impuestos

El Congreso avala tramitar el nuevo impuesto a las transacciones financieras

María Jesús Montero dice que el impuesto a transacciones financieras no afectará a las familias

María Jesús Montero dice que el impuesto a transacciones financieras no afectará a las familias. / periodico

Agustí Sala

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Primera traba superada. El proyecto de ley para un nuevo impuesto sobre las transacciones financieras, conocido como 'tasa Tobin', podrá seguir su trámite parlamentario mediante incorporación de enmiendas parciales, gracias al aval de la mayoría del Congreso.

El Gobierno, que prevé recaudar unos 850 millones de euros anuales con este gravamen sober la compraventas de acciones de compañías con un valor bursátil superior a 1.000 millones de euros, logró ayer el apoyo de muchas de las fuerzas que apoyaron su investidura y frenar las enmiedas a la totalidad y propuesta de devolución del proyecto de ley planteada por el PP, Vox y Ciudadanos.

Al igual que la semana pasada con la ‘tasa Google’, la mayoría del Congreso ha dado vía libre a la tramitación al rechazarlas tres enmiendas a la totalidad presentadas por el PP, Vox y Ciudadanos. Si llega a entrar en funcionamiento, este nuevo impuesto gravará con un 0,2 % la compraventa de acciones de empresas españolas con capitalización superior a los 1.000 millones de euros y que según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no afectará ni al ahorro de las familias ni a las pymes.

Las enmiendas a la totalidad fueron rechazadas por 196 votos en contra y 152 a favor. PSOE, Unidas Podemos, PNV, ERC, JxCAT, Compromís, Más País, EH Bildu y la Cup cerraron el paso con sus votos a las tres enmiendas de devolución que coincidían en que la tasa debería armonizarse a nivel europeo y tiene un impacto recaudatorio bajo.

La ministra de Hacienda reprochó a la oposición de derechas que intente deslegitimar el sistema tributario e ir en contra de una fiscalidad justa con sus enmiendas y señaló que este impuesto busca una contribución justa del sector financiero.

Sin repercusión al cliente

Negó que vaya a repercutir sobre los clientes finales y en torno a la recaudación prevista de unos 850 millones de euros anuales, puntualizó que «habrá que esperar a la aplicación definitiva» pero que en todo caso se trata de un impuesto que también está orientado a disuadir movimientos especulativos.

La titular de Hacienda y portavoz del Gobierno señaló durante su defensa del proyecto de ley de este impuesto que busca una contribución justa del sector financiero, toda vez que se ha beneficiado de un rescate durante la crisis del 2008 y recordó que la UE lleva más de siete años debatiendo su armonización.

«Es oportuno y conveniente seguir marcando la pauta en Europa»,dijo tras afirmar que cuanto antes se implante en España mejor, sobre todo ante una presión fiscal que en España está siete puntos por debajo de la media de la eurozona.

«España no puede esperar años y años a los debates internacionales y justo en este momento de crisis, se hace más importante el que podamos trazar bien las figuras fiscales que ejercen una competencia desleal con otros sectores y que tienen capacidad efectiva de abundar en los ingresos», explicó Montero, que insistió en que no gravará a las familias ahorradoras.

«No creo que muchas familias estén preocupadas de lo que tienen que invertir en bolsa, sino que estarán preocupadas de cómo llegar a fin de mes», destacó la ministra en respuesta a algunas de las críticas vertidas desde la bancada del PP, Vox y C’s.

Subida de impuestos

Los partidos críticos aludieron al coste de su implementación que será repercutido en el cliente e  incidieron en que supone una subida de impuestos porque gravará las transacciones que también están vinculadas a los fondos de pensiones.

La mayoría de los partidos políticos también rechazaron las explicaciones del PP, Vox y Cs y señalaron la urgencia de implantar este nuevo impuesto sin esperar a una normativa europea. No obstante, los diputados contrarios a los vetos añadieron que en el debate de enmiendas parciales modificarán algunos aspectos del proyecto de ley para que no se perjudique a los fondos de pensiones o para gravar otros productos financieros más especulativos.

El PSOE, Unidas Podemos, ERC y Compromís dijeron que los partidos de «derecha y extrema derecha» argumentan que quieran bajar los impuestos pero solo a los ricos y criticaron que no busquen unos impuestos justos.

Durante la defensa de las enmiendas a la totalidad la diputada de Ciudadanos María del Carmen Martínez ha recordado a la ministra la baja recaudación obtenida con un impuesto similar en Francia o Suecia y ha puntualizado que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) se muestra en contra de crear esta tasa fuera del marco europeo.

Desde Vox, el diputado Rubén Manso ha dicho que se trata de un impuesto "ideológico, ahora que hay un elevado déficit" y ha pedido al Gobierno que "si no pone coste a la financiación de los bonos públicos tampoco lo debería poner al sector privado".

Miguel Castellón, del PP ha reiterado que la política debe ser bajar impuestos y "no dar un sablazo fiscal a la clase media española" ya que los costes operativos del impuesto recaerá sobre más de 3 millones de familias que tienen acciones en la bolsa.