Nuevas profesiones

eSports: ganarse (bien) la vida como jugador de videojuegos

El ocio online ha dado lugar a industrias multimillonarias que generan cada vez más puestos de trabajo. Y, entre ellas, pocas tienen el potencial de la del videojuego. Ya es posible cumplir el sueño de muchos: vivir jugando. Y cobrar por ello.

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Videojuegos / economia

Agustina Barbaresi

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Aunque la idea de dedicarse profesionalmente a los videojuegos aún provoque escepticismo en muchas personas, la industria de los llamados eSports mueve masas. Según datos de la consultora Newzoo, en España hay actualmente 24,5 millones de jugadores de videojuegos, entre profesionales y no profesionales, más de la mitad de la población. Además, más de 6 millones son seguidores (ocasionales o habituales) de las competiciones de eSports. A nivel mundial, hablamos de una audiencia de 400 millones de usuarios. Y las cifras no paran de crecer.

Esto no es algo nuevo, aunque lo pueda parecer: es un sector que viene desarrollándose desde los años 80 a nivel mundial, es “la evolución competitiva de los videojuegos”, señala Eider Díaz, responsable de comunicación de ESLESL es una de las dos ligas de referencia de eSports en España (junto con LVP) y fue recientemente noticia por firmar un acuerdo con Intel (con la que lleva 18 años vinculada) que le permitirá llevar los eSports a mercados donde esta industria está por desarrollar.

Pero, ¿puede cualquier videojuego jugarse en competición? Lo cierto es que no. Díaz explica que “tienen que tener unas determinadas características, como permitir el juego en equipo y que los equipos jueguen en igualdad de condiciones. Muchos también tienen un modo “observador”, aunque juegos como el FIFA o Fortnite no tenían estas características y sin embargo se hicieron muy populares”. Y es que con otras plataformas, como los juegos en móvil, el espectro de juegos que permiten la competición se está expandiendo (por ejemplo, Clash Royale). Hoy por hoy, League of Legends y Counter-Strike son los juegos que más audiencia tienen. La competición profesional más importante en España es, precisamente, de Counter-Strike.

Un negocio al alza en España

Rusia es el primer mercado de eSports de Europa, según Newzoo. Sin embargo, si comparamos los datos con España (que es el cuarto) y los porcentajes de la población, “vemos que realmente los porcentajes son muy similares, y en ocasiones mayores en el caso nacional. Es decir, tenemos relevancia porque la población es menor, realmente tenemos una fuerte base para el sector”. Eso sí, aún estamos lejos del primer país del mundo en eSports, Corea del Sur, donde los gamers profesionales tienen estatus de celebridad.

En palabras de Eider Díaz, el mayor valor que tiene esta industria tanto a nivel mundial como en concreto en España es el potencial: “se va a triplicar en 2 o 3 años, sobre todo por patrocinio o derechos de representación. Hasta hace 2 o 3 años los patrocinios eran endémicos, de marcas de software, etc. Pero ahora tenemos competiciones con otro tipo de marcas”. Por ejemplo, en diciembre celebraron con Mapfre la Racing Series, de simulación de conducción. Otras marcas como Domino’s Pizza o arroces Brillante les han consultado por la posibilidad de hacer campañas en el entorno de los eSports.

De profesión ‘gamer’

Los equipos profesionales de jugadores han vivido una gran transformación en pocos años. “Han pasado a ser de amigos que se juntaban a auténticas empresas. Tienen responsables de venta, RRPP… Y también han dado nuevos ámbitos de actuación a profesionales como psicólogos (que les ayudan a gestionar emocionalmente la fama), fisioterapeutas (enfocados en sus dolencias posturales) o nutricionistas”, apunta Díaz. También han surgido nuevas profesiones al calor de esta industria, como los casters, que son los comentaristas deportivos de las competiciones de eSports.

El perfil del jugador de videojuegos en España es un chico joven, de entre 16 a 24 años, aunque generalmente es a partir de 18 años cuando pueden firmar más contratos con los equipos. No todos tienen estudios superiores, aunque de tenerlos los informáticos son mayoría. Hay pocos jugadores de más de 30 años y pocas chicas:sigue siendo un sector muy masculino, al menos en Europa.

Hay equipos, como Movistar Riders (con jugadores dedicados a 9 juegos, como FIFA, Call of Duty, League of Legends, Counter-Strike o Fortnite) que tienen menores en sus filas. Pero ponen condiciones: “tienen que tener una nota mínima en los estudios para participar. Es importante tener otra salida de carrera, aunque hay mucho reciclaje entre equipos, de jugadores que se convierten en coach (entrenadores), por ejemplo”, apunta Díaz.

¿Cuánto gana un jugador?

Los salarios son muy variados y dependen de los resultados: “hay jugadores que cobran en torno a 1000 euros y pueden vivir de ello. Los sueldos estrellas no son muy comunes, al menos en España”. Hay excepciones, claro. Una de ellas es Carlos Rodríguez, alias Ocelote. Este gamer empezó a jugar a los 11 años, a competir con 14 años y a los 15 años ganó su primer salario jugando a World of Warcraft (2000 dólares en una competición). Ahora, con 28, dirige su propio equipo (de League of Legends) y en una reciente entrevista confesó que su patrimonio se sitúa entre 12 y 35 millones de euros.

El principal reto de esta industria es continuar con la profesionalización, más allá de sueldos astronómicos. Y “crecer ordenadamente, porque de repente con el boom, han surgido muchas empresas que desconocen el negocio. Al invertir, es importante elegir un socio de confianza. Sabremos que nunca podremos superar al fútbol en este país, pero las nuevas generaciones demandan algo diferente”, concluye Díaz.