Entre 2009 y 2020

Foment eleva a 35.000 millones de euros el déficit de inversión en infraestructuras catalanas

La patronal reclama a las administraciones destinar 5.000 millones al año para resolver el problema, un 2,2% del PIB de la comunidad

Josep Sánchez Llibre, president de Foment del Treball, en la presentación del informe del déficit de inversión en infraestructuras catalanas

Josep Sánchez Llibre, president de Foment del Treball, en la presentación del informe del déficit de inversión en infraestructuras catalanas / El Periódico

Paula Clemente

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Lejos de mejorar, el problema de la falta de inversión en infraestructuras catalanas se agrava. Según Foment del Treball, en los últimos doce años la administración pública acumula 35.000 millones de euros en dinero adjudicado pero no ejecutado, una cifra que además es 7.000 millones de euros mayor que la última vez que se había hecho este análisis, justo antes de la pandemia. Entonces, la patronal de la gran empresa ya puso de manifiesto que hasta 2018, el déficit de inversión en infraestructuras en Catalunya subía hasta los 28.000 millones de euros y que resolver esta situación requería tanto de una inyección extraordinaria de 10.000 millones de euros por parte del Gobierno y de la Generalitat, como de una inversión anual de 5.000 millones de euros.

Dos años después, el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre ha insistido en esta receta, sobre todo teniendo en cuenta que la tendencia ha ido a peor. Los cálculos de la entidad sobre la base de la inversión en infraestructuras de los 12 países más ricos de la eurozona, apuntan a que se tendría que estar destinando el equivalente a un 2,2% del PIB catalán (de unos 225.000 millones de euros con datos de 2020), mientras que hace años que las cantidades apalabradas ni siquiera superan el 1%. Sin ir más lejos, en 2020 la licitación se quedó en el 0,7% del PIB.

"Son datos que demuestran que, año tras año, el déficit en infraestructuras se incrementa escandalosamente", ha sintetizado Sánchez Llibre en la presentación del informe, según recoge Efe. "Lanzamos un mensaje de alerta y preocupación", ha señalado.

El informe donde se evidencia este déficit apunta también que hay inversiones que no se ejecutan incluso dentro de las obras más significativas. "Las infraestructuras más estratégicas para la competitividad de la economía catalana y, por lo tanto, de la española, avanzan a un ritmo muy lento, y, en algunos casos, las obras están paralizadas", recoge el documento, que cita como ejemplos la conexión entre la A-2 y la AP-7 a la altura de Castellbisbal que se inauguró el otoño pasado tras 14 años de obras y 12 millones de euros menos adjudicados de los que se prometieron o el conocido como cuarto cinturón de Barcelona (la autovía orbital B-40), que aparece desde hace 15 años en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y que todavía está en construcción, igual que el nuevo acceso viario al puerto de Barcelona o la conexión entre la A-2 y la C-32.

En este sentido, Sánchez Llibre, acompañado del vicepresidente de la entidad, Joaquim Llansó, y de la presidenta de la Comisión de Infraestructuras, Anna Cornadó, ha pedido "rigor, seriedad y responsabilidad" a las distintas administraciones públicas.

Gobierno y Generalitat

Si bien Foment culpa a ambas administraciones -la española y la catalana- su recopilación de datos refleja que la tasa de cumplimiento es peor en el caso del Estado. Entre 2013 y 2020, dicen, la ejecución presupuestaria del Estado en Catalunya ha sido del 67% (un déficit de 3.000 millones de euros), mientras que el mismo porcentaje mejora diez puntos en el caso de la Generalitat, hasta el 77% (2.200 millones).

Más allá de todo esto, la patronal denuncia que el problema persistirá en 2022, sobre todo teniendo en cuenta que las cifras presupuestadas a futuro vuelven a estar por debajo del peso que Catalunya tiene dentro de la economía española. Es decir que aportando la comunidad el 19% del PIB del Estado, la dotación presupuestada para inversiones en este área es del 17% del total y con toda probabilidad (y en base al precedente que precisamente denunciaba este lunes Foment), la cifra se quedará por debajo. En cualquier caso, Catalunya es la segunda comunidad a la que más dinero se promete, solo por detrás de Andalucía.