PATRICIA VALENZUELA, DIRECTORA DE FEVITUR

"Hemos encontrado 8.000 viviendas sin regularizar en la Comunidad Valenciana"

Las viviendas y alojamientos turísticos llevan un tiempo siendo noticia, por el efecto que ha provocado su llegada al sector hotelero o la polémica sobre su responsabilidad en la subida de los precios de los alquileres. La Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos nos cuenta la realidad de este sector.

Las viviendas y alojamientos turísticos llevan un tiempo siendo noticia, por el efecto que ha provocado su llegada al sector hotelero o la polémica sobre su responsabilidad en la subida de los precios de los alquileres.

Patricia Valenzuela es directora de FEVITUR

Patricia Valenzuela es directora de FEVITUR / economia

Fran Leal

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En España, de manera regularizada, se calcula que hay unos 350.000 pisos y apartamentos turísticos. Fevitur, la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos, engloba a 23 asociaciones que gestionan 185.000 unidades (algo más de la mitad) y están presentes en todo el territorio nacional.

Como es lógico, no todas las Comunidades cuentan con el mismo volumen de este tipo de alojamiento. De hecho, el 80 por ciento se concentra en cinco Comunidades (Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana, Canarias e Islas Baleares).

En esta entrevista para BYZness, nos atiende Patricia Valenzuela, directora de Fevitur, con quien ahondamos en el momento que está viviendo el sector y las dificultades que se está encontrando en determinados territorios, sobre todo a nivel regulatorio.

¿En qué situación se encuentra ahora mismo el sector?

El reto que tenemos actualmente es normativo, porque las competencias a nivel turístico están derivadas a las Comunidades Autónomas, por lo que cada una de ellas tiene potestad para crear sus propios decretos de viviendas turísticas. En algunos casos, incluso, se habla de ley, como en Baleares. Lo cierto es que tenemos diferentes realidades y casuísticas en las diferentes Comunidades.

Como mencionas, el caso de Baleares ha generado gran revuelo. ¿Es muy restrictiva la normativa para vosotros?

Desde luego, Baleares es una de las peores normativas que existe. En este caso, es una ley a nivel de comunidad autónoma que es muy restrictiva, tanto a nivel de número de plazas, como el carácter temporal (5 años), que te piden un importe por cama… Con todo esto, el nivel de rentabilidad a largo plazo es casi inexistente.

Estas limitaciones no existen en ninguna otra Comunidad y son realmente perjudiciales para el sector. Pero lo cierto es que nosotros llevamos 23 sentencias ganadas en los tribunales. De hecho, en noviembre de 2018 ganamos una sentencia en el Tribunal Supremo sobre la zona de Canarias. El decreto que había era tan restrictivo que prohibía las viviendas turísticas en las zonas turísticas. Y el Tribunal Supremo nos acabó dando la razón y tuvieron que retirar dicha restricción.

¿Cómo gestionáis esta problemática con la Administración?

Nosotros trabajamos codo con codo con cada una de las Administraciones para que se puedan elaborar normativas de posible cumplimiento, porque es mucho más constructivo hacerlo bien desde el principio que no acabar en los tribunales y, aunque nos den la razón, perder tiempo y dinero todas las partes. Por ejemplo, hemos trabajado mano a mano con la Región de Murcia, que acaban de sacar un decreto consensuado con el sector que es muy positivo. Y también se trabajó en su día con Cataluña, que tiene uno de los decretos más ejemplares, de 2012, que se trabajó del mismo modo con el sector. 

La prioridad para la Federación, como decía, es intentar que haya normativas de posible cumplimiento y hacerles ver las nuevas realidades, porque somos un modelo alojativo que ha llegado para quedarse, que es demandado por los usuarios, que es valorado por los clientes, y lo único que tenemos que hacer es ordenarlo para poder actuar.

