Energía

La Generalitat autoriza el eje eléctrico entre Lleida y Barcelona

La línea de alta tensión, con una inversión de 63,35 millones, mejorará la seguridad y la capacidad de suministro

Una torre de la red de transporte de electricidad.

Una torre de la red de transporte de electricidad. / EFE

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La Generalitat ha concedido a Red Eléctrica, filial de Redeia responsable de la operación y el transporte del sistema eléctrico nacional, la autorización administrativa que permite la construcción del eje eléctrico de 220 kV entre Lleida y Barcelona. Se trata de la infraestructura eléctrica más importante de los últimos años en Catalunya. Según a compañía, este eje permitirá mejorar la seguridad y capacidad de suministro mediante un doble circuito entre las subestaciones localizadas a lo largo del mismo: Magraners y Juneda, en la provincia de Lleida; L’Espluga y Montblanc, en la provincia de Tarragona, y finalmente Penedès y Begues, en la provincia de Barcelona.

El proyecto tiene una longitud de 118 kilómetros y permite mejorar la calidad de suministro e impulsar la transición energética en un total de 30 municipios. La nueva línea sustituye en casi la totalidad a una antigua línea existente, mejorando el trazado y reduciendo el impacto medioambiental del proyecto, además de ampliar su capacidad, y es fruto del consenso con todos los municipios implicados, según REE.

El proyecto, que cuenta con una inversión de 63,35 millones de euros, se empezará a construir durante el primer semestre de este año y su puesta en servicio está prevista para 2025. Los municipios por los que pasa este eje son: Lleida, Torregrossa, Juneda, Les Borges Blanques, La Floresta, Arbeca, Els Omellons, Vinaixa i Tarrés, en la provincia de Lleida; Vimbodí i Poblet, L’Espluga de Francolí, Montblanc, Barberà de la Conca, Cabra del Camp, El Pla de Santa Maria, Pont d’Armentera, Aiguamúrcia y El Montmell, en la provincia de Tarragona, y Torrelles de Foix, Sant Martí Sarroca, Vilobí del Penedès, Pacs del Penedès, Les Cabanyes, Vilafranca del Penedès, Olèrdola, Sant Cugat Sesgarrigues, Avinyonet del Penedès, Olesa de Bonesvalls, Vallirana y Begues, en la provincia de Barcelona.

El proyecto reduce en un 25% los apoyos existentes en la antigua línea y contempla el desmantelamiento y la restauración completa de aquellos tramos que no coinciden con el nuevo eje, que se ha distanciado aún más de municipios y núcleos aislados.