Adolescentes, juego y apuestas

¿Qué arma puede 'salvar' a los jóvenes atrapados en las casas de apuestas?

El negocio del juego está generando muchos trastornos a muchas familias. El 13,6% de los estudiantes de secundaria hace apuestas presenciales, pero la mayoría no sabe lo que esto significa. ¿Qué se debe hacer para cambiar su mentalidad? En la educación financiera puede estar la clave.

El 13,6% de los estudiantes de secundaria realizan apuestas presenciales, pero la mayoría no saben lo que esto significa. La educación financiera puede ser clave para cambiar su mentalidad

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Héctor Chamizo

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Por lo pronto, 6 de cada 10 españoles de entre 18 y 24 años considera que necesita una mayor formación para saber manejar sus finanzas, según el último European Consumer Report. Y es que la sociedad de la tecnología hace que podamos comprar desde un solo clic. Nos facilita el acceso al consumo. Sin embargo, esto genera facilidades para el acceso de las nuevas generaciones al juego online o a las apuestas deportivas. 

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar señala que el 13,6% de los estudiantes de secundaria apuestan de manera presencial. El objetivo que tienen es intentar crear una fuente de ingresos constante, pero desconocen las consecuencias que pueden tener, como la pérdida de todo su poder adquisitivo o, lo que es peor aún, su endeudamiento. 

A esto hay que añadirle que la Dirección General de la Ordenación del Juego del Ministerio de Hacienda asegura que el gasto en este tipo de ocio en 2018 se incrementó más de un 30% respecto al año anterior, lo que refleja la tendencia al alza de la adicción de la población española por este tipo de entretenimiento. Concretamente, el gasto medio entre los jóvenes de 18 y 25 años suele ser de 220 euros al año.

Muchos de ellos llegan incluso a pedir dinero prestado o solicitar créditos rápidos desde sus móviles, con altos intereses, sin identificar los graves riesgos a los que están expuestos. Los más destacados son: pérdidas económicas, endeudamiento, problemas legales e incluso ludopatía lo que se ve reflejado también en su entorno social y familiar, sus notas y su estado anímico.

¿Qué se puede hacer? En opinión de Paulina Rascón, directora de Recursos Humanos de Intrum, empresa que gestiona créditos y activos, es importante “potenciar la educación financiera” porque ahora mismo “es una carencia que tenemos” en España.

El 64% de los jóvenes entre 25 y 34 años demandan más educación financiera cuando están en el colegio, por lo que, ellos mismos se dan cuenta de que “no tienen una base suficiente para luego acometer su economía doméstica cuando ya se independizan”, tal y como asegura Rascón. 

Las necesidades de una planificación financiera

¿En qué se traduce esa necesidad? Rascón expone que no se hace una correcta planificación financiera de la economía doméstica de manera que muchas veces “incurren en gastos por encima de sus posibilidades”, como en el caso de las apuestas deportivas. Eso al final deriva en deudas y en situaciones “más complejas de resolver y que la economía no funciona como debería funcionar”. 

Probablemente en las redes se está potenciando ese consumo que muchas veces se vende como “la adquisición de un dinero fácil”, aunque realmente no sea así, asevera. Eso lo que produce al final es que se produzcan “unas situaciones de endeudamiento por encima de sus capacidades”. Es decir, comprar por encima de lo que “realmente se puede gastar”. 

Por tanto, Rascón propone que para frenar esa tendencia se aplique “una educación financiera desde la base”. Y es que ahora mismo es “una carencia que tenemos”, como así atestiguan las cifras. 

Entidades como Insumo están intentando cambiar el signo de esta situación y por eso, dice Rascón, realizan talleres por toda Europa para jóvenes de que cursan 3º y 4º de la ESO ya que son los que “empiezan a consumir”. Comienzan a tener ingresos e inician el consumo. Desde este momento, alerta, es cuando “pueden tener problemas”. 

Si ahí se les enseña cómo pueden actuar y planificarse, cómo deben tener en cuenta esos gastos extraordinarios que puedan tener por un cumpleaños, ejemplifica Rascón, y lo interiorizaran “podrían hacerse cargo con mayor responsabilidad de su economía cuando se independicen”. 

Qué conocimiento necesitan

En cuanto a los temas que deben conocer los más jóvenes sobre educación financiera, son contenidos “muy generales de economía muy básica”, concreta Rascón. Desde qué es un banco y por qué guardar el dinero en una entidad, hasta qué son los intereses. Conceptos de lo más elemental hasta como hacer una planificación de tu economía: “qué ingresos tienes y cómo lo tengo que organizar para no caer en una situación que sea mala de endeudamiento o de no poder acometer determinados gastos”.

Lo segundo más importante, añade, “es concienciar hacia un consumo responsable”. Sobre todo, la predisposición que tienen ahora los jóvenes en juegos online en plataformas de apuestas que los llevan a “entrar en una dinámica de consumo que es muy perjudicial”. 

En resumen, hay que tratar de ser pedagógicos y enseñar cómo muchas veces sin darse cuenta están incurriendo en gastos. Simplemente porque lo están haciendo a través de un terminal que tiene vinculada una tarjeta y que sin darse cuenta y poco a poco van gastando sin tener conocimiento de lo que están haciendo.