HISTORIAS MÍNIMAS

Serpas del retorno social

Hemper diseña y comercializa mochilas fabricadas con cáñamo por mujeres y familias nepalís

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Carme Escales

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Moverse en un coche híbrido no era lo más habitual hace 15 años en Barcelona. Pero en casa de Gloria Gubianas (Barcelona, 1995) lo hacían. Su padre se interesaba ya por todo lo ecológico y consiguió que le prestaran uno para probarlo. Así que hoy, ella, como cofundadora de Hemper (www.hemper.es), una marca de mochilas de cáñamo responsables con el medioambiente sabe de dónde le viene la inspiración por lo eco. De su madre, que es enfermera, heredó la parte más social, algo que tampoco ignora la empresa que ha puesto en marcha junto a otros cuatro socios.

Hemper diseña y comercializa mochilas y fundas para ordenador fabricados por mujeres de Nepal. Y además de proporcionarles trabajo –el 30% del precio de las mochilas equivale al coste de su producción-, un 8% adicional de las ventas de la se destina a proyectos sociales que también las benefician. Son talleres formativos sobre temas de salud o reciclaje para mejora de su calidad de vida, o apoyo escolar para sus hijos.

El primer contacto de Gubianas con Nepal fue en el 2013. Con 18 años viajó allí como voluntaria a trabajar haciendo clases de refuerzo de inglés en un orfanato. Aquella experiencia dejó fijada una parte de su pensamiento en aquel país. "Siempre pensé en hacer algo allí", afirma Gloria Gubianas.

La idea llegó en clase, cursando la licenciatura en Liderazgo, Emprendimiento e Innovación (Leinn, www.teamlabs.es) en Madrid. Con dos compañeros de clase y otros dos de fuera empezaron a imaginar lo que hoy es Hemper, una empresa con impacto social positivo, internacional. "En Navidad del 2015 compramos las primeras mochilas tal como las fabricaban las mismas personas que hoy las hacen también para nosotros en talleres de Budhanilkantha, en el área metropolitana de Katmandú", cuenta.

En octubre del 2016, los cinco socios registraban Hemper como empresa adapta el diseño de las mochilas asiáticas a las preferencias en España. "También proponemos telas diferentes y otros materiales, siempre utilizando tintados naturales", añade Gubianas. Y así, con un único proveedor, una familia procedente de Bajura, donde se cultiva el cáñamo –unas 200 familias viven de ello–, la fibra natural materia prima de las mochilas Hemper, empezaron a producir en las fábricas de la familia.

Alrededor de 3.000 de los primeros euros sirvieron para inscribir la Sociedad Limitada y hasta ahora han alcanzado ya una facturación de 400.000 euros. Para el final de este esperan recaudar el medio millón y en el primer trimestre del próximo año tienen pensado abrir una ronda de financiación para conseguir 200.000 euros que les permitirán afianzar un negocio que apunta a facturar un millón de euros en el 2019. Hasta el momento, destina sus ganancias a los 14 empleados, "cinco de los cuales somos los socios", explica Gloria Gubianas, socia y fundadora, y responsable del impacto social y sostenibilidad de la empresa, en Nepal y en España.

El 70% de los clientes de Hemper, que vende solo online, son de España y el 30% se reparten en una decena de países en Europa. Los envíos se realizan en bolsas reutilizadas que antes contuvieron arroz en Nepal (y que allí se desechan) selladas con cremallera y cuerda y que pueden volverse a utilizar.