A nivel de buenas prácticas, llevamos dos años en la Comunidad Valenciana con una campaña con la que pretendemos animar a los gestores, a los propietarios, a que regularicen sus viviendas, que ha aflorar esta oferta ilegal que sabemos que existe, para aportar valor entre todos a la sociedad (empleo, reparto de beneficios en las ciudades, etc.).

Hay mucha demagogia con el alquiler vacacional: hay 200.000 viviendas vacías y muchas acciones que se podrían llevar a cabo a nivel político para ayudar a las familias

¿Tienen mucho peso estos alojamientos sin regularizar?

En el caso concreto de la Comunidad Valenciana, con esta campaña hemos logrado que afloren más de 8.000 viviendas en un año, con lo que estamos reduciendo la oferta ilegal, gracias a nuestra ayuda y la labor de la Agencia Valenciana de Turismo. A nosotros, como Federación, lo que nos interesa es que las cosas se hagan bien.

En cierto modo, no es extraño que determinadas zonas, con un músculo hotelero importante, se resistan a la entrada de nuevos actores...

La verdad es que, aunque a priori e históricamente las zonas donde el lobby hotelero ha sido fuerte (como en las islas) se han visto normativas más beligerantes, también es verdad que en estos últimos años el sector hotelero está dentro del sector de viviendas turísticas y están comercializándolas. Están cada vez más dentro del sector, porque han visto que es una nueva modalidad alojativa complementaria, que brinda beneficios y gusta al público. 

Es más, como dato curioso, en las encuestas que hace Booking, en el último año, por primera vez, estaban más valoradas las viviendas turísticas que los hoteles. En definitiva, todo esto lo que indica es que estamos ya en una etapa de normalización. Es una oferta más que existe en el mercado y que es demandado por los clientes, por lo que es lógico que los operadores del establecimiento hotelero se metan dentro.

Pero, ¿cómo es vuestra relación con el sector hotelero?

Es cordial, aunque depende de los lugares y las personas, como todo. Sí que es verdad que hay delegaciones de patronales hoteleras en según qué territorios que son más beligerantes. Pero bueno, creo que cada uno hace su papel. A fin de cuentas, la realidad es que las grandes compañías están entrando en nuestro sector y no va a quedar otra que buscar entre todos que reine la convivencia.

En la subida de los precios de los alquileres, se ha puesto el foco en vuestro sector como principal culpable. ¿Cómo valoráis esta afirmación?

Tenemos clarísimo que somos un sector muy demonizado, que pase lo que pase somos los culpables. Al respecto, lo que hemos hecho es encargar unos estudios sobre el impacto de las viviendas turísticas en el precio de los alquileres, y lo hemos encargado en Madrid, Barcelona, Valencia y Palma.

Pues bien, en Madrid hay censadas 10.800 viviendas turísticas y el 85 por ciento está en el centro. Por tanto, esto supone tan solo un 0,79 por ciento del parque total que existe en la Capital. Entonces, ¿somos responsables nosotros de la subida de los precios de los alquileres? Sí, pero en un 0,79 por ciento. Y estos estudios no los ha hecho Fevitur, sino que los ha llevado a cabo inAtlas, una importante empresa urbanística.

En Barcelona, los datos revelan que esta tasa supone un 2,2 por ciento. Además, aquí hay que resaltar que hay una moratoria, por lo que en todo caso disminuirá el número de alojamientos turísticos. Para terminar, en Valencia la tasa es de un 1,9 por ciento y en Palma del 1,2 por ciento.

Dicho esto, que los alquileres suben, es cierto y no se puede negar la realidad, pero se debe a muchos factores, sobre todo de índole macroeconómica y relacionados con los perfiles de personas que entran y salen de las ciudades…

Pero lo que ocurre es que hay mucha demagogia detrás de que las culpables sean las viviendas turísticas, porque hay 200.000 viviendas vacías y una gran cantidad de acciones que se podrían llevar a cabo a nivel político para ayudar a las familias, que no se están haciendo.