Automoción

La escasez de chips amenaza con paralizar la fabricación de automóviles

Semiconductores y chips de automoción

Semiconductores y chips de automoción

Xavier Pérez

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La electrificación y la digitalización marcan el ritmo de un mundo ralentizado por la pandemia del coronavirus. El crecimiento exponencial de la electrónica de consumo y la apuesta tecnológica del automóvil llevan tiempo juntos de la mano. El chip se ha convertido en un bien necesario y preciado, muy preciado, hasta el punto que es imprescindible. Todo lo que nos rodea lleva un chip, un semiconductor, sin el que nada funciona. Con la pandemia y la especulación del sector, el primer impacto se lo está llevando el sector del automóvil, hasta el punto de tener que parar las líneas de fabricación de coches por escasez de chips.

El despegue del mercado chino tras los primeros meses de pandemia y el consiguiente reajuste de los niveles de producción de componentes semiconductores, está empezando a pasar factura y afectará a los principales fabricantes de automóviles mundiales, especialmente en el primer semestre de 2021. Según revela un estudio de McKinsey&Company, la crisis provocada por el Covid-19 produjo una interrupción en la cadena de suministro de semiconductores. El problema se trasladó rápidamente al sector del automóvil que, con la digitalización y la electrificación, depende cada vez más de estos componentes.

Seat podría parar

Volkswagen ha sido la primera de las grandes corporaciones en envidenciar el problema. Hace unos días comunicó que deberá interrumpir o modificar la producción de varias de sus marcas en todo el mundo por falta de semiconductores. "La fuertes limitaciones en el suministro de semiconductores crea perturbaciones notables en la producción de automóviles en todo el mundo, que llegan a los productores", dijo Volkswagen. No son los únicos. Hyundai, Nissan, Mercedes-Benz, General Motors, Ford y Toyota también están estudiando alternativas logísticas.

Interior del Cupra Born.

Interior del Cupra Born. / CUPRA

El grupo alemán reconoce que deberá ajustar en el primer trimestre de 2021 la producción de algunas fábricas en China, Norteamérica y Europa al suministro de los semiconductores, y entre esas factorías están las de Seat y Volkswagen en Martorell y Landaben, respectivamente. El ajuste de la producción afecta a automóviles de las marcas Volkswagen, Cupra, Skoda, Seat y Audi, que comparten la plataformas modulares. En Seat reconocen oficialmente que están evaluando el impacto de esta falta de material.

Sobre la plataforma MQB (con sus subplataformas A y A0) orbitan cinco modelos de Audi (A1, A3, Q2 y Q3), cuatro de Seat (Arona, Ibiza, Ateca y León), tres de Cupra (León, Formentor y Ateca), cuatro de Skoda (Octavia, Karoq, Kodiaq y Superb) y al menos seis de Volkswagen (Golf, Polo, Tiguan, Touran, T-Cross, T-Roc). La plataforma MQB es la que más sufre, con modelos como el Volkswagen Golf que podría bajar la producción en favor del Polo (MQB-A0. Y quien dice Golf, dice Seat Léon y Audi A3. La reciente puesta en marcha de vehículos eléctricos como el Volkswagen ID.3, el Cupra Born y el Skoda Enyaq iV, en las plantas alemanas también sufrirán.

"Hasta la fecha, hemos superado bien la crisis gracias a una excelente gestión de compras y producción. Sin embargo, ahora estamos sintiendo los efectos del cuello de botella global de los semiconductores. Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para minimizar la pérdida de producción y garantizar que las entregas puedan reanudarse lo antes posible", ha indicado el responsable de Compras de Volkswagen, Murat Aksel.

Esenciales desde 340 euros

Y es que los microchips se han convertido en una parte esencial del automóvil. En los últimos diez años la escalada de necesidades ha supuesto inversiones millonarias en los principales fabricantes. Se estima que en un vehículo de tipo medio, con motor de combustión, el valor de los componentes semiconductores que alberga está en torno a los 340 euros, mientras que en un vehículo eléctrico el valor sube hasta más allá de los 420 euros. Los microchips están presentes en todas las partes del automóvil, y los ingenieros estima que en breve la cantidad de componentes en los vehículos alcanzará valores de casi 1.000 euros.

Semiconductores de carburo de silicio.

Semiconductores de carburo de silicio. / El Periódico

Los airbags, la gestión electrónica del motor, los limpiaparabrisas, el sistema de sonido, de navegación, el ordenador de a bordo, los sensores de aparcamiento, la gestión de los modos de conducción, la detección de peatones, la visión infrarroja nocturna, los elevalunas, la dirección, las luces matriciales, la gestión de la autonomía, todos llevan microchips asociados. No hay parte del vehículo que no precise de estos pequeños chips para su funcionamiento óptimo. Están por todas partes. 

Oblea de semiconductores de Bosch.

Oblea de semiconductores de Bosch. / Bosch

Bosch es una de las compañías líderes en el suministro de componentes electrónicos para la automoción, y desde hace unos meses han notado una especie de embudo en la cadena de suministro global para ciertos componentes. Asia es el principal mercado y de allí es de donde proceden las materias primas para la producción. Los productos químicos especiales que se emplean en los semiconductores proceden de Japón, país que domina junto a Corea del Sur la producción de obleas (forma que adquieren los sistemas de almacenamiento de semiconductores compuestas de silicio). 

Intel domina el mercado de los ordenadores, Qualcomm el de los chips para smartphones, Samsung lidera el mercado de almacenamiento de datos (memorias), NVIDIA es el top en tarjetas gráficas. Todos tienen su espacio. Bosch aglutina el máximo de tecnología y de hecho produce obleas de semiconductores en su planta alemana de Dresden, pero señalan que es complicado atender todos los pedidos por la fragilidad de la cadena de suministros. Una planta como la de Bosch puede llegar a producir 100.000 en una semana. Y sin materiales es complicada la producción. 

Semiconductores para chips de Bosch.

Semiconductores para chips. / Bosch

Otras empresas del sector que proporcionan chips a las automovilísticas, como la holandesa NXP Semiconductors, han incrementado el precio de todos sus productos ante el aumento del precio de los materiales y la escasez de chips. Todo ello como consecuencia del boom del mercado chino de automóviles. La demanda allí se ha disparado. Los analistas prevéen que China comercialice 22 millones de coches en 11 meses, solo un 3% menos que el pasado año. En noviembre, en solo 20 días, ya se fabricaron 1,9 millones de vehículos. Y todos cargados de conectividad, digitalización, electrónica y chips, muchos chips.

Un tercio de los fabricantes chinos de automóviles alertan de la falta de chips. En una encuesta publicada por la consultora Gasgoo, el 6% de los fabricantes reconoció que se habían interrumpido los suministros, otro 6% señaló que los proveedores habían subido los precios y el 36% alertó que tenían dificultades para reponer inventarios. El embudo por la falta de semiconductores puede prolongarse hasta el mes de mayo. Recuperar los volúmenes adicionales de producción no es inmediato. "Puede llevar entre seis y nueve meses". reconocen desde la empresa Continental.

Así que, cuando le demos al interruptor de la nueva PlayStation 5 o pongamos en marcha el Iphone 12, pensemos que igual hemos dejado desnudo a un flamante Seat León.

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