Reunión del Cercle

Botín, Isla y Pallete destacan el impulso de la digitalización por la pandemia

Los máximos responsables del Santander, Inditex y Telefónica apuntan a la recuperación rápida de la economía española, con una tasa de hasta el 9% este año

Sesión del Cercle

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Eduardo López Alonso

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La pandemia ha acelerado la digitalización en España y el crecimiento económico. Los presidentes de tres grandes emblemas empresariales de España, el banco Santander, Inditex y Telefónica han reconocido este miércoles en la sesión organizada por el Cercle de Economía que España tiene grandes posibilidades para afianzar su crecimiento en el futuro de la mano de la tecnología y el aprovechamiento de los fondos europeos. Para Ana Botín (Santander), Pablo Isla (Inditex) y José María Álvarez-Pallete (Telefónica), España tiene una oportunidad de oro para consolidar la convergencia con los países más ricos del norte de Europa en el marco de un reto tecnológico acelerado con la crisis del covid-19. 

«Las empresas españolas han estado a la altura de la crisis de la pandemia», resaltó Isla, mientras Botín destacaba que mientras la crisis del 2008 fue una crisis financiera global, la crisis del 2020 fue una crisis sanitaria «en la que los bancos hemos sido parte de la solución» con la canalización del crédito a las empresas. 

Para Álvarez-Pallete, la pandemia ha puesto en evidencia que la red de telecomunicaciones no se creó para que el 100% de la población teletrabajase pero, no obstante, fue capaz de soportar que se duplicase el tráfico de telecomunicaciones entre un viernes y un lunes con el confinamiento del pasado año. 

Los tres sectores que encarnan estos directivos de éxito son una muestra de la capacidad de adaptación de las empresas españolas que afrontan ahora una etapa de fuerte crecimiento.

Botín aseguró que pese a que los riesgos de inflación se mantienen, los crecimientos del PIB para este año van a ser superiores a lo previsto, acercándose a porcentajes superiores al 8% o 9% en España. Para Pallete, tres elementos son básicos para prever ese crecimiento, el primero es la comparación con un 2020 nefasto y la recuperación rápida que se registra, el segundo es la elevada tasa de ahorro actual que equivale a casi seis puntos del PIB, y el tercero el impacto positivo que tendrán los fondos europeos. 

La digitalización acelerada también introduce un cambio radical. Según el presidente de Telefónica, el 40% de los datos que manejan las redes ya derivan de la comunicación autónoma entre máquinas. La inteligencia artificial va a acelerar la transición tecnológica y abrirá nuevas oportunidades para las empresas. Son datos que se transforman en información, que pueden traducirse en competitividad empresarial. 

Otro de los motores del cambio empresarial es la sostenibilidad, también protagonista en el acto del Cercle de ayer. El consenso empresarial impera en torno a que la sostenibilidad es inexcusable en ese «nuevo capitalismo responsable», que se consolida como medicina contra las amenazantes teorías del decrecimiento. «La sostenibilidad es buena para la empresa y nos ayuda a tener clientes», aseguró Botín. 

Sobre el auge del teletrabajo, los líderes empresariales entienden que no existirá en el futuro una fórmula única. Isla opinó que en las empresas de moda como la suya el teletrabajo será una opción minoritaria ante la necesidad de trabajar en equipo y de manera presencial. Pallete admitió que el teletrabajo «va a permitir mayor flexibilidad», aunque «existe una forma de trabajar y de empatía corporativa que no es digitalizable». Botín sí avanzó que la entidad financiera que preside va a «ampliar el horario flexible», ya que «desde casa se puede ser muy eficiente». 

Nuevo contrato social

La presidenta del banco Santander mantuvo que el reto para España en estos momentos es afrontar «reformas estructurales en forma de un nuevo contrato social», entendido como el consenso que permita adecuar la presión impositiva a cada actividad para impulsar la existencia de empresas más grandes. También abogó por que exista una buena gestión de las inversiones, preferiblemente en infraestructuras u otros sectores de gran efecto multiplicador. Para Pallete, España ha demostrado a lo largo de los últimos años que «tiene experiencia y lo ha hecho bien» a la hora de aprovechar las inversiones externas. Isla alertó de la importancia de que esa entrada de inversiones extra procedentes de Europa en los próximos años no suponga «un riesgo de autocomplacencia» e introduzca «dinámicas empresariales menos exigentes».