Diálogo social

Los 3 motivos del 'no' de la patronal a la propuesta de Escrivá sobre pensiones

La CEOE se descuelga de las negociaciones para el nuevo 'Mecanismo de Equidad Intergeneracional', que sustituirá al factor de sostenibilidad diseñado por el PP

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Gabriel Ubieto

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Los negociadores de la patronal CEOE se han levantado este lunes de la mesa sobre pensiones dejando tras de sí un 'No' a la última propuesta del ministro José Luís Escrivá. Salvo giro inesperado de los acontecimientos y llamada de última hora que pueda revertir la situación, el Gobierno deberá aprobar el nuevo 'Mecanismo de Equidad Intergeneracional' sin el beneplácito de los empresarios. La patronal ha dado a conocer su posición mediante un comunicado, en el que ha argumentado de manera sintética los motivos que le han llevado a no seguir negociando y no ser partícipe del aumento de las cotizaciones sociales que pretende Escrivá para alimentar la hucha de las pensiones.

Pese al idilio que ha vivido el diálogo social en España desde que comenzó la pandemia, no es la primera vez que la patronal se planta ante una propuesta del Ejecutivo. En las negociaciones de los ertes, por más que agónicas la mayoría, los empresarios han acabado apoyando todas prórrogas. También dieron el 'sí' a la nueva ley de teletrabajo, así como a la 'ley rider'. No obstante, en aquellas negociaciones en las que el resultado supone un incremento de costes directo para los balances empresariales, la patronal ha tendido hacia el 'no'. Dijo 'no' a las nuevas normativas de igualdad, que obligan, entre otros, a las firmas a elaborar un registro salarial. La negativa más reciente fue a finales de septiembre, cuando la CEOE rechazó el último incremento de salario mínimo. Y ahora han dicho 'no' a un incremento de cotizaciones sociales. Ya avisó el presidente de CEOE hace unas semanas: "No tenemos derecho de veto, ojalá. [...] Si tenemos que decir que no, lo diremos y lo explicaremos".

La patronal ha rechazado apoyar este bloque de la reforma de pensiones, pero ello no significa que se levante de la mesa para el resto de cuestiones y seguirá negociando -y apoyando o no- las sucesivas propuestas que el Gobierno busque consensuar con ellos.

'No' a asumir más costes

El principal argumento que públicamente aducen los empresarios para no apoyar esta parte de la reforma de Escrivá es el económico. De la misma manera que hace mes y medio se opusieron a apoyar un incremento de 15 euros del salario mínimo interprofesional, este lunes han dicho que 'no' a asumir parte de un aumento de las cotizaciones sociales de los trabajadores. La última propuesta de Escrivá plantea incrementar en 0,6 puntos las cuotas, que dependiendo del salario de cada empleado es una cifra u otra. Para un empleado que cobra 1.000 euros brutos, ello se traduce en un aumento del coste laboral de algo menos de 5 euros. Si el trabajador cobra 2.000 euros brutos, el incremento roza los 9 euros.

"CEOE y Cepyme han subrayado que aumentar las cotizaciones sociales y hacer que la mayor carga recaiga sobre las empresas tiene efectos negativos sobre el empleo y va en dirección contraria a lo que necesita el sistema público de pensiones", ha argumentado la patronal.

'No', porque puede poner en riesgo el crecimiento

Otro argumento relacionado con el aumento de costes que usan los empresarios para justificar su postura es que ello puede ir en detrimento de las perspectivas de crecimiento macroeconómico. Al igual que consideraron que la subida del salario mínimo podía lastrar la evolución del PIB, ahora consideran que si las empresas pagan esos 9 euros más de media al mes tendrán menos margen para crecer. "No es el momento de aumentar los costes empresariales y poner en riesgo la recuperación al erosionar la productividad y la competitividad de las empresas", afirma la patronal.

Las actuales previsiones para el 2021 son de amplio crecimiento económico para España, aunque en los últimos meses varios organismos han moderado sus expectativas. La Comisión Europea revisó la semana pasada sus cifras y estima que la economía española crecerá el 4,6%, casi dos puntos por debajo de la estimación del Gobierno.

'No', porque no lo ven justo entre generaciones

Más allá de los costes, otro motivo que aducen los empresarios para justificar su 'no' a Escrivá es cómo se distribuyen a nivel intergeneracional dichos costes. "La propuesta del Ejecutivo tiene poco de intergeneracional ya que carga todos los esfuerzos sobre los trabajadores actuales y futuros, especialmente sobre los jóvenes", ha manifestado la CEOE. Lo que propone el Gobierno es introducir una especie de tasa durante un periodo concreto -de 10 años- para alimentar una hucha para pagar las pensiones del mañana. Una vez pasen esos 10 años, si el gasto en pensiones no ha superado las previsiones que el Ejecutivo irá revisando periódicamente, dicha tasa desaparecerá.

El sistema de pensiones en España se basa en la lógica de solidaridad intergeneracional. Es decir, el trabajador no ahorra parte de su salario en una hucha individual y cuando se jubila cobra su pensión de dicha hucha -ese sistema se conoce como 'de capitalización'-, sino que contribuye durante su vida laboral a un fondo común mediante el cual se pagan las pensiones. Es decir, mientras trabaja paga las pensiones de sus padres, para que luego, cuando se jubile, sus hijos paguen su jubilación.

El planteamiento de Escrivá es gravar un poco más durante 10 años a todos los trabajadores, tengan la edad que tengan, para garantizar la viabilidad futura del sistema público de pensiones. Ya que cuando todos los 'baby boomers' se jubilen, habrá un porcentaje más elevado de pensionistas del que hay ahora. Y, en muchos casos, con mejores pensiones. El Gobierno opta por gravar un poco más ahora a todos, que recortar la pensión de los jubilados en función de su esperanza de vida; tal como preveía la anterior reforma del PP.

¿Un 'No' político?

Los motivos que aduce la patronal para argumentar su 'no' a la última propuesta de Escrivá son únicamente económicos. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, repite habitualmente en sus discursos y defiende la autonomía de la patronal para defender los intereses de los empresarios. Al margen de las disputas políticas y de partidos que puedan enmarañar los debates económicos. La actual negociación de las pensiones no es una excepción, especialmente en el actual punto.

Lo que propone Escrivá es una enmienda frontal y directa a la reforma aprobada por el PP en el 2013. Los populares apostaron por apuntalar la viabilidad del sistema de pensiones por la vía del gasto. Es decir, preveían que el Estado tendría que gastar más cuando se retirarán los 'baby boomers' y, para evitarlo, plantearon que los futuros pensionistas cobraran menos. Hasta la fecha, el Gobierno PSOE-Unidas Podemos ha planteado no recortar las pensiones y habilitar mecanismos para ingresar más dinero. Un cambio de paradigma que, de contar con el apoyo de la CEOE, no sería bien visto por el PP. Pues sería apoyar lo contrario de lo que defendieron.

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