NUEVOS NEGOCIOS

Esto es a lo que tendrás que renunciar si quieres emprender

Emprender puede ser algo apasionante, pero no conviene romantizar esta opción laboral. Compaginar la vida laboral con la familiar y la estabilidad económica son los principales problemas que implica trabajar por cuenta propia.

Compaginar la vida laboral con la familiar y la estabilidad económica son los principales problemas que implica esta opción laboral

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Emprender / economia

Ana García Moreno

Ana García Moreno

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Bien por necesidad o por convicción propia, el autoempleo se ha convertido en una forma de vida cada vez más habitual. De hecho, según cifras de ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos) en 2018 se contabilizaron bajo el paraguas de los autónomos unos 120.000 empleos más que los que se registraron a cierre de 2017. No obstante, para lanzar un negocio y llegar a buen puerto es necesaria una gran dosis de esfuerzo y trabajo. Una dedicación plena que puede hacer que tengas que renunciar a algunas otras cosas.

El primer aspecto es la estabilidad económica, sobre todo en los primeros años. Y es que lanzar una startup en nuestro país cuesta de media unos 4.000 o 5.000 euros, según la firma de asesoramiento financiero, fiscal y legal para emprendedores Ad&Law. Además del capital inicial, es posible que el negocio no sea rentable durante los primeros años, lo que puede dificultar, en algunos meses, la entrada de ingresos.

Todo esto, puede llevar a que tengas que poner en riesgo tu propio patrimonio ya que según el Mapa del Emprendimiento de South Summit, el 60% de los emprendedores españoles usa sus propios recursos como primera fuente de financiación. Mientras tanto, un 25% recurre a familiares y amigos, lo que también puede poner en riesgo el patrimonio de éstos si el negocio no sale como se espera. Todo esto te puede llevar a tener que renunciar a tu zona de confort y asumir más riesgos de los que tendrías en un trabajo por cuenta ajena.

Pocas vacaciones reales

Por otro lado, en un negocio propio es más difícil desconectar de los problemas derivados del trabajo. Esto implica tener que estar más pendiente de los aspectos relacionados con la compañía, también durante las vacaciones, teniendo que renunciar a algunos periodos de descanso. “En alguna ocasión he tenido que volver a Madrid para servir a algún cliente que me había llamado por alguna urgencia, aunque estuviera de vacaciones”, cuenta Mariano, comercial de materiales de oficina, ya jubilado.

El teléfono y el correo electrónico se convierten así en una herramienta imprescindible del día a día de autónomos y emprendedores, un colectivo que lo tiene más difícil a la hora de desconectar al cien por cien del trabajo. Precisamente por eso, también puede ser más difícil coger una reducción de jornada o trabajar a tiempo parcial. De hecho, ésta es una de las reivindicaciones del colectivo autónomo que todavía no se ha resuelto: la posibilidad de cotizar por un trabajo a tiempo parcial, algo que a lo que a día de hoy tienen que renunciar emprendedores y autónomos.

Dificultades en la conciliación

La dedicación al negocio también puede restar tiempo con familiares, sobre todo cuando la oficina está lejos de casa. Aunque también puede pasar lo contrario, que la posibilidad de tener una mayor libertad para organizar el tiempo, te permita compaginar mejor tu vida personal y laboral: “Cuando era trabajador por cuenta ajena, salía de casa muy temprano y cuando volvía no tenía ni tiempo de ver a mi hija pequeña porque llegaba casi a la hora de la cena. Por eso decidí, dejar el trabajo y montar una empresa por mi cuenta. La oficina la tenía en casa, lo que me permitió tener algo más de tiempo para dedicárselo a mi hija y cuidarla, aunque también trabajaba muchas horas”, cuenta Mariano.

Precisamente, enlazar la vida familiar con tantas horas de dedicación al negocio puede obligarte a renunciar también a tu tiempo libre, lo que implica dificultades para poder hacer deporte o tener algún otro hobby.

Situaciones que se deberán poner en una balanza para determinar qué pesa más, si un sueño o todo aquello que no quieres arriesgarte a perder por darle vida a tu proyecto empresarial.