CRISIS DEL CORONAVIRUS

Estas son las CCAA con menos ahorro y a las que más les va a pesar el coronavirus

La crisis económica ya es una realidad. Las previsiones económicas de muchos organismos apuntan a caídas de entre el 8 al 13% este 2020. ¿Cómo afecta a cada comunidad?

La crisis económica ya es una realidad. Las previsiones económicas de muchos organismos apuntan a caídas de entre el 8 al 13% este 2020. ¿Cómo afecta a cada comunidad?

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Marta Gracia

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La crisis sanitaria del coronavirus ya se ha traducido en crisis económica. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que España registrará una caída del 8% en el PIB este años. Por su parte, el Banco de España prevé una contracción "sin precedentes" este año, de entre el 6,6 % y el 13,6 % en función de la metodología utilizada y de la duración del confinamiento. Estos datos reflejan estimaciones del conjunto nacional, pero el COVID-19 no está afectando a todas las economías de las comunidades españolas igual. ¿A cuál le va a pesar más el coronavirus?

Hocelot, compañía española deeptech especializada en la obtención de data, ha publicado un informe (elaborado a través de los datos agregados basados en información de fuentes públicas sobre el sector mercantil, financiero, teleco y asegurador) en el que se observan diferencias de ahorro sustanciales entre las diferentes comunidades autónomas. Por ejemplo, los asturianos son los españoles con mayor capacidad de ahorro con 557,26 euros de media al mes (un 49,11% de sus ingresos), seguidos de los ceutíes (515,94 euros al mes) y los cántabros (487,09 euros). En cambio, en el vagón de cola del ahorro están los riojanos, que únicamente pueden ahorrar 219,97 euros (un 60,53% menos que los asturianos) y los andaluces, que ahorran 247,40 euros al mes de media.

Si nos fijamos en el porcentaje ahorrado sobre el sueldo total, los que peor parados salen son los madrileños, que únicamente cuentan con un 18,14% de sus ingresos dedicado al ahorro. Esto se explica por el alto precio de la vivienda en la capital, que eleva el gasto y hace que sea más difícil el ahorro. Antonio Camacho, fundador y CEO de Hocelot, destaca que “la capacidad de ahorro es un indicador claro de la salud financiera de los ciudadanos. A la hora de enfrentarnos a un momento de crisis del empleo como el actual, cuanto mejor sea la salud financiera de los ciudadanos, menor impacto social tendrá la crisis económica”.

Ahorro por edades

Según datos analizados, en 2019 cada trabajador español ahorró de media 334,25 ‬euros al mes, o lo que es lo mismo, un 27,49% de sus ingresos. El grupo que menos capacidad de ahorro tiene son los mayores de 84 años, que apenas consiguen ahorrar 46,36 euros al mes (un 6,57% de sus ingresos mensuales). El ahorro máximo (538,70 euros al mes) se produce entre los 26 y los 35 años, cuando la mayoría de profesionales todavía no tiene hijos, pero comienzan a alcanzar una situación profesional estable que les permite dedicar al ahorro el 31,72% de sus ingresos. 

En cambio, los que mayor porcentaje de su sueldo ahorran, hasta un 33% son los jóvenes de 18 a 25 años, aunque al tener salarios más bajos sus ahorros son de 288,94 euros al mes, de media.  En este caso, su alta capacidad de ahorro se explica por la falta de gastos fijos del hogar debido a la emancipación tardía (según el INE, la edad media de emancipación es de 29 años). 

Solidaridad para mitigar los efectos de la crisis

Según el quinto informe sobre el COVID-19 del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, los costes de la crisis son elevados, pero abordables desde la solidaridad, canalizada a través de los mecanismos presupuestarios. El problema económico original se debe a los contagios, los avances sanitarios son la precondición para superar la crisis económica. “Si los trabajadores no pueden acceder al lugar de trabajo o los consumidores a los comercios, es imposible empezar a recuperar el PIB”, apuntan en el informe Francisco Alcalá, autor del inrome. 

Para evitar la propagación y amplificación de la crisis, es necesario, en primer lugar, que fluya el crédito. En este sentido, la mayor solvencia del sector bancario unida a los mecanismos de apoyo del BCE y los avales públicos permitirán dar respuesta a las necesidades de las empresas, pymes y autónomos que eran viables para que superen la crisis. En segundo lugar, en cuanto al incremento del desempleo, Alcalá subraya los efectos positivos de los ERTEs, que permiten mantener los vínculos entre empleados y empresa hasta que estas últimas puedan reanudar su actividad. Sin embargo, alerta sobre las amplias capas de la población que quedan fuera de los subsidios de desempleo incluso después de la relajación de requisitos de acceso. Entre estos, se encuentran muchos autónomos o los que viven en la economía irregular y a los que habrá que apoyar a través de algún tipo de renta básica garantizada. Además, Francisco Alcalá recuerda que España es una de las economías avanzadas en las que más ha aumentado la desigualdad en la última década y en la que no debería permitirse un incremento adicional de las brechas existentes. Cualquier actuación de apoyo a los colectivos más vulnerables contribuirá a mitigar la amplificación de la crisis económica.

Para poder financiar todas estas medidas y conseguir que las expectativas negativas no afecten, incluso, a las inversiones de agentes solventes y con liquidez, es necesario que las instituciones de gobierno actúen con unidad y eficacia. No es esperable que la UE acabe aportando recursos sustanciales a fondo perdido para responder a la crisis, pero se ha comprometido a facilitar un mayor endeudamiento del Estado español. Ahora bien, la posibilidad de un mayor endeudamiento no impide que los costes de las medidas para atenuar el impacto económico y social de la crisis recaigan más tarde o más temprano sobre la sociedad española. Es necesario reforzar este sistema fiscal al tiempo que se lo moderniza y hace más equitativo. “Los costes de la crisis son elevados, pero abordables dentro de un estado social y democrático en el que los impuestos son un instrumento clave para canalizar la solidaridad entre los distintos grupos de población”, añade.