Nuevo modelo económico
FCC propone un megaproyecto para convertir la cementera de Sitges en un campus tecnológico
Su ubicación en pleno Parc Natural del Garraf podría complicar la viabilidad de la iniciativa, que está siendo estudiada por el ayuntamiento
Ricardo Mir de Francia
Periodista
Especialista en política internacional y reportero. Fue corresponsal en Washington durante una década, donde cubrió las presidencias de Obama, Trump y los inicios de Biden. Antes estuvo otros seis años en Oriente Medio. Licenciado en Periodismo por la Pompeu Fabra y con estudios de posgrado en Derecho Internacional, se ocupa actualmente de la guerra en Ucrania. Interesado también en temas de investigación, geopolítica de la energía, cambio climático y economía.
Sitges quiere ser algo más que una envidiable postal mediterránea alimentada por el turismo, los congresos y la industria audiovisual, un nuevo concepto de ciudad que podría yacer entre los silos y toboganes de herrumbre de su vieja fábrica de cemento. El Ayuntamiento de la localidad está estudiando un proyecto para transformar la cementera en desuso en un campus tecnológico orientado a la innovación y la industria del conocimiento. Un proyecto que contempla a su vez la construcción de viviendas, hoteles, espacios comerciales e instalaciones culturales, articuladas todas ellas en torno a un parque fluvial que desembocaría en la playa. La propuesta es de enorme envergadura, pero no está exenta de obstáculos, al estar enclavada en pleno Parque Natural del Garraf.
El proyecto que circula por los despachos del municipio es algo más que una idea. El dossier con los primeros esbozos para transformar la zona, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, ha sido elaborado por los estudios de arquitectos Oua y Mias bajo la dirección de Fomento de Contratas y Construcciones (FCC), la empresa madre a la que pertenece la cementera de Vallcarca. El objetivo, sostiene el documento, es “regenerar estas instalaciones con un campus tecnológico de alto nivel con edificios para actividades productivas, residenciales, hoteleras, comerciales, equipamientos deportivos y culturales”. Su construcción destinaría cerca de 80.000 metros cuadrados a usos productivos y de investigación, y podría dar pie a la creación de 4.500 nuevos puestos de trabajo, según añade el prospecto.
La empresa de Carlos Slim
Fuentes cercanas al Ayuntamiento de Sitges sostienen que la propuesta “está encima de la mesa, pero tiene que ser todavía analizada, consensuada y desarrollada”. Y es que todo hace indicar que más allá del municipio, debería involucrar a otras Administraciones, dada la magnitud y la ambición que el proyecto comporta. “El nuevo campus de Vallcarca debería convertirse en un referente mundial como polo estratégico de las industrias del conocimiento y la innovación, sumándose a los núcleos y corredores industriales del área metropolitana de Barcelona”, afirma el dossier. Un factor clave para conseguirlo, subraya, pasaría por levantar allí un centro de datos (actualmente hay 37 en España, nueve de ellos en Catalunya). Un potencial que incluye además convertir lo que hoy es el puerto industrial de Vallcarca en un punto de conexión de cables digitales submarinos con Asia y África.
La vieja cementera, donde se han rodado decenas de películas y anuncios publicitarios en los últimos años, es propiedad de Portland Valderrivas, empresa filial de FCC, uno de los gigantes españoles de las infraestructuras. Está presidido por Esther Koplowitz y participado mayoritariamente por el magnate mexicano Carlos Slim. De acuerdo con su prospecto, el proyecto “está siendo acompañado por numerosos grupos empresariales e instituciones”, aunque las únicas que se detallan con nombres y apellidos están vinculadas a Slim y FCC, que ha declinado las preguntas de EL PERIÓDICO. Tampoco ha querido pronunciarse el Ayuntamiento de Sitges, donde gobierna ERC en coalición con el PSC, Guanyem y un grupo independiente.
La propuesta subraya en todo momento su sensibilidad medioambiental y su alineamiento con los compromisos climáticos. Un punto de partida indispensable si quiere tener alguna viabilidad, dado su emplazamiento en medio de una zona protegida. No en vano el proyecto está estructurado en torno a la “recuperación de la riera” de Vallcarca, que se convertiría en un parque fluvial que recorre el campus tecnológico y las áreas residenciales con zonas verdes. “Es la primera intervención que explicita la voluntad de naturalizar esta instalación industrial”, asegura la propuesta. También contempla instalar en su seno un centro de interpretación del Parc Natural del Garraf.
Ubicación en el Parc Natural del Garraf
De las 19 hectáreas que ocupa actualmente la zona industrial de Vallcarca, un 31% es espacio natural, un ámbito que pasaría a representar el 51% si prosperara el proyecto, según el documento. También se reduciría la superficie ocupada, que pasaría a ser de 15 hectáreas. En su concepción arquitectónica también hay voluntad de preservar el pasado industrial de una cementera que abrió en 1903 y llegó a tener una colonia de miles de trabajadores que vivían junto a la fábrica. Solo se derruiría el 30% de la instalación. En el resto, se aprovecharía la volumetría de silos, edificios e ingenios para construir las nuevas viviendas y usos del complejo.
El proyecto tiene a su favor las comunicaciones con las que ya cuenta, desde salida directa de la autopista, a un puerto propio y una estación ferroviaria que es desde hace años pasto de la mala hierba. Pero en contra tiene su propia ubicación, ya que está rodeada por el Parc Natural del Garraf. Actualmente, el espacio de la antigua cementera está designado como zona de actividad económica, la cuestión es si podría preservar ese estatus una vez se modifiquen sus usos. “Lo normal es que, siendo un parque natural, los usos antiguos tiendan a extinguirse para renaturalizar la zona, reubicando la actividad económica en una zona más propia”, asegura el profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Girona, Josep Maria Aguirre. Llegado el caso, las normas que establece la letra pequeña del parque prevalecen sobre el planeamiento urbanístico del municipio.
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