Para que la transformación digital sea exitosa, el primer paso es una cultura corporativa basada en la innovación

Cuando pensamos en la transformación digital de una empresa, generalmente lo primero que se nos viene a la mente son conceptos como herramientas digitales, máquinas, ordenadores, plataformas de colaboración y comunicación online, nubes, etc. Pero realmente, la digitalización va mucho más allá. Desde la automatización de procesos y tareas para hacer más eficiente el trabajo, hasta la implementación y puesta en marcha de metodologías de trabajo innovadoras, son muchos los procesos que las empresas deben abordar para adaptarse a la economía digital y poder responder a los ritmos que demanda el mercado actual y futuro. De hecho, para ponerlo más fácil, en The Valley hemos identificado 4 ejes principales de la transformación digital, que son: productos y servicios, modelos de negocio, relación con el cliente y cambio cultural. 

El cambio de mindset de los profesionales y el equipo hacia una cultura basada en la innovación, la agilidad y la eficiencia, es un factor fundamental en el proceso de cambio de cualquier empresa, y en general, del proceso de digitalización que está viviendo el tejido empresarial. En este sentido, es fundamental redefinir y transformar la cultura empresarial y adoptar nuevas medidas, formas de trabajar y herramientas para atraer, captar y retener al talento, aprovechando los beneficios de la tecnología.

Comencemos hablando de la cultura corporativa. En el nuevo panorama laboral, el modelo de trabajo híbrido se ha consolidado como un formato convencional para muchas empresas, y con ello, han surgido nuevas formas y herramientas de trabajo, de comunicación, de liderazgo e incluso, nuevas estructuras organizativas. Esto ha ocasionado que la cultura corporativa tradicional se haya quedado obsoleta frente a una cultura basada en la innovación, en la que la flexibilidad, la colaboración y el bienestar en el entorno de trabajo son claves. 

Para las empresas, es cada vez más importante contar con equipos y profesionales preparados, motivados y comprometidos con los proyectos. Y de la misma forma, los profesionales valoran más positivamente aquellos proyectos que les aporten valor y en los que su trabajo tenga un impacto real, además de los beneficios y/o ventajas que les pueda ofrecer su empleador en términos de bienestar, formación, compensación, etc. Así, el reto para los profesionales de RRHH está en ser lo suficientemente creativos para diseñar soluciones que hagan que los employee journeys y la experiencia de empleado sea diferencial y personalizada para cada empleado, para así impulsar el bienestar, productividad, compromiso y crecimiento del equipo. En todos los milestones que va haciendo un profesional en su trayecto laboral en una empresa, desde el momento de atracción del talento, hasta el proceso de contratación y onboarding o incluso, movilidades internas, bajas o ascensos, es clave definir una ruta de desarrollo profesional y evaluar el desempeño y la experiencia del empleado con herramientas innovadoras, teniendo siempre en cuenta los propósitos, objetivos de desarrollo e inquietudes de los profesionales, y dando prioridad al aprendizaje continuo. 

Pero el reto no está solo en adaptar la cultura corporativa a las nuevas formas de trabajo. La atracción de profesionales tecnológicos también tiene sus dificultades. Ante una demanda cada vez mayor de profesionales tech, existe actualmente una escasez de talento preparado para responder ante los retos de la economía digital. Por ello, es fundamental que las empresas comiencen a tomar acciones para adaptar sus procesos de atracción y retención de talento a lo que demandan estos profesionales. 

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Con la llegada de nuevas generaciones digitales al entorno de trabajo, la globalización y el trabajo en remoto, surge la necesidad de adaptar estos procesos de reclutamiento a los canales virtuales y los nuevos hábitos de búsqueda de trabajo de los profesionales. En este sentido, se están utilizando ya herramientas tecnológicas para la selección de candidatos, permitiendo, por ejemplo, realizar un gran número de entrevistas en poco tiempo o automatizar tareas como la selección, las preguntas y respuestas para candidatos o incluso, el envío de recordatorios. Además, para atraer y retener talento de las nuevas generaciones, es importante que las empresas ofrezcan experiencias personalizadas, y que estén en las plataformas y redes sociales que usa este público.

En definitiva, la transformación de la cultura corporativa y la atracción, gestión y retención del talento es un trabajo de toda la compañía, pero en especial de los equipos de recursos humanos. Por eso, resulta imprescindible que los profesionales de este campo estén en constante formación para tener las capacidades necesarias para liderar el proceso de innovación y adaptar y preparar a las empresas para el nuevo entorno.