GESTIÓN DEL TIEMPO

¿Conoces la 'Técnica Pomodoro'? Un arma eficaz contra las distracciones

Tenemos tantas cosas en mente y en la lista de tareas a realizar que, si a eso le sumamos distracciones varias como las redes sociales o el propio entorno laboral, estamos perdidos. Concentrarse en lo que estamos haciendo es vital para llevarlo a cabo de la mejor manera posible y esta técnica te puede ayudar a ello.

Tenemos tantas cosas en mente y en la lista de tareas a realizar que, si a eso le sumamos distracciones varias como las redes sociales o el propio entorno laboral, estamos perdidos

pomodoro

pomodoro / economia

Fran Leal

Fran Leal

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Cuando estamos centrados en una actividad, hay ocasiones (demasiadas, quizá) en las que aparece una distracción o incluso la buscamos. De este modo, vamos dejando tareas sin terminar y se prolongan en el tiempo. Y esto nos genera un estrés que no hace sino empeorar la situación.

Para conseguir que no se nos vaya esa concentración y exprimir el tiempo al máximo, existen numerosas técnicas que, si bien no son infalibles, bien ejecutadas nos pueden ayudar bastante.

La ‘Técnica Pomodoro’

Esta técnica, desarrollada por Francesco Cirillo en los años 80, recibe el nombre del temporizador con forma de tomate que hay en muchas cocinas. De hecho, aunque podemos poner en práctica este método con cualquier otro temporizador, si queremos ser completamente fieles, tendremos que hacerlo con el que tiene forma de tomate. Su metodología, que es bastante simple (aunque algo más complicada de cumplir), la describe perfectamente Andrea Giuliodori en su libro ‘Reconquista tu tiempo’.

Además de facilitar una mejor organización del trabajo y, por ende, aumentar nuestra productividad, existen otros beneficios importantes a nivel psicológico. Judit March, doctora en Psicología Clínica y psicoterapeuta, apunta que “los microdescansos regulares y programados reducen el agotamiento mental y físico, lo que ayuda a preservar una mayor energía a largo plazo”. Por otra parte, March, que dirige la clínica JM Psicología, destaca otro efecto positivo de la técnica: “Activa los centros de recompensa natural del cerebro. Cuando se completa con éxito cada conjunto de tareas y las marcamos como completadas con éxito, producimos en nuestro cerebro un aumento de la dopamina, neurotransmisor relacionado con la sensación de motivación y recompensa”. De este modo, cada vez que marcamos una tarea como terminada, “le estamos indicando a nuestro cerebro que lo registre como un logro”, lo que genera el deseo de “hacer más y seguir adelante”, puntualiza March.

5 consejos para sacar el máximo partido

La puesta en práctica de la técnica que estamos analizando es bastante sencilla, pero para sacarle el máximo partido Giuliodori aporta 5 claves:

  • No te conviertas en un coleccionista de Pomodoros. Para que la técnica se mantenga como un medio, y no se convierta en el fin, deberemos relacionar cada pomodoro con la actividad concreta que nos ocupa. No se trata de hacer cuantos más mejor, sino de cumplir con la planificación marcada para cada tarea.
  • Aprende a gestionar las interrupciones. Si son internas (distracciones) se recomienda escribir en un papel lo que queremos hacer (por ejemplo, mirar el correo) y volver a la tarea. Si son externas (compañeros, familiares, pareja…), hay que ser consciente de la importancia de educar a las personas que nos rodean. Excepto en ocasiones muy justificadas, si tienen que esperar, que esperen.
  • No caigas en la trampa de “solo dos minutos más”. Según advierte Giuliodori, muchas veces la alarma del temporizador sonará justo cuando estamos inmersos en una tarea totalmente concentrados. No obstante, el autor de ‘Reconquista tu tiempo’ afirma que cuando los 25 minutos terminan, debes dejar lo que estés haciendo, sin la más mínima duda, para obtener el resultado deseado.
  • Aprovecha las pausas de forma inteligente. Parar 5 minutos (o más si hemos cerrado el ciclo) y ponernos a ver las redes, el teléfono o seguir pensando en el trabajo, no va a aportarnos lo que persigue esta técnica. Lo más idóneo sería, según comenta Giuliodori, hacer actividades simples como tomar un café, hacer estiramientos o caminar un poco.
  • No utilices aplicaciones específicas. Emplear el móvil para controlar los tiempos nos puede llevar a obsesionarnos por hacer más y más pomodoros. Además, si lo que estamos intentando es escapar de las distracciones, el teléfono móvil, cuanto más lejos mejor.

PERSONALIZACIÓN DE LA TÉCNICA

Aunque la técnica fija en 25 minutos el tiempo de trabajo intenso previo a la pausa, hay quienes lo amoldan a su situación y ajustan los tiempos que mejores resultados les reportan. David de Ponte, por ejemplo, es ingeniero informático, especializado en Marketing Digital y SEO, y fundador de fullmusculo.com. Tras 2 años empleando esta técnica con éxito, nos cuenta cuáles son sus trucos para llevarla a buen término. 

En primer lugar, el tiempo que dedica a sus actividades de forma intensiva es de 45 minutos. Pero, ¿cómo consigue permanecer concentrado 45 minutos seguidos? “Desactivando todas y cada una de las notificaciones, tanto del ordenador como del móvil, incluyendo el tono de llamada”, afirma. De hecho, según nos explica, la pantalla de su móvil no se enciende ni emite ningún tipo de luz o sonido mientras trabaja. Es más, y para ser más exactos, “lo tengo 24/7 desactivado, salvo que esté esperando una llamada urgente”.

En cuanto a las pausas, tras cada intervalo de 45 minutos, De Ponte se toma un descanso de 10-15 minutos antes de retomar su actividad. No obstante, confiesa que hay veces que aprovecha el estado de concentración máxima y alarga los tiempos, permaneciendo “en ese estado de ‘flow’ ideal en el que todos caemos cuando estamos inmersos en una tarea que nos interesa y además nos motiva”, concluye.

Este tipo de técnicas suelen ser bastante férreas a la hora de ponerlas en práctica pero, como vemos, hay quien las adapta a sus circunstancias, las personaliza y, del mismo modo, es capaz de sacarle partido. A fin de cuentas, la clave está en combinar periodos de máxima intensidad con otros de descanso. Y ahí radica su éxito.