde el Gobierno se habla de falta de lealtad a España desde la derecha se liga esta decisión al azote por parte de la izquierda al mundo empresaria. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado que es "increíble, absurda y peligrosa" la reacción del Gobierno al anuncio de Ferrovial y ha avisado al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de que señalar, con nombres y apellidos, a Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, genera "desconfianza" entre los inversores.

La compañía remitió en la noche del jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un informe de 92 páginas en el que profundiza en los argumentos que les han llevado a mudarse de sede social. El gigante de las infraestructuras señala Países Bajos es "una jurisdicción con calificación crediticia AAA, un entorno favorable para negocios e inversores, un ordenamiento jurídico confiable y un sólido marco de gobierno corporativo".

La compañía del Ibex-35 tranquiliza a sus trabajadores, asegurando que "no se contempla la adopción de medidas laborales" como consecuencia de los cambios societarios. Sí abre la puerta a que "determinados empleados de Ferrovial se trasladen voluntariamente a Países Bajos", o bien que algunos "sean recolocados y pasen a ser empleados de otras filiales del Grupo Ferrovial en España".

La cotizada, por primera vez, expone las motivaciones que hay detrás de la operación, aunque sigue sin dar respuesta a los hipotéticos cambios tributarios, solo señalando que "la fusión se realizará al amparo del régimen especial de neutralidad fiscal […] del Impuesto sobre Sociedades". Desde el Gobierno y el Ministerio de Economía se ha puesto sobre la mesa que el ahorro de impuestos puede ser una de las grandes motivaciones de este cambio, a lo que la compañía no hace ninguna referencia en el documento remitido al regulador.