Cómo identificar un producto que proviene de comercio justo

Cacao, café y azúcar. Esos son los 'pichichis' de la liga, los tres productos de comercio justo que más éxito tienen en España. Además de por razones de calidad, quienes consumen este tipo de artículos y alimentos afirman que, por encima de todo, lo hacen porque piensan en las condiciones laborales y en los salarios dignos de quienes los producen más allá de nuestras fronteras. Pero ¿cómo podemos identificar si un producto es de comercio justo?

Es muy fácil. Basta con mirar si el envase o la etiqueta contiene alguno de los sellos correspondientes: Fairtrade, Ecocert/Fair for Life, Naturland, Símbolo de Pequeños Productores o el de la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO). Todos estos sellos certifican que estamos eligiendo correctamente.

Los productos de comercio justo suponen una alternativa al comercio convencional y “se basan en 10 principios fundamentales que garantizan unas condiciones laborales y salarios dignos para los trabajadores y trabajadoras, igualdad salarial y de oportunidades entre hombres y mujeres, no explotación laboral infantil y respeto al medio ambiente”, según explica a BYZness la presidenta de la coordinadora estatal de Comercio Justo, María Fernández.

En España podemos encontrar productos de comercio justo procedentes de 39 países de América Latina, África y Asia, pero este tipo de consumo no termina de alzar el vuelo: cada persona consume en nuestro país una media de 93 céntimos al año, mientras que en la Unión Europea, la media alcanza los 14,15 euros, según datos del último informe de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Países como Suiza o Irlanda nos superan con creces: sus medias de gasto anual son de 62,72 euros y 57,58 euros por persona, respectivamente.

A pesar de que el comercio justo no está muy generalizado en España, en total en el último año destinamos 43 millones de euros a este tipo de comercio. ¿Y por qué artículos nos decantamos exactamente a la hora de comprar? Principalmente, escogemos alimentos -un 94%- y, en menor medida -el 6% restante-, productos textiles, complementos, artesanía (menaje de hogar, juguetes, decoración, etc.) e incluso cosmética natural.

Las mujeres consumen más productos de comercio justo

Las mujeres consumen más productos de comercio justoCon estudios medios y superiores, de entre 25 y 50 años y, generalmente, la mayor parte mujeres. Esas son las personas que consumen productos de comercio justo, aunque no existe “un perfil determinado”. Lo que sí sabemos es que son, a juicio de la Coordinadora Estatal, un “público muy fiel”, ya que “cuando cambian sus hábitos de consumo y optan por estos productos lo siguen haciendo de forma cotidiana, no solo por su calidad, sino también porque son conscientes de los impactos positivos que tiene”.

“Con cada compra que hacemos estamos eligiendo el mundo en el que queremos vivir. Los productos de comercio justo consolidan un modelo de comercio y de mundo que respeta los derechos de quienes cultivan y elaboran estos productos y un modelo ecológico que protege nuestra tierra”, sostiene María Fernández, al tiempo que añade: “No es solo comercio, es también un movimiento internacional formado por personas y organizaciones que trabajamos para cambiar las injustas reglas que rigen el comercio global y así avanzar hacia un mundo más justo y sostenible”.

¿Y dónde podemos encontrar los productos de comercio justo? Tanto en las tiendas físicas como online -supermercados, grandes superficies, tiendas ecológicas, etc.- que están gestionadas por la organizaciones de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.